Con una propuesta fresca y una visión diferente de la Navidad, el Teatro Nacional montó el ballet contemporáneo En las ramas del ciprés. Los protagonistas son los ornamentos de un árbol navideño, quienes cuentan su historia con música en vivo y arte visual.
La mente detrás de esta puesta en escena es María Amalia Pendones De Pedro, experimentada bailarina, coreógrafa y directora. A sus 62 años, ideó una manera para celebrar la época festiva y desafiar los estereotipos habituales de la Navidad.
Según cuenta la artista, su propósito es alejarse de lo convencional, dejando atrás a las decoraciones de gorros navideños, el uso de la nieve, las villas y la preponderancia de los tonos rojos y verdes.
“La obra es una alegoría navideña, una aventura surrealista de esos adornos para llegar a formar el árbol. Lo que quiero es eso, que la gente tenga una visión un poco más fresca de lo que es la Navidad o lo que significa para muchos de nosotros”, comentó Pendones.
La idea de preparar un ballet navideño surgió hace años, según narra, durante la ceremonia que experimenta cada año al decorar su árbol de Navidad. Para ella, sacar los adornos y desenredar las luces es parte de un ritual lleno de emoción.
Con este concepto en mente, se acercó a Allan Pérez para que escribiera el guion de la obra. El compositor Fabián Arroyo se sumó al equipo, para preparar la música en vivo con instrumentos como el acordeón, el violín y la guitarra.
Decidió mantener a algunos personajes característicos de la Navidad e introducir otros originales. Se separó de la costumbre de incluir a Santa Claus y a la Señora Claus, pero mantuvo a un tradicional duende como uno de los protagonistas.
De acá también viene uno de los aspectos más novedosos de la obra, ya que el personaje estelar, el duende Nicolacho, es interpretado por un niño. A su lado, hay un elenco de bailarines profesionales e infantiles entre los 8 y 12 años.
De acuerdo con Pendones, introducir la infancia en el ballet fue fundamental, debido a que los niños cuentan con una tremenda capacidad de descubrimiento y asombro; además, representan la mejor parte de la Navidad: la ilusión.
Con este elemento como punto de partida, En las ramas del ciprés cuenta una historia de amistades, solidaridad, trabajo en equipo y aceptación.
Para disfrutar de este espectáculo, se pueden conseguir entradas en el sitio web del Teatro Nacional. Las funciones estarán disponibles hasta el viernes 22 de diciembre y los precios de los tiquetes van desde los ¢15.000 hasta los ¢40.000.
La trayectoria de Pendones, la directora de En las ramas del ciprés
A lo largo de sus 23 años de experiencia en suelo tico, María Amalia Pendones ya ha participado en múltiples producciones de ballet, ya sea como coreógrafa o directora de los montajes.
Algunas de las temporadas multidisciplinarias que ha dirigido en el Teatro Nacional son La sirenita, Marginalia, La historia de los colores, El cumpleaños de la Infanta y Alicia en el país de las maravillas.
Según recuerda, siempre sintió una atracción por la danza, tanto que desde que estaba pequeña estuvo en clases de ballet. Comenzó su formación profesional cuando ingresó a la compañía Danza Universitaria.
Después, durante la década de los años 80, Pendones ya estaba volando para estudiar en Estados Unidos y desarrollar su carrera en California y Nueva York, donde permaneció por 14 años. En el 2000, volvió a Costa Rica con el propósito de formar su propia escuela y crear sus espectáculos.
Desde entonces, se ha consolidado como una maestra, directora, productora y coreógrafa destacada en el país. Al mando de su academia Danzay, estudio de danza en barrio Dent de San José, sigue cosechando ideas para innovar en el ballet contemporáneo.
Así es como, en el 2023, partió de la tradición de decorar el árbol para darle al público costarricense esta versión “un poco diferente” de lo que usualmente se ve en Navidad.
Al mismo tiempo, busca recordar que, de una manera u otra, el anhelo que tienen las personas durante esta época es sentirse acompañados por sus seres queridos.
“Todo lo que queremos en la Navidad es ser felices, ser amados, estar con los seres queridos. Hay una serie de clichés que no son clichés, porque son ciertos. En el fondo hay una cosa de esperanza en todos nosotros cuando llega la Navidad de que se va a crear un mundo mejor, aunque sea por un mes”, finalizó.