La historia de los primeros artefactos de comunicación utilizados en nuestro país, así como una colección de miles de estampillas antiguas, se encuentran albergadas en el Museo Filatélico, ubicado en el primer piso del edificio de Correos de Costa Rica, en San José.
Su nombre viene de filatelia, palabra que significa la afición por coleccionar y clasificar estampillas, sellos y otros documentos postales. El museo fue fundado el 26 de diciembre de 1985 a través de la Ley N. 7.018. Desde entonces se ha dedicado a conservar y exhibir sellos postales que envían los correos globales de la Unión Postal Universal, la América UPAEP y las colecciones nacionales.
La entrada al museo tiene un costo de ₡740 y al ingresar se incluye una tarjeta postal, lista para ser enviada a cualquier parte del mundo.
Las estampillas del museo incluyen piezas ilustradas por artistas nacionales e internacionales, las cuales van desde personajes históricos de Costa Rica hasta temas como ecología, turismo, religión, deporte, arte, folclor y más.
Otra particularidad de las estampillas es que se vuelven únicas cuando son escasas o presentan errores. Para los coleccionistas, estos hitos marcan un incremento en el mercado.
Las exhibiciones dentro del museo se desarrollan en torno a una temática determinada, con sellos postales, estampillas y otros productos colocados en las vitrinas del edificio. Es así como se albergan postales que se realizaron para celebrar algún acontecimiento, actividad especial o exposición temática con valor histórico y cultural.
Incluso, este museo cuenta con la primera estampilla que circuló en el país, el 10 de abril de 1863. Según dice el sitio web de Correos, en esa época se utilizaban como un código de seguridad que pocos países tenían.
En el caso de Costa Rica, fue el segundo país centroamericano en obtener estas postales.
Exhibiciones
En la Sala Mundo del museo se ubican las estampillas de las constelaciones, planetas y reconocidos astronautas. Mientras que, la Sala Calypso, es una recopilación de instrumentos musicales de este género, imágenes de la ciudad de Limón a inicios del siglo XX y postales de los barcos de vapor en los que llegaron los primeros afrodescendientes al país.
Luego está la Sala Costa Rica, la cual incluye acontecimientos importantes de las décadas de los 60s y 70s en el país, como lo fue la visita del expresidente de Estados Unidos, John F. Kennedy.
Artefactos
El Museo Filatélico también cuenta con los primeros artefactos de comunicación utilizados en el país, como los telégrafos magnéticos del siglo XX y posteriormente los teléfonos eléctricos.
De acuerdo con el sitio web de la institución, el primer contrato que comunicaba a las ciudades de Cartago, San José, Heredia y Alajuela se firmó mediante un telégrafo, en 1868. Por casi 100 años este artefacto fue el medio de comunicación más rápido y moderno del mundo, hasta que fue sustituido por el teléfono, radio y el fax.
Visitas guiadas
Si usted desea visitar el Museo Filatélico, puede hacerlo de manera casual o con visitas guiadas, las cuales se ofrecen con fines didácticos e instructivos para el público general o grupos específicos.
Eso sí, para agendar una visita, se requiere una reservación con al menos 5 días de anticipación. Para ello se debe enviar un correo a la dirección filatelia@correos.go.cr.
Aparte de las visitas guiadas, el museo también ofrece cursos y talleres filatélicos de verano, los cuales se realizan entre enero y julio de cada año. En estos cursos se enseña cómo empezar a coleccionar y cuidar las estampillas.
Incluso, para quienes ya están inmersos en el mundo de las estampillas, pueden realizar una cita de valoración de su colección de acuerdo con los precios del Catálogo Scottt.
Tome en cuenta que este museo permanece abierto de lunes a viernes, de 8 a. m. a 4:50 p. m.
Correos Costa Rica
El edificio de Correos Costa Rica también alberga una parte de la historia del país, ya que desde 1824 la Constitución Política, en su artículo 69, le designó la obligación de “abrir los grandes caminos y canales de comunicación; y establecer y dirigir postas y correos generales en la República”.
Luego, el expresidente Alfredo González Flores firmó en 1914 el contrato para construir el Edificio Central de Correos y Telégrafos, el cual se terminó en 1917.
Este edificio, el mismo de la actualidad, fue declarado como Reliquia de Valor Histórico y Arquitectónico en 1980, lo que hoy se conoce como Declaración de Patrimonio Arquitectónico.