En un pequeño rincón de Montes de Oca se ubica el Teatro del Bolsillo; un espacio dedicado a la cultura y, en especial, a las artes escénicas.
Este lugar alberga una amplia variedad de actividades culturales, incluyendo obras de teatro para adultos, espectáculos de títeres para niños, talleres, conferencias, charlas, presentaciones literarias, ferias, presentaciones musicales y más.
El Teatro del Bolsillo es el resultado del amor al arte y al teatro de la familia Thiel Pizarro, quienes inauguraron este proyecto de interés comunitario hace tan solo 3 meses.
A pesar de las incertidumbres surgidas por la pandemia de la covid-19, esta familia -integrada por un psicólogo, un diseñador industrial, una arquitecta, una administradora y dos científicas en física matemática y biotecnología-, comparte la determinación de erigir un santuario exclusivo para al arte.
Este lugar josefino ha tomado tanta relevancia que ya tiene asegurada su programación hasta octubre del 2024, todos los fines de semana. Es decir, ya cuentan con más de un año reservado para eventos de stand up comedy, monólogos, presentaciones musicales, ferias, títeres y más.
“Como somos una familia hemos trabajado mucho. Creemos que lo vamos a hacer y nos apoyamos mucho mutuamente, porque cada uno hace su rol. Ahora, a través del arte, tenemos un punto de encuentro que nos encanta”, agregó Carolina Pizarro, la administradora del local.
¿Cómo es el teatro?
El Teatro del Bolsillo se localiza 100 metros este y 75 metros sur de la Municipalidad de Montes de Oca. Este espacio, de 300 metros cuadrados, puede recibir a 120 personas en sus butacas enumeradas.
Según comentó Fernando Thiel, director artístico del proyecto, el concepto del “bolsillo” viene del Teatro de Cámara, porque es un espacio pequeño. Esencialmente, estos lugares no utilizaban escenografía, maquillaje ni vestuarios, ya que solo importa la actuación de la persona que está en el escenario.
Dificultades por emprender en el arte
Según cuentan Pizarro y Thiel, abrir un teatro después de la pandemia de la covid-19 no es fácil. Esta incertidumbre -de si saldrá bien o no- casi los detiene al momento de iniciar el proyecto, pero finalmente decidieron que sí valía la pena.
“Cuesta mucho, de hecho hacemos otras cosas para poder pagar. A veces no llegamos al alquiler, porque todo esto lo hemos invertido nosotros. Conseguir las patentes también fue difícil”, indicó Thiel.
Además, porque el teatro no tiene funciones todos los días, la familia tiene el reto de generar suficientes ventas para cubrir los impuestos de los tiquetes, escenografía y otros detalles de las obras.
“Hay que pagar de manera excesiva para ser un espacio tan pequeño. Nos comparan con lugares donde llegan miles de personas, pero acá tenemos 120 cupos que quizá no se llenan, con entradas accesibles a ₡6.000 u ₡8.000″, agregó Pizarro.
¿Por qué un Teatro del Bolsillo?
Pizarro y Thiel comenzaron en el mundo del teatro desde la década de los noventa, en el Grupo Ticotíteres, el cual se ha destacado a nivel nacional e internacional en campañas masivas de arte y cultura; con trabajos destinados a la niñez, adultos mayores y derechos humanos.
Por esta pasión es que la pareja, que ya cuenta con una amplia trayectoria en las puestas en escena, abrió su primer Teatro del Bolsillo en 1994. En aquel entonces, ambos abrieron el teatro bajo el mismo principio de la actualidad: crear un espacio comunitario y cultural.
Este espacio también estaba en Montes de Oca, pero quedaba al frente de la Facultad de Filología de Letras de la Universidad de Costa Rica (UCR), la casa de enseñanza de ambos artistas.
Fue hasta que nacieron sus hijas que cerraron el espacio, pero nunca se detuvieron en su afán de hacer arte, ya que aún siguen activos con Ticotíreres y han realizado giras a lo largo de distintos países.
Este constante lazo con el mundo artístico es lo que les convenció, finalmente, de volver a sus inicios y abrir un Teatro del Bolsillo.
“Nos gustó la idea porque nosotros éramos pequeñitos. Antes (este lugar no tenía gradas) y era un teatro plano con sillas plásticas, pero ahora tenemos isóptica y características más específicas de un teatro. Cuando encontramos el lugar, justamente lo escogimos por ser pequeño”.
Actualmente, este espacio publica sus eventos artísticos en sus perfiles de Instagram y TikTok (@teatrodebosillo.cr). Todos los domingos tienen presentaciones fijas de títeres para niños, a las 2 p. m., y también presentaciones para todas las edades los viernes y sábados.
“La idea es que, a través de la cultura y el arte, nos reencontremos. El espacio lo hacemos agradable y es para todas las personas. Sentimos que tenemos que continuar dignificando el teatro”, finalizó Pizarro.