Con la frase de “Si no le gusta, no lo paga”, un local ubicado en el Paseo de los Turistas, en Puntarenas, vende uno de los churchills más populares de la zona. El uso de frutas son la particularidad de su negocio.
Este puesto está a cargo de Óscar Ferney Ruiz Bernal, mejor conocido como el tiburón parcero. El empresario, para ubicarlo mejor, es quien fecha a fecha se pone el traje de la mascota del equipo Puntarenas Fútbol Club.
Inspirado en los “cholados”, el postre de su ciudad natal de Cali, Colombia, los ingredientes de estos churchills incluyen piña, mango, banano, fresas, uvas, kiwi, guanábana, manzana, sirope de cola, hielo y la receta de la casa. Esta combinación también se une a los tradicionales elementos de un granizado costarricense, la leche condensada y la leche en polvo.
El tiburón parcero abre su puesto de comida todos los días, de 9:30 a. m. a 7 p. m. Durante ese lapso, el vendedor siempre recibe a sus clientes con un gran entusiasmo, característica de su personalidad.
Este puesto de churchills con frutas existe desde el 2005, cuando Ferney convirtió un bus de transporte de niños en su actual paradero. El sitio sobresale en la zona, porque está pintado con los colores patrios de Costa Rica y Colombia, tiene una figura de lancha en su techo, y por supuesto, cuenta con una ilustración de la mascota del equipo de fútbol.
Desde entonces, el colombiano ha tomado un gran cariño por Puntarenas y su gente, a quienes conoce y trata como si fueran su propia familia. Esta costa ha sido su hogar desde hace 24 años, cuando emigró desde Cali.
Con este mismo afecto se ha dedicado a adornar ciertas zonas del Paseo de los Turistas con vegetación, banderas, estatuas coloridas de aficionados del fútbol e incluso figuras a grande escala de los churchills; para poder crear un espacio de relajación que acerque a los porteños y los turistas.
Pasión por el fútbol
Cuando recién llegó de Cali, en 1999, Ferney se enteró de que en la zona había constantes partidos de fútbol. El día después de su llegada asistió a su primer encuentro e, inmediatamente, se enamoró del equipo local.
“Me hice fan de Puntarenas desde que llegué. Fue un sábado y el domingo jugaba Saprissa contra Puntarenas, entonces fui y me les metí de lleno”, comentó Ferney, quien en el 2008 se convirtió en la popular mascota del tiburón.
Esta figura no solo participa en los ambientes deportivos, ya que el tiburón parcero también se involucra en fiestas de niños, celebraciones familiares o demás eventos comunitarios; con el mismo propósito de llevarle alegría a la comunidad porteña.