El martes 1 de abril continuó el juicio contra siete profesionales de la salud acusados de negligencia en el caso de Diego Maradona. Un perito dio a conocer los resultados de los análisis realizados tras el fallecimiento del exfutbolista en 2020.
“Ninguno de los cuatro tubos de muestras arrojó resultados detectables para cocaína, marihuana, MDMA, éxtasis o anfetaminas”, afirmó el perito bioquímico Ezequiel Ventosi. Explicó que examinó sangre, orina e hisopados y no encontró presencia de alcohol.
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Esto significa que Diego Maradona no tenía rastros de alcohol ni drogas ilícitas en su sangre al momento de su muerte.
El astro argentino, quien tuvo periodos de excesos durante su vida, murió el 25 de noviembre de 2020 por un edema pulmonar causado por una insuficiencia cardíaca. Se encontraba en una internación domiciliaria tras una neurocirugía.
Las pericias detectaron cinco sustancias en su organismo, correspondientes a medicamentos antidepresivos, anticonvulsivos, antipsicóticos y contra las náuseas.
El testimonio de Ventosi se presentó en la cuarta semana del juicio que se desarrolla en San Isidro, al norte de Buenos Aires, cerca de Tigre, donde falleció Maradona.
En la audiencia del martes se leyó el testimonio del médico personal del exfutbolista entre 1978 y 2009, Alfredo Cahe, quien murió en 2024.
Según su declaración de 2021, Cahe vio a Maradona en noviembre de 2020, cuando se recuperaba en la Clínica Olivos. Dijo que todo le pareció “extraño” y que Leopoldo Luque, médico del exjugador y uno de los imputados, no respondió sus consultas sobre su estado de salud.
Para Cahe, la internación domiciliaria “era lo menos indicado”. Aseguró que Maradona “debía estar bajo terapia intensiva con control cardíaco constante y continuo”. Consideró que hubo negligencia y falta de control en la ingesta de medicación para el corazón.
“Con un correcto seguimiento y control, su muerte era evitable”, afirmó.
También declararon otros tres peritos, entre ellos la anatomo-patóloga Silvana de Piero, quien analizó los órganos del exfutbolista. Detalló que el hígado tenía signos de cirrosis, los riñones mostraban insuficiencia, los pulmones presentaban una patología crónica y el corazón evidenciaba falta de oxígeno.
Siete profesionales de la salud, entre ellos médicos, enfermeros, una psiquiatra y un psicólogo, están acusados de homicidio con dolo eventual. La fiscalía sostiene que eran conscientes de que sus acciones podían causar la muerte de Maradona. Una octava acusada, una enfermera, será juzgada en un proceso separado.
El juicio, que comenzó el 11 de marzo, se extenderá hasta julio. Se espera la declaración de decenas de testigos. Los acusados enfrentan penas de entre 8 y 25 años de prisión.