El pasado 21 de marzo llegó a los cines Blanca Nieves (2025), el esperado filme de acción real basado en el clásico animado de Disney, estrenado en 1937. La nueva historia contó con un presupuesto de $250 millones y, en palabras de su protagonista Rachel Zegler, “no se trata de una historia de amor, en absoluto”, escandalizando de entrada a quienes amaron la cinta original.
Con el tempo se sumaron duros comentarios sobre el filme, entre los que se contaba el de una Blanca Nieves (Rachel Zegler) pro Palestina, una Reina malvada (Gal Gadot) israelí, enanitos creados por computadora -dejando sin trabajo a actores reales- y la posible ausencia de un príncipe. Todo lo anterior empañó por completo el estreno de este filme y dieron paso a una ola de críticas y decepciones en redes sociales que han acompañado a la cinta desde su gira de medios. Tal fue la nube de dudas que, el día de su estreno, pudieron haber afectado su recaudación en cines.
Una vez pasado su primer fin de semana, la cinta acumula aproximadamente el 17% de su presupuesto inicial ($43 millones a nivel global), posicionándose por debajo de otros filmes que no fueron lo que el público esperaba, como es el caso de Dumbo (2019), que recaudó apenas $46 millones luego de tener un presupuesto $170 millones, y Cenicienta (2015), que llegó a $67.9 millones, con un presupuesto de $95 millones.
Las opiniones sobre el filme son muy variadas, algunos aseguran que es el peor live action de la compañía de Walt Disney, otros tantos aseguran que resultó ser mejor de lo que esperaban, pero todos están de acuerdo en algo: es un verdadero fracaso en taquilla.
Los críticos del mundo no han tardado en aparecer, según Javier Ocaña del diario El País: “Disney se hace un lío artístico y ético con la nueva moral (...) Ellos solos se han metido en un embrollo y no han sabido salir de él, pese a todos los trucos habidos y por haber”.
Lo anterior responde a que Blanca Nieves (2025) propone una princesa muy diferente a la ingenua Blanca Nieves de la historia original, esta nueva versión se rige por valores como la bondad, la verdad y, muy importante, la firmeza, este último siendo vital en el largometraje, ya que retrata una protagonista dispuesta a luchar al lado de su interés amoroso (Andrew Burnap) para salvar su vida.
Así también lo señala David Fear, de la revista Rolling Stone: “Puede que esta no sea la peor adaptación en acción real de una obra maestra de la animación, aunque es una firme candidata a ser la más sosa. Pero es valiosa como cuento antes de ir a la cama, porque sin duda te dará sueño”.
En el sitio Filmafinnity, la cinta está puntuada con 3,3 sobre 10, lo que termina de enterrar la cinta, al menos desde la mirada de los expertos.
Sin embargo, uno que otro crítico salva el filme, aunque no la califican como una buena película, al menos vieron un poco más allá de la polémica y se tomaron el tiempo de rescatar partes del filme que resultan ser muy entretenidas.
En palabras de Michael Phillips, de Chicago Tribune, la cinta “funciona mejor de lo que se esperaba (...) El director la hace avanzar, con una protagonista sólida como una roca, cantando muy bien, cortesía de Rachel Zegler. (...) ”
La mayoría de críticas no elogian un giro de trama bien construido ni sus canciones originales, que aparecen con demasiada frecuencia en la nueva producción. En cambio, para sorpresa de quienes cuestionaron su elección para el papel principal, sí destacan la actuación y el rango vocal de Rachel Zegler, quien logra amortiguar la humillación mediática que enfrentó antes del estreno del filme.
“Es realmente uno de los mejores remakes de Disney. Zegler es la elección correcta para interpretar a Blancanieves. (...) La película se rinde al talento de Zegler al abrazar su condición de musical”, comentó Jesse Hassenger, de Paste Magazine.