Apenas rozaba los 27 años y ya era uno de los más grandes representantes del rap en su país y en Latinoamérica. Sus canciones incómodas, introspectivas y profundas ya habían hecho historia y seguirán calando no solo en quienes lo escucharon en vida, sino también en quienes han aprendido a valorarlo durante la década de su ausencia. Canserbero murió relativamente joven; le arrebataron la vida demasiado pronto.
El mundo de la música en español recibió, aquel 19 de enero del 2015, una de las noticias más nefastas: el rapero venezolano Canserbero había muerto. Peor aún, se decía que se había quitado la vida. Hubo incredulidad, incógnitas y luto. Fans, amigos y familiares se sumieron en aquel dolor incontenible de perder a un ser querido.
El joven rapero, curiosamente, había publicado para ese entonces cinco discos, destacando entre ellos los títulos Vida y Muerte. Con ambos conceptos tenía mucha cercanía, ya que a los nueve años su madre falleció y, cuando tenía 12, murió su hermano. Ese dolor, esa experiencia, Tirone González —nombre de pila del artista— logró plasmarlo en su música.
En Vida narró los problemas políticos, la pérdida de valores y la esperanza por un cambio social. Inspirado en bandas como The Beatles, The Who y Queen, así como en libros de autores como Dostoievski, Sábato y Borges, el artista cimentó su lírica protesta. Su música también bebió del hip-hop norteamericano de los 90, lo que le dio un estilo cautivador y único.
“La gente no termina de comprender el eterno debate de si mi música es subterránea o comercial. La verdad es simple: mi música no vende porque sigue dando pérdidas, pero sí es comercial, lo quiera o no, lo haya alterado o no. Jamás hice nada para que me escucharan; llegué al público gracias a internet, pero jamás a través de la radio o la televisión”, explicó en una entrevista durante el lanzamiento de su primer disco.
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Dos años después llegó Muerte, con un enfoque y tonos mucho más sombríos, pero igualmente siendo una crónica de la realidad. Esta producción le abrió las puertas a sus primeros conciertos internacionales.
A Canserbero lo mataron: nos enteramos nueve años después
El día de su muerte, quien fue conocido como el último poeta hardcore venezolano, estaba en el apartamento de su amigo Carlos Molnar (esposo de Natalia Améstica, quien era la mánager de Canserbero), en un edificio de Maracay. Tiempo después de haber ingresado al lugar fue hallado muerto al costado del edificio.
Al principio, la hipótesis que manejaron las autoridades decía que Canserbero discutió con Molnar, que lo asesinó y que después el rapero se lanzó por la ventana del apartamento, ubicado en un décimo piso. Un homicidio suicidio.
Améstica declaró que el cantante llegó a su casa en un estado alterado, psicótico, como si estuviera alucinando. Según su versión, él y Molnar pelearon y luego ocurrió la tragedia en la que ambos perdieron la vida. Caso cerrado. La única testigo dejó Venezuela y se mudó a Chile.
Sin embargo, hubo una persona que no creyó del todo esta versión. En diciembre de 2023 se reabrió la investigación por la muerte de Canserbero y Molnar. Fue Tarek William Saab, fiscal general de Venezuela, quien se cuestionó los hechos que rodearon estos fallecimientos.
Saab ordenó abrir el caso, revisar los expedientes e, incluso, exhumar los cuerpos de las víctimas. En medio del dolor y los recuerdos, el fiscal y su equipo lograron develar que Natalia Améstica y su hermano Guillermo fueron los autores materiales e intelectuales de la muerte del rapero y su amigo.
La investigación inicial estuvo plagada de irregularidades y sobornos, incluyendo la relación de los hermanos Améstica con el médico encargado de la autopsia del rapero. Además, corroboró que tres funcionarios de la inteligencia nacional y del cuerpo de investigaciones penales colaboraron en la alteración de la escena del crimen.
La exhumación del cuerpo de Canserbero reveló que el artista recibió un golpe con un objeto contundente que no se correspondía con el lado del cuerpo con el que cayó; además, de que tenía heridas de arma blanca.
El 19 de diciembre de 2023, Natalia Améstica confesó el crimen mediante un video que fue publicado días después por los medios de comunicación. En sus declaraciones, afirmó que les suministró a Canserbero y a Molnar un somnífero que los durmió, luego los apuñaló y, con la ayuda de su hermano Guillermo y de funcionarios públicos, arregló la escena para que pareciera un homicidio-suicidio.
El motivo, según la propia Natalia, fue su molestia al enterarse de que Canserbero no quería seguir trabajando con ella como mánager.
En febrero del 2024, cumplidos nueve años de la muerte del rapero, la justicia venezolana condenó a los hermanos Améstica a 25 años de cárcel.
A una década de que se apagó la voz de Canserbero, ni sus fans ni su familia lo olvidan. Ellos se encargan de que su legado siga resonando. Al menos, al fin se sabe que el rapero no se quitó la vida.