De su humilde niñez Jimena Franco, la protagonista de la película nacional Abrázame como antes, dice haber borrado casi todo. Fueron tiempos dolorosos, confiesa, donde el bullying y limitaciones económicas hicieron mella en su persona.
Pero a pesar de todo, Franco guarda un gracioso y singular recuerdo de aquellos tiempos.
“Yo borré de mi memoria todo lo de mi niñez, menos esto: cuando mi mamá me pegaba yo me ponía a llorar pero sobreactuadamente. Me encantaba hacerlo, exageraba. Hacía el teatro completo, aprovechaba la ocasión ”, recuerda.
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“Yo siempre quise ser actriz y creo que desde niño viene eso. Es raro porque de chiquillo en mi casa no había tele, ni nada que me diera un referente, pero yo tenía ese gusanillo”, agregó la intérprete transgénero, quien gracias a su trabajo en la película de Jurgen Ureña ya conquistó tres premios a mejor actriz.
A partir de mañana, en los cines comerciales del país, los ticos podrán ver a Franco cumpliendo su sueño. Se estrena Abrázame como antes (2016), la cinta en la que se mete en la piel de Verónica.
Verónica es una transgénero que se prostituye por las calles de San José. En su jornada nocturna todo transcurre con normalidad hasta que un día tiene un singular encuentro.
Verónica se percata de que el carro de unos de sus clientes golpea a un chico de la calle y al verlo malherido decide llevárselo para su casa. El chico se llama Tato (Camilo Regueyra). Es misterioso y busca algo, pero no está claro de qué se trata.
“Ni yo tengo claro qué busca. Pero sí puedo decir que en la película Tato está en un momento de la vida en que no sabe hacia donde va y al toparse con Verónica se le abre una puerta. Por eso el explora el nuevo espacio, pues tiene curiosidad de la casa y las personas que vive allí”, explicó Regueyra, quien estudia teatro y es bailarín de danza contemporánea.
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El punto es que entre él y Verónica se crea una relación muy particular: ¿maternal? ¿romántica? ¿amistosa?
“Creo yo que es más maternal. Sin embargo, tiene diferentes formas. Asoma algo de amistad y de una forma mínima se sugiere lo erótico”, agregó.
Tejiendo esas respuestas, la trama de la cinta se ve inmersa en el mundo transgénero de la prostitución, en San José, humanizando en cada secuencia la figura de un grupo de seres humanos usualmente marginados.
“La cinta hace que se valore y se reconozca la capacidad por encima de la condición de género. Por encima de todo somos personas, usualmente discriminadas, y que la producción de esta esta cinta nos tome en cuenta nos da una alegría a todas”, expresó empoderada Natalia Porras, otra mujer transgénero con un papel de peso en el filme.
Porras da vida Gretta, una amiga de Verónica que con sus toscas actitudes agudizará el drama de la protagonista.
“Ella ve a Verónica como una madre y además vive en su casa. Por eso, cuando llega Tato, ella se siente temerosa, insegura de perder el hogar que tanto le costó construir”, dijo Porras.
“En el pasado Gretta fue abandonada por su familia, por lo que teme que eso le pueda pasar otra vez”, agregó.
El elenco principal de Abrázame como antes –que completan figuras como Thalaya, la estrella del transformismo tico, y Gabriela Sanabria, la Miss Costa Rica Gay 2016–, ha sido halagado internacionalmente. Todo un logro si se toma en cuenta que ninguna tenía experiencia en el campo de la actuación y tuvieron que ser sometidas a largos procesos para poder pulir sus cualidades histriónicas.
La revista estadounidense Indiewire, por ejemplo, publicó en sus páginas: “(la película) presenta un elenco exquisito de actores no profesionales que piden ser observados hasta que nuestros ojos se entrecrucen y sus imágenes borrosas encuentren algo parecido a una verdad indescriptible”.
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En festivales, estas apreciaciones se han traducido en preciadas estatuillas: Franco fue declarada la mejor actriz en el Festival Internacional de Cine de Guayaquil, en el Central America International Film, en Los Ángeles, y en el Festival Ícaro, en Guatemala.
“En esos festivales me trataron increíble. No como la mujer transgénero, sino como la actriz. A veces me pellizcaba y pensaba si eso no era un sueño, si no había parado en loca” expresó emocionada Franco, quien desea profundamente que la visión sobre ella siga siendo esa: la de una artista.
En el Ícaro, de hecho, se gestó uno los mayores triunfos de la cinta. Además de Franco, Ureña fue declarado el mejor director y la película la mejor de Centroamérica.
El vuelo del filme.
Abrázame como antes se estrenó el año pasado en el Costa Rica Festival Internacional de Cine (CRFIC), certamen donde obtuvo el premio a mejor largometraje centroamericano.
Luego alzó vuelo por varios festivales internacionales. Se exhibió en Panamá, Sudáfrica, Estados Unidos, Italia, Brasil, Austria, Alemania y Argentina, una vuelta al mundo que hizo que las percepciones de Ureña sobre su largometraje fueran madurando.
“Cuando estrené la cinta en el CRFIC, en el Cine Magaly, todo lo que se contaba sucedía una pocas cuadras de allí. Yo, en ese entonces, priorizaba en mi discurso los procesos creativos por los que circulé para hacer esta película, que fueron muy particulares”, comentó Ureña.
“Sin embargo, cuando llevé las cinta a festivales, en las sesiones posteriores a la película las preguntas iban cambiando y me daba cuenta de que la cinta habla mucho más del universo transgénero en San José y Centroamérica. En ese sentido, ante públicos muy diversos, yo hablaba más como una especie de investigador del mundo trans”, agregó el cineasta.
Para Ureña, ese detalle lo puso a reflexionar sobre su oficio tras la cámara. Para él, ser cineasta ahora requiere de un trabajo de investigación serio por la gran responsabilidad que se lleva entre manos.
“Para mí ese fue el gran aprendizaje con esta película. Como cineastas que representamos a una región, que cada día despierta más interés a nivel mundial, debemos entender qué significa nuestra película de forma más amplia”, explicó.
El año pasado a Ureña se le cuestionó si su película funciona como una herramienta política, utilizada para mejorar las condiciones de vida de la población transgénero.
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Al respecto, lo que Ureña mencionó fue simple: pone a conversar a la población transgénero con la sociedad.
“Lo que produce es una posibilidad de diálogo. Ya no son esos personajes amenazantes que están al otro lado de la acera cuando camino en San José en la noche, sino que son personajes que puedo entender en su cotidianidad y a los que puedo acceder a partir de estos espacios de debate”, expresó el cineasta en sus notas de prensa.
Camilo Regueyra, sin embargo, fue más directo en cuantos a las alcances de la cinta.
“Lo mejor de la cinta es el mensaje que se lanza, el de la inclusión. Estoy seguro de que esto tendrá influencia política y ojalá que muchas personas puedan verla”, expresó Regueyra.
Franco, por su parte, lo único que desea es que la cinta ayude a la población transgénero a ser tratada como gente común, capaz de ocupar cualquier tipo de rol en la sociedad.
“Me gustaría que nos den la oportunidad de trabajar. Ser la cajera, la miscelánea o la que atiende una tienda. Es un llamado a las empresas, al Estado”, expresó con vehemencia la intérprete.
“Yo creo que la cinta da esa oportunidad. De que nos conozcan más y entiendan nuestro mundo”, finalizó esperanzada .
Abrázame como antes se estrenará este jueves en tres salas de cine de nuestro país. Será exhibida en el cine Magaly y Novacinemas –Avenida Escazú y Plaza Real– y solo puede ser vista por mayores de 15 años.