El documental El guardián de las monarcas, el cual está disponible en Netflix, cuenta la historia del mexicano Homero Gómez, quien dedicó la mitad de su vida para defender este tipo de mariposas y murió asesinado por sus posturas ambientalistas.
Este activista fue reconocido por proteger el Santuario de la Mariposa Monarca en Michoacán, México. Su trabajo resultaba incómodo para varios sectores, como los taladores ilegales de árboles, puesto que les impedía destruir el hábitat de los animales. Lamentablemente, el ambientalista desapareció el 13 de enero de 2020 y fue encontrado sin vida dos semanas después en un pozo.
Cuatro años después del asesinato, todavía no hay respuestas sobre lo que ocurrió. Las dudas giran en torno al pozo donde fue hallado, ya que había sido “peinado” durante su búsqueda y sus dispositivos electrónicos de los que nunca se separaba habían sido “olvidados” en una reunión política horas antes de su desaparición.
“Era carismático, con una sabiduría profunda y un entendimiento de los bosques impresionante. Era agrónomo, sabía todos los detalles anatómicos de la mariposa monarca y luchaba por su comunidad. Era un líder único en una zona donde cada vez hay menos”, describió el director del documental Emiliano Ruprah, quien conoció a Homero cuando grabó otro audiovisual llamado Nómadas.
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El cineasta confeccionó El guardián de las Monarcas durante varios meses, con la intención de explorar la obra y muerte del ambientalista. El largometraje también incluye entrevistas a su esposa e hijos, compañeros de lucha, autoridades y reporteros que siguieron de cerca la trayectoria de Homero.
“Las mariposas se le paraban encima, algo muy raro. Justo le preguntábamos (para la producción de Nómadas entre 2018-2019) sobre la tala y nos decía mucho de la problemática en el norte (Estados Unidos y Canadá, por donde pasan las mariposas) con el uso de químicos. Ahí me di cuenta de que era una persona que realmente estudiaba la problemática a nivel macro”, recordó el director.
La idea de El guardián de las monarcas, según subrayó Ruprah, no era caer en el amarillismo, aunque sí debía abordar las circunstancias de la muerte del activista.
Según cuenta la viuda de Homero en el programa, el agrónomo se mostraba feliz en los videos porque ese era su estado natural; sin embargo, también era una persona que hablaba frecuentemente sobre la fragilidad del medioambiente.
“Estamos en una situación muy frágil y la mejor manera de luchar es plantar árboles, regenerar bosques, algo que Homero hacía (...). Estamos hablando que tenía todo en contra, la tala ilegal y el crimen organizado que cada vez está dejando menos espacios”, destacó el cineasta.