Dicen que cuando Antonio Banderas empezó a actuar en Estados Unidos no hablaba ni una pizca de inglés. Por eso, muchos pensaron que a lo máximo que iba a poder aspirar el actor ibérico era interpretar a un músico cubano en el exilio, como lo hizo en Los reyes del mambo (1992), al Ché Guevara, en Evita (1996), o al enigmático Zorro al lado de la bella Catherine Zeta-Jones.
Se equivocaban todos, lo que sí sucedió es que para llegar a la cima Banderas tuvo que transitar por una ruta poco usual: para ser considerado a la primer estatuilla dorada de su carrera, el actor tuvo que sacar lo mejor de sí no en Hollywood, sino en España, alejándose por completo de los estándares estadounidenses en una película en la que habla su idioma materno. Por eso este 9 de febrero, por su trabajo en la cinta española Dolor y Gloria (2019), Banderas sueña con dar la sorpresa y subir al escenario del Teatro Dolby en lugar de figuras como Joaquin Phoenix –el favorito para triunfar en la categoría de mejor actor–, Adam Driver, Jonathan Pryce y el experimentado Leonardo DiCaprio.
El reto es complicado, no le ayudan las quinielas ni es el favorito de nadie, pero hasta que no escuche el “and Oscar goes to” que nadie abra la boca.
Curiosamente, con Dolor y Gloria, Banderas espera bañarse de gloria en la piel de un hombre homosexual, al igual que lo hizo en uno de sus primeros trabajos cuando llegó a Estados Unidos. Se trató de Filadelfia (1993), cinta en la que encarnó al novio de Andy Beckett (Tom Hanks) un abogado con VIH que es despedido por su condición de salud del bufete en que trabajaba.
Miguel Álvarez se llamaba su personaje en Filadelfia, nombre que prueba como a Banderas, desde sus inicios, le iba a ser difícil librarse de su estigma de extranjero, de latino.
Incluso, antes de interpretar al compañero sentimental de Hanks en Filadelfia, Banderas tuvo una aparición en el filme documental de Madonna: Truth or Dare (1991), cinta parcialmente rodada durante la estancia de la cantante estadounidense en Madrid. En ese filme, según la prensa española, Banderas comenzó a librarse de su fama de latin lover, pues en una escena la reina del pop afirma que pretendió seducirlo, aunque no había logrado conseguirlo.
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Con Los reyes del mambo (1992), la cinta que podría considerarse el debut oficial de Banderas en Hollywood, el español también dio vida a otro personaje de origen hispano, Néstor Castillo, que junto a su hermano huyen de Cuba hacia los Estados Unidos con la esperanza de revivir sus fallidas carreras musicales.
Ya mencionamos que, para esta película, Banderas sabía poco o nada de inglés. Pero entonces, ¿cómo remedió el inconveniente?, pues aprendiéndose los textos de memoria y disimulando sus falencias con lo que mejor sabía hacer: mostrar sus monstruosos dotes de seductor, bien aprendidos durante las más de 30 películas que para ese entonces ya había rodado en España.
Es que Banderas, aunque a los estadounidenses les pareciera, no era un crío de la pantalla grande cuando buscó conquistar el sueño americano. En pocas palabras, ya era un ‘majo’ bien jugado.
El encuentro con Almodóvar.
El niño José Antonio Domínguez Bandera –sí, sin 's' al final de su apellido–, nació en Málaga, España, el 10 de agosto de 1960.
Su padre, un policía, y su madre, una sencilla profesora, jamás imaginarían que su retoño se iba a salir del canasto. Más temprano que tarde, el inquieto chico se iba interesar por las artes dramáticas e iba a llevar su carrera hasta las últimas consecuencias. ¡Nada lo detendría!
Primero que todo, Banderas iba debutar en el teatro, trabajando con distintas compañías en su natal Málaga. Luego se iba a trasladar a Madrid, donde continuó su trabajo en las tablas combinándolos con algunos proyectos televisivos.
Pero su gran oportunidad en la pantalla grande la iba a llegar con Pestañas postizas (1982), su primera película.
Pestañas postizas, filme dirigido por Enrique Belloch, cuenta la historia de Juan (Banderas), un apuesto joven que abandona a una mujer madura, quien lo ha mantenido. Juan se va de su lado porque adivinen qué, encontró a otra mujer de la que también puede aprovecharse.
Pero si Banderas realmente quería despegar en la pantalla grande necesitaba un padrino y este llegó más rápido de lo pensado. Pedro Almodóvar, el mismo por el que logró su nominación al Óscar, se atravesó providencialmente en su camino.
En los años 80, cabe resaltar, que Almodóvar no era el cineasta consolidado que es hoy. Antes de fichar a Banderas para su proyecto Laberinto de pasiones (1982), apenas había hecho dos cintas: Salomé (1978) y Pepi, Lucy, Bom y otras chicas del montón (1980).
De hecho, había gente que pensaba que Almodóvar no iba a ser más cine luego de Pepi, Lucy, Bom y otras chicas del montón, pero se equivocaban, solo necesitaba a un Banderas para continuar.
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Cuenta la revista Vanitatis, del diario español El Confidencial, que Almodóvar conoció a Banderas cuando actuaba en una obra de teatro.
“Almodóvar fue al camerino para felicitarlo. –Tenés una cara muy romántica. Deberías hacer cine algún día-, le dijo. El actor ni siquiera sabía quién le estaba hablando hasta que uno de sus compañeros se lo dijo: –Es Pedro Almodóvar, ha dirigido una película que se llama Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón pero no va a hacer ninguna más-, publicó Vanitatis.
Ese pequeño encuentro lo consumó todo. Banderas, en un papel secundario, iba a ser parte de Laberinto de pasiones como Antonio, amante ocasional del protagonista del filme.
La relación fílmica de Almodóvar se iba a extender luego con Matador (1986), La ley del deseo (1987), Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988) y ¡Átame! (1990). Cinco películas que iban a anteceder a la primera separación del dúo dinámico.
Banderas había decido ir a probar suerte a Estados Unidos y, a Almodóvar, al parecer no le gustó nada.
“Hollywood te romperá, perderás tu talento. No digas que no te lo advertí”, le habría dicho Almodóvar a su joven y prometedor talento.
En la revista New Yorker, mucho tiempo después de aquel episodio, Banderas declaró: "Él me había creado. Yo era suyo en cierto modo. Vio mi partida como una traición. Ha necesitado tiempo para perdonarme”.
Brillando en la meca hollywoodense.
Ciertamente Almodóvar lo perdonó, aunque antes de hacerlo mucha agua tuvo que pasar bajo el puente. Luego de Los reyes del mambo y Filadelfia, Hollywood le siguió dando trabajo a Banderas.
Las advertencias de que Hollywood lo iba “a romper”, no se cumplirían. Banderas tuvo una nueva oportunidad con Entrevista con el vampiro (1994) – junto a Brad Pitt y Tom Cruise– y también con La casa de los espíritus (1993), compartiendo el plató con figuras como Jeremy Irons, Meryl Streep, Glenn Close, Winona Ryder y Vanessa Redgrave.
En 1994 también rodó su primer papel protagónico en una película en idioma inglés, De amor y de sombra fue el filme, junto a Jennifer Connelly. La cinta, otra adaptación fílmica de un libro de Isabel Allende, pone a Banderas en los pies de un fotógrafo, quien junto a una reportera, son testigos de los horrores de las dictadura chilena.
Luego vendrían cintas como el thriller Nunca hables con extraños (1995), la comedia romántica Miami Rhapsody (1995), junto a Sarah Jessica Parker y Mia Farrow, la cinta de acción Asesinos (1995), junto a Sylvester Stallone y el drama Two Much (1995), junto a su ex esposa, Melanie Griffith.
Remembering Armand. #TBT
— Antonio Banderas (@antoniobanderas) August 22, 2019
Interview with the Vampire 1994
Cuando fui #Armand. ¿Recordáis “Entrevista con el Vampiro”?
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Por supuesto que tampoco hay que olvidar su papel protagónico en Desperado (1995), de Robert Rodriguez, su papel de Ché Guevara junto a Madonna, en Evita (1996) y finalmente cuando se puso el antifaz del justiciero en La máscara del Zorro (1998).
Sin duda, los anteriores fueron los años mozos de Banderas en Hollywood,porque luego iba a caer en un bache de filmes bastante olvidables: Mini espías I, 2 y 3 (2001-2003), La leyenda del Zorro (2005) y Once Upon a Time in Mexico (2003), fueron algunas de ellas.
Luego hasta terminó doblando voces para producciones animadas como Shrek, donde hizo famosa su interpretación del travieso gato con botas.
Pero en ese tiempo también llegó el nuevo abrazo con Almodóvar y la vuelta a su privilegiado lente. Con el cineasta manchego, en el 2011, Banderas protagonizó La piel que habito (2011), luego Los amantes pasajeros (2013) y finalmente Dolor y Gloria (2019), la cinta que este año lo puso en los reflectores del cine internacional.
“Las ocho películas que he hecho con Almodóvar justifican mi carrera. Si no hubiera hecho otra cosa, estaría satisfecho”; dijo Banderas a la agencia de noticias EFE y tiene toda la razón.
Es que con Dolor y Gloria el actor conquistó a Hollywood desde afuera. Es decir, Banderas tuvo que regresar a España para lograr lo que no hizo en suelo estadounidense, ser postulado a un Óscar de la Academia por interpretar en pantalla grande una versión muy personal de su querido mentor.
Dolor y Gloria, como todos saben, es la historia de un cineasta en su ocaso, que repasa sus miedos y pasiones de una forma magistral. Se trata, como lo ha reconocido el propio Almodóvar, de una interpretación de su álter ego.
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Por eso es que dicen que Dolor y Gloria fue un trueque monumental. Almodóvar le dio a Banderas la confianza de interpretarlo en pantalla grande, y Banderas le devolvió el favor con la actuación más memorable de su carrera.
Va por más.
Es curioso, si alguna vez Hollywood amenazó “con romper” a Banderas –como se lo advirtió Almodóvar–, el mismo director habría sido el pegamento para reparar cualquier fisura. Coincidiendo con Dolor y Gloria y su nominación al Óscar, ahora Banderas parece tomar un segundo aire.
En el 2019, a parte de Dolor y Gloria, Banderas mostró su talento en la película de Netflix, The Laundromat, junto a a figuras como Meryl Streep y Gary Oldman. Además, como villano en el El viaje del doctor Dolittle (2020) el español enfrentó en el plató al gran Robert Downey Jr.
Por si fuera poco, en el 2020 Banderas volverá a la pantalla grande en la película como The Hitman’s Wife’s Bodyguard, compartiendo el plató con Ryan Reynolds, Samuel L. Jackson, Salma Hayek, Tom Hopper y Morgan Freeman.
Y algo más...Banderas estará presente en uno de los estrenos más esperados del año, The New Mutants, aunque aún desconoce cual será su rol en el nuevo filme de superhéroes.
Tal parece, que a sus casi 60 años, tendremos Banderas para rato.
Diez momentos icónicos
-Pestañas postizas (1982)
Con esta película, el actor malagueño hace su debut en el cine español.
-Laberinto de pasiones (1982)
Primera película de Banderas al mando de Pedro Almodóvar.
-Matador (1986)
Consigue su primera nominación al Goya, como actor de reparto.
-Los reyes del mambo (1992)
Primer película del actor español en Hollywood.
-Filadelfia (1993)
Banderas actúa en una cinta que ganó dos Óscar, junto a Tom Hanks.
De amor y de sombra (1994)
Primer protagónico de Banderas en una película en inglés.
La máscara del zorro (1998)
Junto a Anthony Hopkins y Catherine Zeta-Jones es una de sus cintas mejor criticadas.
-Goya de honor (2015)
Recibe el máximo premio de la Academia del cine español a su trayectoria.
-Shrek 2 (2004)
El gato con botas, uno de sus primeros y más celebrados trabajos de doblaje.
-Dolor y Gloria (2019)
Logra su primera nominación al Óscar, como mejor actor principal.