Nunca es fácil ganarse la vida a patadas, porrazos, pescozones, cabezazos, tortazos y andar de bravucón buscando camorra con fulanos de pocas pulgas, que tienen músculos hasta en los párpados.
Si a usted le asustan los gigantes malencarados, que usan licra, son pelones o enmascarados, más le aterrarán los nombres de sus herramientas laborales: palanca al brazo, la quebradora, lazo al cuello, abrazo de oso, martinete o patada voladora.
Para sobrevivir en ese mundo cruel hay que medir –sin pararse de puntillas– por lo menos 1,94 metros y pesar por ahí de 285 libras de huesos y músculos, justo el empaque de Dwayne Johnson, conocido en las lonas de todo el mundo como “La Roca”.
El apelativo, con que ha hecho fama y fortuna en la lucha libre y el cine, es la combinación de los apodos de su abuelo y padre, ambos gladiadores eméritos. Peter Maivia, el abuelo, tenía el mote de “Maivia” y el segundo de “Rocky” Johnson. Sus primeros combates, en 1996, los hizo como Rocky Maivia, pero luego lo abrevió al aplastante “The Rock”.
Hace un par de años rodaron en la Internet el rumor de que Johnson había muerto durante la filmación de una escena de acción en los acantilados Kauri, en Nueva Zelanda. Iracundo como un Titán, La Roca respondió en Twitter: “Me encantaría conocer a la persona que comenzó los rumores de mi muerte, para enseñarle cómo se siente el pie de un muerto en su trasero”. ¡Así por señas!
Johnson desciende de una familia de luchadores, hasta su abuela materna, Lia Maivia, promovió la “Polynesian Pacific Pro Wrestling” y la dirigió durante seis años, de 1982 a 1988.
El hijo de Ata Fitisemanu Maivia y del afrocanadiense Rocky Soulman Johnson nació en California el 2 de mayo de 1972; heredó la corpulencia del padre y los bellos rasgos samoanos de su madre.
Los fuertes vínculos de La Roca con sus antepasados, quedaron plasmados en el 2004 al ser convertido en alto jefe samoano por su alteza Malietoa Tanumanfili II. El actor, conocido por su filantropía, donó $50 mil para causas sociales en ese archipiélago polinesio, donde lo “adoran” como Seiuli Dwayne Johnson.
Dwayne mostró sus dotes atléticos en la secundaria y lideró a los Hurricanes, el equipo de fútbol americano de la Universidad de Miami, hasta conquistar el Campeonato Nacional. Una lesión en el hombro lo hizo replantearse su carrera y cambió a la lucha libre, donde se abrió paso a trompicones y obtuvo siete campeonatos del World Wrestling Entertainment, incluso fue el monarca más joven con apenas 26 años.
Tras pulverizar todas las marcas en ese deporte se retiró en el 2004 para incursionar en el cine, retomando sus breves papeles televisivos en series como Los años maravillosos o Voyager , de la franquicia Star Trek .
Alcanzó notoriedad como presentador en Saturday Night Live , gracias a su buena voz y veta cómica. En el 2000 fue presentador en las Convenciones Nacionales de Republicanos y Demócratas y se lució en el video musical de Wyclef Jean It Doesn’t Matter , que tomó como su leit motiv.
Ese año lanzó su autobiografía The Rock Says que, para variar, alcanzó el primer lugar en la lista de los libros más vendidos, según The New York Times .
Irrumpió en el cine como el Rey Escorpión en El Regreso de la Momia y fue el actor mejor pagado en su debut cinematográfico; cobró $5 millones pero la película partió la taquilla con $400 millones de recaudación. Después llegaron Entrenando a papá o El super agente 86 .
Gladiador del cine
Johnson inició el 2013 arrasando las taquillas a punta de metralla con G.I.Joe: La venganza , que solo en su primera semana de estreno se embuchacó $132 millones. Su papel como Roadblock opacó al de Bruce Willis, el indestructible Duro de matar .
También está en fila la sexta versión de Rápido y furioso , heredera de su homóloga estrenada en 1955. En esta edición Dwayne –en el rol del agente Luke Hobbs–, junto a Vin Diesel y Paul Walker, llevan al espectador a gas pegado y sin freno en autos ultramodernos por los bellos paisajes brasileños, rodeados de mujeres de curvas zigzagueantes.
Durante el rodaje de varias escenas en Londres, unos pillos intentaron robar el equipo de filmación guardado en unas camionetas, pero La Roca los sorprendió y los “carrereó” hasta barrerlos como si aún estuviera en una cancha de fútbol americano.
“Fue algo muy divertido” comentó un miembro del equipo de producción; todos estaban sorprendidos de ver que el actor sabe su oficio en la vida real y bromeaban con la idea de “despedir a los guardias y dejar que La Roca se encargue de la seguridad”. Vestido con su chaqueta del FBI y la placa en la mano, Dwayne puso tras las rejas a cada uno de los maleantes.
Ya el año anterior Johnson había salido de las profundidades en Viaje al centro de la Tierra 2 , inspirada en el libro de aventuras de Julio Verne. La película superó en un 85 por ciento los ingresos generados por la primera entrega.
Tal voracidad fílmica llevó a la revista Forbes a señalar que La Roca es el rey de las franquicias, porque –en el 2012– devolvió a los productores $22.70 por cada dólar que le pagaron.
La Roca es la piedra filosofal del cine, porque transforma el filme más vil en oro; por eso, algunas publicaciones especializadas lo citan con frecuencia para protagonizar marcas del celuloide como: La guerra de las galaxias ; Viaje a laestrellas o Indiana Jones .
Buena vida
Dwayne no solo vive de manazos; también se da sus gustitos. Hace poco vendió su mansión –de más de cinco hectáreas– en Hidden Hills, Los Angeles, por $5 millones. La “casita” tenía detalles como cocina al aire libre, home theater con alfombras, pantalla panorámica y asientos de cuero; piscina olímpica, seis dormitorios, una catarata en el traspatio y hasta una barbería.
Como La Roca no se ganó ese cuerpo en una caja de cereales, debe dedicarle muchas horas de gimnasio y atormentarlo con estrictas dietas, que de vez en cuando combina con atracones de comida chatarra o –como lo llaman los fisicoculturistas– “un día de trampa”, una especie de premio corporal por tanto sacrificio. Además de las hortalizas consume legumbres, batidos, carne, pollo y multivitamínicos.
En una entrevista con Bruno Pinasco, de Cinescape , el actor reconoció que cada película le exige un tipo diferente de entrenamiento, acondicionamiento y dieta. G.I.Joe le llevó 12 semanas de preparación y estima que para su papel de Hércules tendrá que invertir casi tres meses y medio, para lucir el cuerpo como en los carteles promocionales.
Para tener el vientre como una tableta de chocolate realiza dos sesiones diarias de 45 minutos con pesas, movimientos intensos y rápidos. También efectúa tres tandas de cardio por semana; primero corre despacio y después acelera.
A Dwayne le gusta lucir sus tatuajes con diseños tribales maoríes: uno en el brazo izquierdo –que rodea casi todo el hombro–; otro en el pectoral izquierdo y en el omóplato. En el brazo derecho tiene una cabeza de toro con los ojos rojizos, tal vez porque es de signo tauro.
Contrario a la fama de malos alumnos que tienen algunos deportistas universitarios, Johnson estudió gracias a becas y logró graduarse de licenciado en criminología.
La Roca estuvo casado diez años con Dany García, su novia juvenil, con quien procreó a su hija Simone Alexandra. Es proverbial su generosidad y en el 2007 la pareja donó $1 millón a la Universidad de Miami; en agradecimiento las instalaciones deportivas llevan el nombre del actor. Un año antes fundó “The Dwayne Johnson Rock Foundation”, dedicada a niños con enfermedades terminales o de alto riesgo.
Hubo un tiempo en que el público iba al cine a ver la última cinta de Stallone, de Schwarzenegger, de Bruce Willis, de Van Damne…así, solo los apellidos, como los médicos. Ahora, La Roca es la estrella que opacó todas esas leyendas del cine de acción.
Tal vez Dwayne Johnson nunca interpretará las obras de Shakespeare, ni ganará un premio de la Academia, pero en cada estreno su nombre aparece más grande que la película misma.