Carlos Páez (Carlitos), uno de los 16 sobrevivientes del avión que se estrelló en la cordillera de Los Andes, en 1972, y que inspiró la película La sociedad de la nieve, visitará Costa Rica para dar una charla motivacional. La conferencia del uruguayo será en el marco del VLA Tech Fest, una feria de empleo y tecnología.
La feria será el 16 de marzo en La Cartonera, en Lindora. Las entradas son gratis y ya están disponibles en el sitio www.somosvla.com.
Páez viajaba en el vuelo 571 de la Fuerza Aéra Uruguaya, siniestrado el 13 de octubre de 1972. La aeronave llevaba cinco tripulantes y 40 pasajeros, entre ellos 19 miembros del equipo de rugby Old Christians Club. El viaje salió de Montevideo, Uruguay, con rumbo a Santiago, Chile.
El avión, en su paso por la cordillera, chocó contra las montañas nevadas. El golpe provocó que las alas y la cola del avión se despedazaran y que el avión cayera estrepitosamente. Durante el accidente murieron varias personas, otras más fallecieron después, en las heladas montañas. De las 45 que salieron de Montevideo, solo sobrevivieron 16 personas, que fueron rescatados el 22 de diciembre del mismo año.
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Esta historia volvió a la palestra gracias a la película La sociedad de la nieve, de la plataforma Netflix. Este martes 23 de enero se confirmó que la producción recibió dos nominaciones a los premios Óscar: mejor película internacional y mejor maquillaje.
¿Quién es Carlos Páez, uno de los sobrevivientes de Los Andes?
Cuando sucedió la tragedia, Páez tenía apenas 19 años, era uno de los más jóvenes del grupo. En ese momento estudiaba ingeniería técnica agropecuaria.
Años después de su rescate, Páez se dedicó a la publicidad. Actualmente, al igual que varios de sus compañeros, da charlas de motivación, inspirado en su historia de supervivencia.
En la película La sociedad de la nieve, el propio Páez participó como actor en una escena de suma importancia. Él interpretó a su propio padre cuando, al teléfono, leía la lista de sobrevivientes para una estación de radio.
Páez, tal como se ve en una escena de la película, cedió su asiento a uno de sus amigos para que mirara por la ventana. Este hecho fortuito habría significado su salvación.
“Cuando íbamos cruzando la Cordillera de los Andes, yo como todo niño malcriado, venía del lado de la ventanilla del avión y mi compañero de asiento, Rafael, me dice: ‘Carlitos, déjame la ventanilla que quiero sacar fotos para llevarle a mi novia’”, dijo Páez a la revista Ciudad Magazine.
“No sabés lo que me costó darle la ventanilla, porque yo venía mirando la Cordillera, que nunca la había visto en mi vida, pero, arrogantemente, le conteste: ‘Yo ya he hecho muchos viajes’. Entonces, él se sentó feliz a sacar fotos. Ese hecho del destino hizo que yo esté acá, vivo, y él no”, agregó.