Carrie Fisher, actriz conocida por interpretar a la Princesa Leia en la saga de Star Wars sufrió un ataque cardíaco masivo, informó el portal TMZ.com. La actriz sufrió el percance quince minutos antes de aterrizar en Los Ángeles, poco después de mediodía.
Dos horas y media después de la noticia, The Associated Press reportó que su hermano Todd Fisher había dicho que ella se encontraba "fuera de peligro" y "estable". No obstante, cerca de las 6 p. m., él corrigió la información y dijo a Variety que, en realidad, Fisher estaba en cuidados intensivos.
"No hay nada nuevo de los doctores. No hay nada nuevo del todo... No hay ni buenas ni malas noticias", dijo Todd Fisher al medio por teléfono.
Fisher, de 60 años, fue llevada directamente del aeropuerto a un hospital en una ambulancia.
Fuentes anónimas citadas por TMZ informaron que Fisher recibió maniobras de resucitación de parte de pasajeros y que ella salió del aeropuerto inconsciente, en camilla y con una máscara de oxígeno.
La estadounidense de 60 años fue llevada directamente del aeropuerto a un hospital en una ambulancia, reporta TMZ. Fuentes anónimas, citadas por el mismo portal, informaron que Fisher recibió maniobras de resucitación de parte de un pasajero y que ella salió del aeropuerto inconsciente, en camilla y con una máscara de oxígeno.
Según Los Angeles Times, la aerolínea United Airlines confirmó que personal médico se despachó de inmediato para recibir a una pasajera inconsciente. El mismo medio publicó que la actriz se encuentra en "estado crítico".
TMZ publicó un video grabado en las afueras del hospital que muestra a Billie Lourd, única hija de Fisher con el agente Bryan Lourd, en compañía del perro mascota de la actriz, el bulldog Gary.
Carriie Fisher se encontraba en Londres haciendo una gira para promocionar su libro The Princess Diarist, su octavo libro, una antología de los diarios que escribió mientras grababa Star Wars y que fue publicada por la editorial Blue Rider Press el 22 de noviembre.
En estas memorias, Fisher confirmó que sostuvo una relación sentimental con el actor Harrison Ford, quien interpretó el personaje de Han Solo.
Ellos se reencontraron en la pantalla grande para Star Wars: El despertar de La Fuerza (2016), sétimo episodio de la saga galáctica de George Lucas. Esa fue su última aparición en el cine.
Fisher también encarnó a la princesa Leia Organa en las películas que forman la llamada "trilogía original" de Star Wars: Una nueva esperanza (1977), El Imperio contraataca (1980) y El regreso del jedi (1983).
Carrera. Durante los años 80, Fisher lidió con adicción a las drogas y al alcohol, un problema que detalló en varios de sus libros y en entrevistas. Sus adicciones y el encontrar la fama muy rápido en sus veintes, la llevaron a sentir inseguridad sobre sí misma y le dificultaron el trabajo de volver a encontrar un papel estelar.
Además, desde inicios de los años 80, Fisher fue diagnosticada como maniaca depresiva, o que ahora se conoce como trastorno bipolar. “En el momento pensé que decirme 'maniaca depresiva' era una forma más sencilla de decirme drogadicta”, explicó la actriz a Primetime, de ABC, en el 2013.
Recientemente, Fisher ha usado su alto perfil para crear consciencia sobre las enfermedades mentales y la adicción a las drogas.
Por eso, el 18 de abril, la Universidad de Harvard le dio un reconocimiento en humanismo cultural, por su “enérgico activismo y franqueza sobre la adicción, las enfermedades mentales y el agnosticismo”.
Apoyo. Compañeros de reparto de la afamada saga de películas también se pronunciaron por distintas redes sociales para expresar su sentir sobre la salud de Fisher.
Mark Hamill, quien interpreta al aguerrido Luke Skywalker serie, escribió: "como si 2016 no podía ponerse peor. Envío todo mi amor a @carrieffisher", mientras que Gwendoline Christie, la capitana Phasma en el Episodio VII, pero también conocida por su papel en Game of Thrones, dijo que le enviaba "la más poderosa fuerza del universo".