Aunque reconoce que una ley de cine es vital para que la industria audiovisual tica despegue y juegue de mayor poderío en la escena internacional, el actor y productor José Castro no se “arruga” por su inexistencia.
Sueña con ver al país convertido en el destino de filmación más importante a nivel centroamericano y luchará por conseguirlo desde el puesto de comisionado fílmico, en el que fue nombrado recientemente.
Para lograr tal objetivo, Castro está concentrado en la construcción y consolidación de tres pilares: una ventanilla única para procedimientos de producción, incentivos para atraer inversión extranjera y un novedoso catálogo de locaciones.
Castro habló con Viva sobre los detalles de su nueva gestión, la cual comenzó hace apenas un mes y es una dependencia de varias instituciones locales: la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) –donde está afincado–, Cinde, el Ministerio de Cultura, el Instituto Costarricense de Turismo, Comex y el Centro de Cine.
¿En qué consiste este puesto de comisionado fílmico? ¿Qué persigue?
Es como como el brazo de la industria fílmica en la parte de comercio. Es una figura que, hoy en día, existe en casi todos los países, sobre todo los que le apuestan a este tipo de industria.
”Tiene que ver con la exportación de productos audiovisuales realizados en el país, tales como series, películas, documentales, etc. Además se asocia directamente con los esfuerzos que se hacen para atraer inversión extranjera al país, con el objetivo que Costa Ruca sea sede de producciones foráneas como series, películas, comerciales, documentales, cortometrajes y videos educativos”.
Este puesto, ¿desde hace cuánto existe y porqué nunca habíamos escuchado hablar de él?
Ese puesto está por decreto desde hace 10 años, pero nunca se le había dado presupuesto económico. Ha sido el primer año en que, por iniciativa directa de varias instituciones locales, se determinó un fondo para contratar a la persona y se hizo un concurso.
”Para el puesto se necesitaba alguien que tuviera formación en dos carreras. Es decir, que estuviera involucrado con la industria audiovisual, que tuviera niveles de maestría y que hablara varios idiomas”.
Usted asumió el puesto hace como un mes... ¿cuáles han sido sus primeras tareas y qué proyectos se trae entre manos?
Lo primero ha sido ordenar la casa, en el sentido de que antes no existía una organización fílmica, solo estaba en el papel.
”Entonces hemos comenzado a ordenar una serie de procedimientos y protocolos de atención de inversionistas. Me refiero a cuando alguien llama a una embajada de Costa Rica o cuando alguien llama a un oficina de Procomer y dice que está interesado en producir una película, una serie o lo que sea en el país, tenemos que tener protocolos de atención”.
Usted mencionó el desarrollo de una ventanilla única como una solución a los múltiples trámites de estas producciones. ¿Es así?
Sí, actualmente son muchos los trámites que tienen que hacer los productores (locales y extranjeros ) y son muchos los lugares a donde tienen que recurrir. Queremos que eso cambie y que podamos ser más eficientes en ese sentido. Vamos a trabajar con fuerza en el desarrollo de esa ventanilla única, es muy importante.
¿Qué otro elemento, según su criterio, es urgente para comenzar a colocar o afianzar a Costa Rica en el mapa fílmico: incentivos a la inversión, quizá?
Eso es clave: los países más desarrollados en la industria fílmica tienen diversos incentivos . Nosotros estamos atrás en ese sentido y tenemos que trabajar en eso, es uno de nuestros ejes.
”Por ejemplo, recientemente estuvimos por filmar en Costa Rica una película sobre la vida de Chico Mendes. Se iba a filmar en un zona rural, pero otro país ofreció beneficios y la filmación se fue”.
Para usted, ¿qué gana el país trayendo más películas al país?
Así como hacemos grandes esfuerzos para traer inversión extranjera y traer empresas como Intel que generan trabajo, lo mismo tenemos que hacer con la industria fílmica.
”Además, es necesario para que se produzcan más productos audiovisuales y tengamos empleo para los muchísimos estudiantes que se están graduando de las universidades del país. Debemos hacer el esfuerzo”.
Siempre se ha hablado del impacto en el turismo.
Sí, definitivamente hay que considerar del efecto económico que tiene sobre el país entero. Si en nuestro suelo alguien hace una película se expone el país a nivel internacional y esto incrementa el turismo y el consumo interno de las personas que vienen a trabajar en las películas.
¿Qué proyecto se está gestionando en este momento?
El catálogo de locaciones. Es decir, un producto en el que los cineastas del mundo entero puedan conocer los escenarios que tenemos en el país y de qué forma puedan ser utilizados.
”Por ejemplo, me refiero a que el volcán Arenal y sus alrededores pueden servir para ambientar un desierto o una película que se filma en la Luna. Eso hay que mostrarlo”.
¿Asistirá a ferias internacionales para promocionar el país como centro fílmico y mostrar sus bondades?
Claro, ya estamos trabajando en eso. Estaremos en varias ferias.
Para lograr todo lo que se ha planteado, ¿cuál cree que sea el obstáculo más grande? ¿La burocracia? ¿La tramitología?
Definitivamente la inexistencia de una ley de cine. Los países desarrollados en industria fílmica tienen una ley y es básica. En este país debemos seguir trabajando para alcanzarla.
Pero aún sin esa ley usted va con todo a lograr sus metas.
Así es, creo que podemos hacer las cosas por vías alternativas. Hay que trabajar duro.