Una Holanda imparable que maravilló al mundo hace 40 años con su impecable toque de balón aún conserva el sobrenombre que alzó como estandarte: La Naranja Mecánica, título de la película más insigne del legendario Stanley Kubrick.
El cuadro holandés de 1974, con Johan Cruyff como su estrella, hizo gala de una técnica revolucionaria en la que todos los jugadores defendían y todos atacaban, que luego sería conocida como como “futbol total”.
La indumentaria color naranja del cuadro comandado por el entrenador Rinus Michels hacía honor a la Familia Real de los Países Bajos: la Casa de Orange Nassau.
Asombrados por su táctica de control de balón mediante pases precisos, unos comentaristas deportivos bautizaron a la selección holandesa como La Orange, o La Naranja Mecánica para el mundo de habla hispana.
Sin embargo, poco tenía que ver en cuanto a espacio y tiempo con el filme que le dio el alias. Kubrick nació en Nueva York, su película se produjo en Inglaterra y debutó tres años antes de aquel mundial. Además, está basada en la novela homónima del británico Anthony Burgess.
“Los expertos deportivos de la época comparaban la selección de Michels con una locomotora ‘mecánica’ de color naranja, por su desempeño y velocidad al recorrer las vías de Holanda”, reseña el diario mexicano El Universal .
Holanda, que para entonces solo había competido en los mundiales de Italia 1934 y Francia 1938, sorprendió al vencer a la Argentina de Mario Alberto Kempes, Daniel Carnevali y Roberto Perfumo con un marcador de 4-0.
“Tal fue la superioridad que hay quien recuerda aquella tarde como el partido en que solo jugó un portero. Normal: durante toda la primera mitad, Jongbloed (Holanda), el único cancerbero que ha jugado un Mundial con el 8 a la espalda, apareció en la televisión dos veces con el balón en la mano: la primera, en el calentamiento; la segunda, recogiendo la cesión de un compañero”, recuerda el diario ABC .
En ese partido, el único jugador albiceleste que pasó de la media cancha fue Enrique Wolff, hoy presentador de la cadena ESPN.
Luego del partido, Cruyff se acercó para felicitar a Wolff. “Fue la única vez en mi vida que sentí impotencia en un campo. Nos pasaron por encima, literalmente. Ahora lo veo y no me parece tanta la diferencia, pero aquel día me quise morir”, rememora el exfutbolista argentino.
Luego, la escuadra del futbol total sacó un marcador de 2-0 ante Alemania Democrática, y otro igual con Brasil. Sin embargo, perdió la final contra el anfitrión, Alemania Federal.