Esteban Ramírez no paraba de ver su celular el día en que proyectó su nuevo filme Ámbar para la prensa. Escribía mensajes, tiraba llamadas y estiraba su mano para saludar fuertemente a todos sus invitados.
Parecen ser días “de locos” —él mismo lo confirmaría, unos minutos después— ante el cruce de sentimientos que le genera el estreno de su quinto filme, pactado a estrenarse este 25 de agosto.
“Ha sido la bestia más difícil de domar”, dice, en repetidas ocasiones. No es para menos: Ramírez da un giro en su carrera con esta nueva película, en la que se aleja del habitual drama íntimo para explorar el cine de género.
El filme cuenta la historia de Helmut, un detective privado que se enfrenta a sus heridas y sus secretos al querer esclarecer las extrañas circunstancias que rodean el grave accidente de su hija Ámbar, con quien ha sido un padre ausente.
La película cuenta con Freddy Víquez en el rol protagonista. El resto del reparto se completa con Andy Gamboa, Jorge Marrale, Paula Sartor y Alex Costa.
Son escasas las cintas ticas que han navegado por las historias de detectives (El Psicópata y La región perdida son de los pocos títulos referentes a este género) y Ramírez ve en Ámbar la posibilidad de refrescar el espectro de producciones nacionales.
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Con el apoyo financiero del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales de Argentina (INCAA), Ramírez estrena esta coproducción que se ha gestado desde el 2018. Sobre sus emociones e intenciones conversó con Viva.
—Lo primero que llama la atención es el cambio de género con respecto al resto de su filmografía. ¿Por qué decidió a hacerlo?
—Yo siempre he mezclado géneros. Creo que la forma de llegar al público, que creo que es lo más importante cuando uno hace cine, es a través del drama familiar, social y la historia de amor. Creo que este es mi primer trabajo que mezcla esos aspectos con lo policíaco.
”Me atreví a hacer la película por una anécdota que me contaron de una historia noticiosa en Panamá, de una mujer que supuestamente se había suicidado y lo que en verdad pasó es que había gente poderosa que supo que ella conocía cosas que no los dejaban bien parados. Creo que Ambar tiene esa mezcla que da retos, porque tiene que sorprender, tiene que haber pistas... Me gustó salirme de lo que había hecho y probar algo nuevo.
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—¿Cuál es su relación con el género policíaco? ¿Es algo cercano para usted, ya sea con otros filmes o desde la literatura?
—No tanto. Me gusta Mystic River, que me resulta un peliculón, pero no he sido tan fanático. Por eso me pareció un reto mostrar al detective que parece siempre estar bien, pero luego entrar y ver sus defectos y cómo se desmorona. Es como jugar al detective perfecto a lo James Bond y ver cómo aparecen todos sus problemas.
—Para la construcción de Helmut, el protagonista, ¿qué tanto balanceó usted los arquetipos de un detective tipo Sherlock Holmes con las características de un investigador en Costa Rica?
—Yo conozco un detective en Costa Rica, que también tiene un asistente como Helmut y, aunque sabía que no era algo tan común, me resultó como un referente. Los detectives, en general, tienen esta postura de ser indestructibles y la idea era, a través de Helmut, meterse en otras temáticas más interesantes. Lo bueno de este género es la intriga; que haya algo por resolver y eso es lo que más me interesa del género.
”Helmut parece tener todo ordenado, parece que le va muy bien, pero conforme avanza la película nos damos cuenta que no, que tiene mucho escondido y varios temas sin resolver. A partir del accidente se da cuenta que no ha podido ejercer su paternidad y conforme investiga se da cuenta que no es un simple atropello. Es una persona acostumbrada a buscar la verdad, pero este camino le va a remover muchísimo a lo interno. Helmut tiene un arco de desarrollo muy variado y vemos su evolución hacia el bien y hacia el mal.
—Cuando buscamos ejemplos de este género en el cine tico es difícil. ¿Por qué cree que escasean este tipo de producciones en lo local si en las grandes industrias suele resultar rentable?
—Porque es un tipo de cine muy laborioso. Para mí fue todo un reto porque hay que sembrar dudas y misterio y hay que concluir la historia. Como guionista es difícil porque tiene que tener capacidad de asombro y dejar todo entretejido. Yo creo que siempre hay que tratar de intrigar, en cualquier historia, pero en el policíaco requiere de aún más.
“En los policíacos normales, lo importante es solo saber qué pasó. En esta película hay más, porque hay un drama humano del detective y esa combinación de géneros creo que es muy importante para atraer al público.
—¿Siente que este filme solo se pudo hacer con la experiencia y madurez que tiene en este momento de su vida?
—Creo que sí. Esta iba a ser la cuarta película, después de Presos, pero no tuvimos suerte con los fondos. Yo sabía que necesitaba recursos para esta película, así que, al no tenerlos, decidí hacer antes La boda del tigre (su cuarta película).
—¿Qué tan importante es el público para usted?
Para mí el público lo es todo. Yo produzco y escribo para el público. Espero que Ámbar tenga una buena acogida.