Julia Roberts, la mujer bonita, tiene bellezas múltiples. Sus atributos físicos son nada, o casi nada, cuando el espíritu del arte se apodera de ella, la eleva y la deja lucirse con todo su esplendor como actriz.
Ella enamora como una prostituta, como la mejor amiga del novio, como una esposa agredida y más recientemente como una madre preocupada por su hijo adolescente. Lo hace en Regresa a mí (Ben is Back, 2018), el thriller dramático que se ha ganado el favor de la crítica internacional y que hoy miércoles se estrena en los cines ticos.
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De la mano de Lucas Edges, nominado al Óscar por la cinta Manchester by the Sea (2017), Roberts conforma una dupla poderosa que promete una explosión de sensaciones en las butacas.
“Roberts y Hedges entregan por completo su alma y su corazón en este inquebrantable e inolvidable drama sobre la adicción”, proclama el crítico Peter Travers, de Rolling Stone.
Sobre la adicción, adelanta Travers, Regresa a mí va más allá y explora con sensibilidad la relaciones entre madre e hijo con fuerza y profundidad.
Robert es Holly, la madre, y Hedges es Ben, el hijo, y su historia comienza en la mañana de Nochebuena.
“Ben Burns tiene 19 años y regresa inesperadamente para sorprender a su familia en su cálida casa. Es un chico con problemas de adicción y su madre lo sabe”, detalla la sinopsis oficial de la película.
“Holly, sin embargo, está emocionada de ver a su hijo, pero desconfía de su capacidad para mantenerse limpio (de drogas). Por otro lado su hermana y su padrastro, como es lógico, temen que cause estragos en sus vidas como lo ha hecho tantas veces”, agrega el resume.
Es en esa coyuntura en la que, efectivamente, comienzan a generarse una serie de problemas relacionados con Ben. Esa misma noche, tras regresar de un desfile de Navidad, la familia se encuentra con que su casa ha sido saqueada y que el perro desapareció.
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El calvario, para ellos, simplemente ha comenzado.
A partir de ese momento la película narra el intento desesperado por tratar de solucionarlo todo. Madre e hijo, en una aventura de 24 horas, se embarcan en una montaña rusa de revelaciones que causarán gran impacto y que de paso pondrán en riesgo la vida de todos.
Se trata del juego del todo o nada, donde solo el amor filial podría aguantar la horrenda presión.
En carne propia.
Es claro que Regresa a mí es una película sobre cómo el sufrimiento de una persona puede afectar a los demás miembros de una familia. Así se concibe y así se siente, tal como lo pretendió Peter Hedges, director y escritor del largometraje.
No es la primera vez que Hedges -que por cierto es el padre de Lucas Edges– construye en el cine historias de familias sometidas a un elemento adverso o disfuncional. Ya sea con risas, o con lágrimas, en 1993 lo hizo con ¿A quién ama Gilbert Grape? – cuyo relató adaptó de su propia novela–, y también con Retrato de abril (Pieces of April, 2003) y Un niño grande (About Boy, 2002).
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Hedges es experto en meterse en los recovecos filiales con singular acuciosidad y de paso poner a la audiencia a experimentar la angustia de sus integrantes. Sobre todo, cuando sus padecimientos, él mismo los ha experimentado.
“Provengo de una familia que ha sido profundamente sacudida por problemas de adicción, tanto al alcohol como a las drogas”, confiesa Hedges.
“Por eso, tras la pérdida de un ser querido y ver a otro de mis conocidos en tratamiento de desintoxicación, decidí hacer una película”, agregó el cineasta.
En ese sentido, no sabemos por qué motivo Peter seleccionó a su propio hijo para uno de los papeles estelares, mas sí admitió que escribió el papel de Ben “pensando en él”.
Voces protagónicas.
No solo Peter quería que su hijo protagonizara Regresa a mí.
Un día, Lucas Edges se enteró de que la propia Roberts lo quería para el papel y desde entonces no pudo con la emoción.
“Cuando me enteré de que Julia Roberts quería que yo interpretara a Ben no lo podía creer. ¡Era una locura!. Julia es como un ser mitológico. El hecho de que quisiera actuar conmigo era un halago enorme para mí. Luego leí el guión y me deslumbró”, expresó el actor.
Y así se inició la aventura. Lucas comenzó a estudiar el comportamiento de adictos a las drogas, mientras con ansias esperaba el encuentro final con la diva Roberts.
Al final todo fue perfecto. Ambos actores se entendieron de maravilla y comenzaron a pulir la relación materna que los llevaría a brillar en pantalla.
Roberts, como Holly, hará lo imposible para ayudar a su hijo en un ambiente que les es tan desconocido, como adverso.
“Se pueden contar miles de historias sobre cada familia. Pero el concepto que intentamos transmitir con esta película es que nunca hay que dejar de luchar por el otro”, expresó Roberts, quien en el 2000 ganó un Óscar por su papel en Erin Brockovich.
Además, con la cinta, Roberts vio una oportunidad de traer el tema de las adicciones a la mesa de discusión, pues siente que la sociedad norteamericana está tan acostumbrada al tema que se ha insensibilizado.
"Es genial formar parte de algo que la vuelve a introducir en la charla diaria y en nuestras mentes de una manera diferente a la información estadística, muy sosa, que lees en el periódico”, dijo Roberts en las notas de producción del filme.
Regresa a mí se exhibe desde este jueves en todos los cines del país. Si usted quiere verla, recuerde que el filme es para mayores de 12 años.