En la literatura, el nombre del británico H.G. Wells (1866-1946) está del todo emparentado con la acción del llamado género fantástico con sátira social. La guerra de los mundos sea tal vez su obra más conocida, pero casi todas sus novelas han sido llevadas al cine.
Por eso, no es extraño encontrarnos con una versión más de su novela El hombre invisible (escrita en 1897). Eso sí, a más versiones en cine, más se alejan estas del texto original del escritor británico. De nuevo sucede con la película que nos llega ahora dirigida por el realizador australiano Leigh Whannell.
En muchas ocasiones, algunos filmes solo han mantenido el título de la novela de H.G. Wells. Es lo que sucede con El hombre invisible (2020) que ahora les comento. Ciertamente, el filme mantiene contenido político, como le gustaba a Wells hacerlo con sus novelas, por lo que él mismo se definía como socialista.
El filme que ahora vemos se adentra con solidez en el tema de la agresión a las mujeres. Lo notamos desde la primera secuencia, cuando una mujer ha tenido que sedar a su esposo para escaparse de la casa durante la noche. Ella se llama Cecilia y no soporta más el carácter agresivo, salvaje, machista y hasta sádico de Adrián, su compañero.
El tal Adrián es un científico reconocido que trabaja con tecnología óptica y está a punto de conseguir un gran descubrimiento: ser invisible, lo que utilizará para perseguir con revanchismo criminal a Cecilia y a quienes la rodean.
Aquí es cuando el filme no solo se queda con tono de ciencia ficción, sino que se sumerge con tirantez (a lo Alfred Hitchcock) dentro del suspenso. Se trata del suspenso dramático, uno de los más difíciles de lograr en pantalla. Lo cierto es que por aquí va el mérito de esta renovada versión de El hombre invisible.
El filme es directo con la historia de un hombre enajenado, quien, dentro de su nueva e irreversible condición de sujeto invisible, está cada más cerca de la locura total (efecto secundario).
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En esta película no hay sitio para las ironías: su director maneja muy bien su acercamiento al terror y su propuesta sobre el miedo humano, sobre todo el de la mujer agredida por el hombre. A esto contribuye la buena actuación de Elizabeth Moss, como Cecilia, y no así el resto del elenco. Es su debilidad dramática.
El tono pausado, el ritmo inquietante, el buen manejo de cámaras para que “veamos” al hombre invisible, su banda sonora para reforzar ese concepto y la atmósfera bien lograda del miedo o la aprensión, nos colocan ante un filme que sorprende como ciencia-ficción para evidenciar la dominación masculina sobre la mujer.
La resiliencia femenina es otro tema que surge en un tema dado. Es para darnos un buen punto giro del filme: muy bien calculado. Con esas virtudes, me permito recomendarles este filme antes de que lo saquen de cartelera.
EL HOMBRE INVISIBLE
Título original: The Invisible Man
Estados Unidos, 2020
Género: Fantástico
Director: Leigh Whannell.
Elenco: Elisabeth Moss, Aldis Hodge, Storm Reid
Duración: 124 minutos
Cines: Nova, Cinépolis, Cinemark, San Pedro, CCM, Sutdio
Calificación: Cuatro estrellas de cinco posibles