Se enamoró, sí, el genial director John Ford se enamoró de la actriz Katharine Hepburn durante la filmación de la película “María Estuardo” (1936). Se nota por los planos del rostro de la actriz, al que Ford le dedicó su sabiduría cinéfila.
Sirva esa situación para pensar que ahora en la película inglesa Las dos reinas (2018), de la directora británica Josie Rourke, hay tan escasa magia en los personajes, que es difícil comparar con la situación vivida por John Ford y Katharine Hepburn.
Con Las dos reinas tenemos un diseño abúlico o apático de sus personajes femeninos, quienes dieron luz a un trozo importante de la lucha por el poder monárquico entre Escocia e Inglaterra, tanto que la película pierde fuerza y se salva, ante todo, por su brillante dirección de arte y otros elementos de la gramática del cine.
En el aspecto conceptual (juego de ideas), con Las dos reinas se cumple algo escrito por ahí por el crítico de cine Santiago García: “Hay personajes históricos sobre los cuales el cine vuelve una y otra vez. Mary Stuart (María Estuardo) y Elizabeth I (Isabel I) son dos de esas figuras. Cada película tiene sus peculiaridades y su estilo, pero todas, tarde o temprano, hablan de la lucha por el poder y los mecanismos detrás de las grandes figuras de la historia”.
Eso sí lo logra plasmar bien con su película la directora Josie Rourke, sin ser tampoco hartamente novedosa: se le nota su afán de traer las luchas por el poder político hacia un presente histórico, donde lo hogaño sigue siendo semejante a lo antaño: esto ha de venir desde el guion escrito por Beau Willimon.
Como los hechos históricos son conocidos, la directora no vacila en mostrar su filme desde el principio con la imagen del final (la mejor conseguida) y, desde ahí, de manera retrospectiva, mostrar los sucios juegos políticos con dos mujeres reinas como víctimas de una sociedad patriarcal, a la que le estorbaban dichas mujeres.
María Estuardo (Saoirse Ronan) vuelve a su Escocia natal. Viene de Francia luego de enviudar y de abdicar a la corona. Vuelve y exige el trono inglés como reina escocesa. La reina de Inglaterra es Isabel I (Margot Robbie), quien se niega, pero lo cierto es que detrás de ambas hay un laberinto de hombres muy interesados ellos por el poder y lo que este significa.
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Son hombres carroñeros, que actúan como manada bestial o con la sutileza de la demagogia, no importa, es lo que el filme quiere mostrar, aunque no lo hace con suficiente fuerza, aminorado como viene por el diseño débil de sus personajes femeninos y por las actuaciones poco sustanciosas de las actrices del caso, sobre todo de parte de Saoirse Ronan.
Puede uno afirmar que el feminismo de Las dos reinas más bien afecta su desarrollo lógico (en términos narrativos) por su subrayado, o sea, por remachar lo evidente; aunque, muchas veces, lo que abunda no daña (más por los tiempos que corren).
Sin ser excepcional, Las dos reinas es película que vale la pena ver, sobre todo por cuantía histórica o por sus resultados formales, los que antes he señalado (destaquen el vestuario). A la larga, luego quieran ver el filme María Estuardo, de John Ford.
Las dos reinas
Título original: Mary Queen of Scots
Reino Unido, 2018
Género: Biopic
Director: Josie Rourke
Elenco: Saoirse Ronan, Margot Robbie
Duración: 124 minutos
Cines: Magaly
Calificación: Tres estrellas ( * * * ) de cinco posibles