Los amantes del drama en el cine han de estar de aplausos, porque de Bélgica nos llega un filme que cumple muy bien con las mejores líneas del drama, capaz de inquietar sin la melindrosa intromisión del melodrama fácil.
Se trata del filme El círculo de amor se rompe (2012), dirigido con eficacia por Felix van Groeningen (de la región flamenca), película que maneja, dentro de su trama, distintos y valiosos conceptos, que pueden ir desde la validez o no de tatuarse el cuerpo hasta las más inquietantes preguntas sobre la naturaleza humana.
El espectro conceptual de la película es amplio y valioso, a partir de un guion que sabe desdoblarse de diferentes maneras con una trama (en apariencia) sencilla: la pareja feliz y enamorada que debe enfrentar la enfermedad y muerte de su única hija, esta con apenas seis años.
El argumento transita por dos etapas: el antes y el después de la muerte de la niña. Sin embargo, el arte de narrar no es lineal.
El filme traza su historia como si fuese algún rompecabezas que el espectador debe ir armando y hacerlo con distintas emociones, las que la película sabe desatar y mantener a lo largo del relato.
Pese al carácter fragmentario de lo narrado, hay un trabajo muy limpio en la continuidad de los acontecimientos: las partes saben cohesionarse muy bien como un solo cuerpo. Es evidente el buen trabajo de montaje, no solo de secuencias, sino incluso de planos testimoniales que mantienen vivo el carácter unitario del filme.
Así, se nos ofrece una entrega emocional de la película, lícita ante el espectador, donde destaca la sabiduría como director de Felix van Groeningen, capaz de calar distintos sentimientos en el mundo narrado.
Hasta la música logra ser sustancia de la trama, de los sentimientos de los personajes o de las pasiones sugeridas por la escena. El papel de las distintas canciones es importante a lo largo del filme: ellas se imbrican.
Las actuaciones son de altura y sorprende el trabajo de la niña Nell Cattrysse durante el tiempo de pantalla que se le concede. El compartir escénico de Veerle Baetens (como la madre) con Johan Heldenbergh (como el padre) es portentoso: actuaciones muy bien integradas.
Igual se debe alabar el trabajo de fotografía, sustancial para darnos el sentido de época y determinada emoción sentimental. ¿Será a partir de esta virtud que el filme se extiende de manera poco necesaria en determinadas secuencias? Es su talón débil. Ello afecta también el ritmo o compás de la narración y hasta la trascendencia de los conceptos y de los diálogos.
Cierto: El círculo de amor se rompe logra hacer surgir la sorpresa desde lo que, de otra manera, sería previsible. Mérito. La alegría se extrae del dolor y al revés. No hay duda, este filme privilegia la búsqueda de la autenticidad sobre la construcción efectista de los acaecimientos.
El círculo de amor se rompe es película que no se debe pasar por alto , menos cuando asume un definido compromiso, sea político, religioso, sexual o ético. Sin regodeos morbosos ni falsos masoquismos, esta película sabe discernir sobre el dolor y el amor, y es filme para recomendar sin temor alguno .
EL CÍRCULO DE AMOR SE ROMPE
País: Bélgica,
GÉNERO: Drama
DIRECCIÓN: Felix van Groeningen
ELENCO: Veerle Baetens, Johan Heldenbergh, Nell Cattrysse.
DURACIÓN: 112 minutos
CINES: Cinépolis Terramall, Novacinemas, Magaly.