Interesante la propuesta del realizador hondureño Juan Carlos Fanconi con su segunda película. El Xendra (2012), que ahora llega a las pantallas del país, excepto a las de CCM, lo que no entiendo. La primera cinta de Fanconi es Almas de la medianoche (2001), que no he visto, de antropología indígena.
Con El Xendra , Fanconi, también guionista, se mete de lleno con el tema de las puertas dimensionales, tema que le da sustento a la ufología y a su prédica de que la humanidad actual fue antecedida, en distintos momentos y en diferentes lugares, por culturas extraterrestres.
De esta manera, este filme hondureño le entra al asunto de lo paranormal, o sea, aquello que aún no explica la ciencia, en relación con presencias alienígenas y sus proyectos, desde el subtema –en cada pliegue del filme– de la tradición maya del fin del mundo en diciembre del 2012.
De esa manera, los indicios de hechos paranormales van a ser buscados y explicados por cuatro científicos centroamericanos en la Mosquitia, Honduras. Uno de ellos recibe un mensaje de manera particular (los demás no lo oyen), y esto los lleva a buscar una ciudad extraterrestre que llamarán Ciudad Blanca.
No es una ciudad cualquiera, lo que ahí se forja es esencialmente importante, pero eso es mejor descubrirlo en la sala de cine. La decisión de hacer un equipo centroamericano de científicos ha sido una buena gambeta de la producción de la película, que nos ha permitido un interesante elenco de distintos países.
En general, el trabajo de dicho elenco es bueno, o sea, hay una puntual dirección de actores. Aquí tenemos a Juan Pablo Olyslager (de Guatemala), Boris Barraza (de El
Salvador), Rocío Carranza y Fabián Sales (de Costa Rica). Acepto –gustoso– que, en cuanto a Rocío Carranza, es la mejor actuación que le he visto en cine.
En cuanto a Fabián Sales, este en realidad es uruguayo, pero tiene su quehacer en el teatro costarricense desde hace buen tiempo y, en actuación, nunca lo había visto tan convincente como en esta película: se le siente absolutamente natural frente a las cámaras con un personaje que él bien muestra con dos facetas distintas.
El director Juan Carlos Fanconi se muestra igual de bien con el uso de la cámara, diestro con las panorámicas y también expresivo con los planos cerrados, bien ejercitado en el diseño de la planificación. La corrección formal es más que evidente. El problema del filme es al narrar la historia.
El exceso de diálogos y los diálogos innecesariamente alargados cortan un ritmo que debió ser más ágil, sobre todo ante la ausencia de subtramas propiamente dichas. Por su bien, el guion recurre a retrospecciones narrativas que rompen la linealidad de la trama y sus tiempos muertos (donde no ocurre casi nada).
Dejo aquí mi recomendación para El Xendra , buen ejercicio por hacer cine con el corazón, con sensibilidad, con talento formal y con un carácter muy nuestro de la fantaciencia o cientificción, para hablar de las puertas del tiempo y del espacio.