En lo visual, Rápidos y furiosos 8 ( The Fate of the Furious , 2017) es lo que esperan sus seguidores. En eseaspecto, el filme no se guarda abejón en el buche, excepto por algunas secuenciascopiadas sin pena alguna de esa excelente película que es Mad Max: Furia en la carretera (2015), de George Miller.
Con su trama, sí hay variables desde la presencia de su personaje coprotagónico, en estecaso una mujer más mala que mordisco de tiburón. Es una villana diseñada con la piel de todos los demonios: Cypher (pésima actuación de Charlize Theron).
También tiene algunas secuencias divertidas, algunas por incoherentes y otras porque en verdad se comportan con buen humor y ayudan a jinetear la burra. Lo demás, de una u otra manera, ya se ha visto en los anteriores “rápidos y furiosos” y, júrenlo, lo veremos en los próximos.
La trama narra el regreso de Dom Toretto a las sombras de la maldad; sin embargo, ese asunto se presenta con tan poca convicción que más parece inocente mentira infantil (agreguen la deplorable actuación de Vin Diesel).
Así, nuestros “rápidos y furiosos” se ven obligados a salvar al mundo de su apocalipsis, aún contra Toretto (aunque esto se soluciona sobra la marcha). En ese flete, igual se repiten los ronquidos de motores de autos (que, en lo personal, más bien me producen sueño), las carreras bien filmadas (con sus exageraciones a cuestas) y las muchachitas con ropitas muy escasas de telas.
La fotografía se presta bien al paisajismo de ciudad (La Habana y Berlín, por ejemplo), la música es tan cajonera como despistada, el montaje se muestra con cuidado y las actuaciones parecen de aficionados colegiales. La dirección de Gary Gray es artesanal, lejos de lo que había hecho, por ejemplo, en La estafa maestra (2003).
Podemos salvar la presencia “ouauuuu” de la gran actriz Helen Mirren, de aplaudirla, y podemos gustar el desenfado de los pleitos entre Dwayne Johnson y Jason Statham, cuyos personajes se ven aquí obligados a trabajar juntos.
Dentro de esa especie de altibajos que hemos señalado sin orden alguno, de manera rápida, pero no furiosa, lo que queda es una película que, según la conocida frase del crítico argentino Rodrigo Seijas, lo que hace es devorarse a sí misma.
Lo malo de un filme de acción como Rápidos y furiosos 8 es su pérdida de dinamismo dramático, sus puntos de giro tan previsibles y la ausencia de un buen clímax en términos narrativos. De las incoherencias del relato, ¿qué se puede decir?: es como si ello fuese parte de la tradición de esta franquicia.
El público aplaude en ciertas secuencias, al estilo de los fanáticos de un equipo de futbol mediocre: sucede más por adhesión personal que por expresión crítica. Por si acaso alguien quiere ver una buena película de acción policial y con una muy sentida persecución de autos, recomiendo el filme Bullit (1968), de Peter Yates. Lo digo por si alguien quiere mejorar su gusto cinematográfico.
TÍTULO ORIGINAL: THE FATE AND THE FORIOUS
EE.UU.2015
GÉNERO:ACCIÓN
DIRECCIÓN:F. Gary Gray.
ELENCO:Vin Diesel, Dwayne Johnson, Jason Statham, Charlize Theron.
DURACIÓN:136 Minutos
CINES:CCM, CINEMARK, CITICINEMAS, NOVA, CINÉPOLIS.
CALIFICACIÓN: DOS ESTRELLAS de cinco posibles