Va de nuevo. No es déjà vu ni el plagio de una noticia vieja. Este jueves, en los cines ticos, estaríamos viendo al histórico Day-Lewis Lewis en su última aparición en la pantalla grande.
El hilo fantasma (Phantom Thread, 2017), de Paul Thomas Anderson, es la cinta que pone al oscarizado Day- Lewis, de 60 años, en la línea fronteriza de su retiro. Se trata de una puerta que ya tocó varias veces y que, misteriosamente, él mismo le pasó picaporte para no verla abrirse del todo.
Decir “adiós al plató” ya parece chiste en la boca del actor, pero solo por si las dudas tocará sacar el rato e irlo a ver transformado en un modisto inglés, sorprendido por un amor que lo pone en jaque en el Londres de 1950. Se trata de un papel que le depara su sexta nominación a la estatuilla dorada y, aunque no es el favorito para alzarse con el premio, las críticas respaldan una vez más su trabajo.
“Day-Lewis no podría haber hecho una actuación más idónea para retirarse”, expresó Telegraph sobre su trabajo en la cinta, que también está postulada como mejor película del año.
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¿Actuación ideal para retirarse? Nunca antes, a pesar del interminable y repetitivo adiós de Lewis, los medios han considerado tan segura la jubilación del actor. Quizá a los periodistas y críticos, se les ha vuelto inevitable no tomarse en serio la forma en que Day-Lewis experimentó su paso por El hilo fantasma. Dice el intérprete que no quiere ver la película pues lo ha dejado ahogado de “tristeza”.
“Esa tristeza se ha instalado en mí, simplemente está aquí dentro. Que no quiera ver la película está conectado con la decisión que he tomado de dejar de trabajar como actor. Pero no sé por qué la tristeza vino para quedarse. Eso ocurrió mientras contábamos la historia, y de verdad que no sé por qué”, dijo Day- Lewis a la revista W Magazine.
“Me he pasado toda la vida hablando sin parar de que debería dejar de actuar, y no sé por qué esta vez era diferente. Pero el impulso de abandonar ha echado raíces dentro de mí, se ha convertido en algo compulsivo”, sentenció.
¿Qué le habrá generado tanta melancolía a Day-Lewis? ¿Será la trama de la película la causante de tan demoledor sentimiento? Vea la película y juzgue usted si existe alguna conexión.
El hilo fantasma narra la vida de Reynolds Woodcock (Day-Lewis), quien junto a su hermana Cyril (Lesley Manville) se posan en la cumbre de la elitista moda británica.
“Entre ambos visten a la realeza, a estrellas de cine y a toda mujer elegante de la época”, detalla la sinopsis de la película.
Todo es sobriedad en la vida de la familia Woodcock –sobre todo porque Reynolds–, además de talentoso– tiende a ser quisquilloso, absorto en sí mismo y difícil de tratar.
Sin embargo, una advenediza mujer cambia todo el panorama. Reynolds se topa con Alma (Vicky Krieps), una joven que pronto se convertirá en su musa y su amante.
“Y su vida, hasta entonces cuidadosamente controlada y planificada, se ve alterada por la irrupción del amor”, agrega el argumento.
Aquí viene el dilema de Reynolds ¿Se dejará llevar por el amor o se resistirá del todo para no perder su status en la sociedad londinense?
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“En la película me interesé en explorar qué tipo de hombre podría vivir dentro de tan rígida estructura. Un personaje que requiere ese nivel de control está listo para ser desmantelado. ¿Qué sucede cuando un hombre así se debilita por primera vez o descubre que necesita a alguien?”, expresó Thomas Anderson, quien ya había trabajado con Day-Lewis en la película There Will Be Blood (Petróleo sangriento).
El drama There Will Be Blood, del 2007, fue el mismo con el que Day-Lewis obtuvo uno de los tres Óscar que posee. Logró otro con Lincoln (2012) y Mi pie izquierdo (1989). No existe ningún otro actor que haya logrado esta suma de estatuillas.
“El mejor actor del mundo”, como se le ha denominado en múltiples ocasiones, es un camaleón que desde los años 90 se acostumbró a elegir con sumo cuidado sus papeles. Se hizo famoso por su entrega física y mental cuando asumía un rol: engordar o adelgazar para algunos roles o aprender idiomas desconocidos en pocos meses.
Pero antes de volverse tan selecto ya era una figura que pintaba diferente. Debutó en un rol secundario de la controversial película a Sunday Bloody Sunday (1971) comenzó a coderse con grandes figuras como Mel Gibson y Anthony Hopkins en The Bounty (1984) y, en 1989, asume como protagonista para ganar el Óscar con Mi pie izquierdo, donde hizo el papel de un poeta con parálisis cerebral.
Ya en la cumbre logra nominación al Óscar por En el nombre del padre (1993), volvió a ser candidato por Gangs of New York (2002) –a la par de Leonardo DiCaprio– y le dio abolengo absoluto a producciones como Nine (2009), de Rob Marshall.
Por si ese currículum fuera poco para probar su valía, sobra decir que Anderson quedó fascinado con su trabajo en There Will Be Blood, además de que se le hacía similar físicamente al modista español Cristóbal Balenciaga (1895-1972), en quien se inspiró para hacer El hilo fantasma.
“Rasgos apuestos y angulares”, esos los tenía Day-Lewis, pensó Anderson, así como una misteriosa y frágil mirada.
Detonante.
En El hilo fantasma solo habrá una mujer capaz de poner en raya a Reynolds y encausar su idilio. Es su hermana Cyril, quien será cercana vigilante del romance.
¿Y Alma quién es? ¿De dónde viene la atractiva intrusa?
“Alma es una campesina inmigrante que toma el control y llega a dominar la Casa de Woodcock, donde labora el modista”, expresó JoAnne Sellar, productora del filme.
En ese sentido será inevitable que las conflictos lleguen. Cyril y Alma se aliarán primero en una meta común, pero será cuestión de tiempo para que el hilo se rompa y simplemente dominen las pasiones.
“Del tráiler se deduce que profundiza en el miedo a soledad, en el amor posesivo, en la incapacidad de querer”, destacó la revista Esquire, muy en sintonía con todo lo que Day-Lewis dijo experimentar en el que sería su último plató.
Melancolía.
Si al final de su carrera Day-Lewis se declara triste imagínese sus fans.
A un grande se le llora y no es para menos.
Si nada cambia y Day-Lewis se va definitivamente del cine, la pantalla grande estaría perdiendo a uno de sus grandes bastiones. Desde 1971, cuando debutó en Sunday Bloody Sunday, Day-Lewis regaló a la cinematografía una aluvión de grandes momentos, emociones fulminante e interpretaciones perfectas.
Una estatuilla dorada, el domingo 4 de marzo, sería la cereza en el pastel para el gran Day-Lewis. Suena difícil, pero si el universo y los votos no conspiran en su favor, un sonoro aplauso de sus colegas seguro que aliviaría su alma ‘entristecida’.
¿Y animarlo a continuar? Quizá, con Day-Lewis todo retiro se toma con pinzas.
Si desea ver El hilo fantasma recuerde que es una largoemtraje apto para todo público, aunque tome en cuenta que los niños menores de 12 años deben ir acompañados de un adulto. Vea la cinta en los cines Magaly, Novacinemas, Cinemark y Cinépolis.
Las veces que se oyó el adiós de Daniel
Cuando Daniel-Day Lewis aceptó participar en Gangs of New York (2003), Leonardo DiCaprio tuvo que convencerlo personalmente de protagonizar la cinta, ya que llevaba cinco años sin aceptar papeles. Desde ese entonces se rumoraba ya un retiro, pero la fuerza y seriedad con que el actor asumió el proyecto borró toda duda. En el 2013, el Sunday Times de Londres ya había reportado que Day-Lewis no planeaba actuar después de los 60 años, y que se retiraría a su granja familiar en Co Wicklow, al sur de Dublín, Irlanda. Ese mismo año llegó Lincoln, precisamente luego de que Day-Lewis había expresado: “En este momento me siento muy cansado y no quiero ni puedo pensar en quién me gustaría protagonizar en mi próxima película. Por ahora quiero descansar unos dos años y después decidiré”. Tras cuatro años, aceptó trabajar en El hilo invisible y ahora sí, el retiro parece definitivo.
Filmes con los que Day-Lewis conquistó el Óscar:
Mi pie izquierdo (1989): como Christy Brown, un artista con parálisis cerebral.
There Will Be Blood (2007): como Daniel Plainview, un empresario pretolero enloquecido.
Lincoln (2012): como el presidente estadounidense Abraham Lincoln.