¿El cierre definitivo de algunas salas de cine? ¿La salida de cadenas internacionales del país? ¿Despidos masivos?
Aunque Ramón Yglesias, director de la Cámara de Distribuidores y Exhibidores Cinematográficos de Costa Rica (CADEC) no quiso especificar a que los podría llevar la pandemia por la covid-19 y los cierres constantes de las salas de cine, su frase “nos horroriza lo que pueda pasar” abre un gran abanico de conjeturas.
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Añade Yglesias que los cines están aguantando la situación hasta donde se pueda, pero es claro en afirmar: “algunos podrán aguantar más que otros”.
Por eso Yglesias, buscando una pronta solución a la problemática, clama al gobierno por un canal directo para conversar sobre el tema. Considera que los cierres de las salas no son justificados y aboga por espacios para expresar sus puntos de vista y llegar a acuerdos.
“Dos veces le hemos solicitado al gobierno que nos sentemos a la mesa. Pero no ha sido posible. Creo que si lo hacemos podemos llegar a acuerdos y que todo resulte mejor para todos. Por favor hagámoslo”, explicó Yglesias.
En una entrevista con La Nación, Yglesias quiso ahondar en sus posiciones. Entre sus alegatos recuerda que el sector cine produce $6 millones mensuales en pagos y que unas 2.000 familias dependen del negocio.
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¿Por qué considera que cerrar las salas de cine son decisiones injustificadas?
Porque se ha comprobado que los contagios no provienen de las salas de cine, ni tampoco de restaurantes. Esto es muy injusto. Vienen de casas, clínicas, pero no de los cines.
”En un estudio japonés, por ejemplo, se determinó que en ninguno de los rastreos que se hicieron en ese país el contagio vino ni del metro ni del tranvía. Eso sucedió porque en la gente en el tranvía no conversa, porque la gente va sentada en una misma dirección- viendo hacia adelante- y que, con el uso de la mascarilla se redujo notablemente el contagio”.
Entonces, usted considera que en el cine es igual.
Claro. Usted va y se queda sentado. Quizá lo único que usted tiene es una pequeña conversación con la persona que lo acompaña. Pero normalmente usted va en silencio y si va con careta, todavía mejor. Pero si además de eso estamos aplicando los protocolos que se aprobaron, hay mucha seguridad para ir al cine.
¿Qué tan difícil ha sido para la industria del cine estos cierres preventivos?
No solo ha sido difícil, ha sido costoso. Imagínese lo que es comenzar a negociar los protocolos, luego planearlos y posteriormente aplicarlos, para que después nos cierren.
¿De cuánto ha sido esa afectación?
No tengo esos números a mano, pero claro que hubo afectación. Por ejemplo, Cinépolis decidió abrir en todas sus sedes y solo lo pudo hacer por una semana. Al final, el perjuicio fue mayor para la empresa.
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En un comunicado de prensa, enviado en abril, CADEC estimaba pérdidas de más de ¢3.000 millones en pagos y la afectación laboral de 2.000 familias. ¿Cómo se encuentra la situación en este momento?
Solo figúrese eso. La industria del cine genera pagos de más de ¢3.000 millones mensuales y esos pagos no se han ejecutado. Es decir, es una parte de la economía que no está ayudando al país.
”Yo no tengo el dato exacto de las pérdidas, pero hay que entender que son $6 millones en pagos, los cuales van al que vende los confites, las palomitas, los refrescos y dan servicio de limpieza. Es una industria que genera no solo entretenimiento, sino que aporta a la economía”.
Pero de ese comunicado ya han pasado casi tres meses. En estos momentos cómo se encuentra la situación con los empleados, por ejemplo.
Las salas de cine han procurado no causar mayor daño a la población, por eso algunas compañías han tomado la decisión de despedir, pero otras han preferido solo reducir jornadas, para permitirle a la gente un ingreso razonable de forma temporal. Pero el gasto es muchísimo.
¿Cuánto porcentaje de esos ₡3.000 millones en pagos se están ejecutando ahora?
No tengo el dato concreto, pero sí es muchísimo menos. Lo que se está pagando es lo mínimo. No se están pagando las cuotas a la Cámara, posiblemente no se están pagando el alquileres en los centros comerciales y los salarios en su mayoría tiene una jornada reducida.
”Es obvio, el cine no puede seguir pagando esos conceptos sin percibir ingresos”.
¿Cuánto tiempo más pueden permanecer los cines cerrados y qué puede pasar si la situación continúa así?
Pensar en eso nos horroriza. Nosotros teníamos la proyección y las esperanzas puestas en que las cosas podían resultar más cortas.
”Por ejemplo, se tenía pensado abrir en julio, pero con todo esto que ha pasado atrasó todo. Ahora esperamos abrir a mediados de agosto”.
Pero algunas proyecciones apuntan a que los efectos de la pandemia se incrementarían en agosto y meses posteriores.
La hemos escuchado, sí. Pero ese es el detalle. Nosotros hemos valorado que el cierre de operaciones en San José fue prematuro, pudimos haber seguido operando. En el resto del mundo los cines están abriendo ya, como en Europa y Estados Unidos.
”Nosotros ya no podemos esperar 3 o 4 meses más”.
Pero supongamos que en agosto no suceda la reapertura. ¿Qué impactos cree usted que pueda tener la industria? ¿Cuál es el escenario más catastrófico?
Que difícil. Es difícil pensar hasta dónde podemos llegar. Pero en cada momento se experimentará algo distinto. En este momento sí le puedo decir que estamos en una situación crítica.
”Llevamos cinco meses cerrados, con la desventaja adicional de las reaperturas en falso”.
Usted utilizó antes la frase ‘me horroriza', a qué se refería.
A la situación en que puede quedar la industria. Si la cosa se mantiene así se tendrán que despedir a los empleados y no sé si cerrarán las empresas, eso no lo sé.
Pero es una posibilidad que suceda.
Diay sí. Lo que uno piensa es que va a hacer un Centro Comercial sin un cine. Es un negocio que lo tiene a uno como atado. No se cuánto más se puede aguantar.
”Lo que estamos haciendo es aguantar todo lo que se pueda, pero habrán unos que puedan aguantar más que otros”.
Supongo que la situación regional de los cines también afecta.
También, claro. Es que la pandemia afecta a toda la región. Lo que quiere decir que otros cines en el extranjero no pueden subvencionar los cines aquí.
”Tengo más información adicional, pero en este momento no nos interesa enfocarnos en eso”.
Entonces en qué se enfocan.
Clamar al gobierno para que se siente a hablar con el sector privado. Hemos enviado dos cartas haciendo la petición, pero no se ha dado.
”Eso es un error, porque este problema nos involucra a todos. No deben ser decisiones que el gobierno toma y ya, sino que podemos conversar incluso para mejorar la propuesta. Creo que poniéndonos de acuerdo se puede causar menos daño. En esos nos enfocamos, en tratar de ser parte de la conversación”.