El mundo del cine es ancho y ajeno, sobre todo en un país donde la diversidad fílmica no es consigna y no hay muchas salas para refugiarse de la inundación de blockbusters .
Pero el público tico siempre ha querido más y poco a poco se ha ido educando para apreciar mejor la variadísima paleta de estilos del cine independiente mundial. Pacífica Grey supo atenderlo. Con el estreno de Paterson , la distribuidora costarricense de cine independiente –única en su estilo en la región– celebra cinco años y más de una docena de estrenos. Va por más. Nacida en el 2010 como proyecto académico en la Universidad Autónoma de Barcelona, Pacífica Grey fue idea de Marcelo Quesada y Karina Avellán.
“Empezamos a trabajar en esta idea de traer contenido y de manera paralela producir, de manera que fuera avanzando a su ritmo, y que fuera una manera de tener un trabajo para desarrollarnos en el ámbito que nos interesaba”, recuerda Quesada.
En Costa Rica hubo iniciativas pioneras en salas comerciales que trajeran un tipo de cine distinto del más comercial: la Sala Garbo ( fundada en 1977) fue escuela de miles de espectadores , aunque en años recientes ha tenido problemas para continuar funcionando , y desde el 2012 el Cine Magaly ha concentrado la oferta diferenciada del panorama nacional. Pero faltaba más diversidad.
Pacífica Grey apostó por ese nicho y, 60.000 espectadores más tarde, se considera en ruta firme hacia un futuro mejor. Conversamos con Quesada sobre estos cinco años desde su primer estreno, la cinta guatemalteca Las marimbas del infierno (lea la entrevista completa en nacion.com).
¿Cuál era la necesidad a la que respondía el proyecto en términos de distribución?
En este ámbito académico nos tocó investigar datos sobre el mercado de exhibición y distribución de Costa Rica: cuántas películas llegan al año, de qué países vienen, y todo eso nos llevó a ver en cifras algo que tenemos claro, y es que la oferta era muy limitada. Nuestras películas favoritas nunca las habíamos podido ver en una sala y habíamos llegado a ellas probablemente por Internet . Siempre que veíamos contenido impresionante, decíamos: ‘¿Cómo es posible que esto no llegue allá? ¿Qué tal si planteamos un proyecto cuyo objetivo sea ampliar la oferta cinematográfica? ’.
¿Qué implica un proyecto de este tipo en un mercado limitado como el costarricense?
Hay implicaciones positivas y negativas. Por un lado, sí, trabajás en un mercado que es muy pequeño, en varios sentidos. Costa Rica es un país que en comparación con otros tiene pocos habitantes y por otro lado cuando hablamos de un nicho tan concreto como el de cine independiente es aún más pequeño y no estaba correctamente desarrollado porque no había mucha oferta.
”Había trabajos pioneros, principalmente el de la Sala Garbo, pero no había algo sostenible en el tiempo que fuera formando un público para este tipo de películas. A lo externo, los titulares de derechos tenían un gran desconocimiento del mercado y no tenían interés en arriesgarse a dar su contenido a proyectos jóvenes y nuevos para un mercado que genera número limitados.
”Lo positivo viene de la misma condición del tamaño del país. Solo en un mercado como este dos personas que no tenían un capital fuerte detrás pueden plantearse tener un proyecto de distribución y tener acceso de entrada a películas de calidad , porque en España, Estados, México, los costos de los derechos, la inversión en publicidad y otro montón de cosas son muy, muy elevados.
"La competencia en el ámbito del cine independiente es muy poca y esto lo digo para bien y para mal. Tenemos amigos de otros territorios más grandes que tienen que dejar ir peliculas muy buenas porque alguien pagó más o ya la había comprado, mientras que en nuestro caso es un poquito más accesible porque no hay muchos proyectos enfocados en cine independiente. . Podemos tener un catálogo de mucha calidad que el equivalente en un mercado más grande sería millonario en términos de inversión”.
–¿Cómo ha sido la recepción del proyecto?
–En cinco años, hemos logrado haber estrenado 12 películas que sentimos que es un camino recorrido importante, que se dice fácil pero que nos permite tener una noción bastante precisa de cómo funciona el mercado acá en este momento, hasta dónde podemos estirar y arriesgar y hasta dónde no, hasta dónde podemos invertir en películas grandes como Paterson y hasta dónde podemos arriesgar películas de directores más desconocidos. Ahora entendemos cómo funciona el mercado. Tenemos relaciones desarrolladas con los diferentes actores del sector y aliados que son necesarios. Sí hemos notado una evolución positiva en el mercado.
”En el 2012 pasan varias cosas determinantes: por un lado, se da la reapertura del Cine Magaly como espacio dedicado exclusivamente a cine independiente, que es fundamental para el sector y para nosotros en particular. El Magaly es nuestro principal aliado en toda esta labor y probablemente la gran mayoría de espectadores a los que llegamos se da en trabajo conjunto con esa sala.
"En ese año se da esta apuesta un poco más fuerte del Estado por contenido independiente, pues entre otras cosas, se da transición de la Muestra de Cine a un festival internacional [que Quesada dirigió en el 2015 y el 2016]. Tercero, llegamos nosotros como única distribuidora dedicada exclusivamente a traer cine independiente. Esas cosas generaron un cambio bastante tangible que hace que cada vez más gente se interese por este tipo de oferta”.
–Un aspecto interesante de Pacífica Grey ha sido apostar por estrategias de mercadeo diferentes, muchas veces vinculadas con otras manifestaciones artísticas. ¿Por qué les interesaba esto?
–Por dos razones: por convicción del proyecto y para diferenciarnos del resto de proyectos que trabajaban en el sector. Cuando nosotros empezamos, nos dimos cuenta de dos hechos: por un lado, había muy pocos espacios a los cuales podíamos tocar la puerta para que fueran puente entre nosotros y el público, solo había cadenas y solo daban contenido comercial.
”Por otro lado, la percepción del cine independiente no era tan positiva en audiencias jóvenes. Existía esa noción de que era muy lejano, algo académico, más hermético, se abordaba desde ese lugar. Decidimos hacer dos cosas a la hora de plantear el proyecto: salir con imagen a todo color, lúdico, que rompiera con esta idea de cine europeo blanco y negro y serio. Por otro lado, cuando vemos que no teníamos espacio para colocar las películas, decidimos que hay que intentarlo, pero no podíamos resolverlo, así que trabajamos el concepto de generación de experiencias bajo la premisa de sacar el cine del cine, generar espacios nosotros y no depender de otras personas”.
¿Qué sigue para ustedes?
Para nosotros es fundamental entendernos como un proyecto de promoción cinematográfica en el sentido amplio. No nos vemos solo como distribuidora. Esa es una de las facetas importantes pero hay otras que nos permiten promover un tipo de cine que nos interesa explorar cada vez más, entre esas la producción.
”Empezamos a desarrollarla en el 2014, con nuestro primer largometraje, Cascos indomables (Neto Villalobos), que ahorita está en posproducción y estamos produciendo otro proyecto, un documental ( Avanzaré tan despacio , Natalia Solórzano). Estamos buscando nuevos proyectos de talento joven. Por otro lado, para nosotros siempre ha sido fundamental concretar espacios propios de interacción con la gente. La idea de tener una sala o un espacio más amplio es algo que seguiremos estudiando hasta que sea posible”.
–¿Cuáles han sido los desafíos más grandes que han enfrentado (exceptuando los relacionados con el tamaño del mercado)?
–Para nosotros es muy importante que se entienda que la distribución, la promoción y la exhibición debería ser parte de la política pública. Nada se hace apoyando solo la producción de contenido, si efectivamente desde hace años se ha entendido que podemos tener una gran producción. Pero si no existen espacios de formación de público, no tiene tanto sentido seguir apoyando solo producción.
"Ojalá que algún emprendedor que quiera poner una sala dedicada a oferta independiente pueda hacerlo, que medios independientes que quieran dedicarse a crítica pueda hacerlo, entre otras cosas. Es fundamental que desde la política pública se incentive la formación de públicos y la distribución, incluso más importante hoy que la producción, porque esa ya tiene un recorrido amplio.
”Por otro lado, hay una cuestión cultural y es que históricamente se entiende que las películas se colocan en las salas y no pasa mucho más con ellas. En otros países, las películas tienen una vida larga porque pasan a salida en video, luego televisión, luego video on demand, televisión abierta... Existen otros canales desarrollados que apuestan por ello. Aquí en el país aparte de la cinematográfica no hay otra ventana desarrollada. Las televisoras no invierten en contenido independiente a modo general, y producción nacional prácticamente no lo hacen, que es algo muy particular de este mercado.
"La consolidación de otras ventanas es fundamental y debería pasar. En el ámbito cinematográfico, ojalá surjan otros espacios, como la segunda sala del Magaly, y ojalá que Cinemateca tenga un planteamiento operativo interesante –aparte de la infraestructura– que permita otros espacios. Ojalá también que se empiece a descentralizar la oferta, que no sea una parte tan concreta de San José la que tenga acceso a eso, y asimismo a lo largo de Centroamérica, que es un mercado en el que poco a poco empezamos a incursionar”.