En la primera película de Ignacio Sánchez en el cine, Buscando a Marcos Ramírez , la mamá del protagonista le muestra un libro de Carlos Luis Fallas y le comenta que lo bautizó así porque le encantaba el famoso y pintoresco escrito.
El libro de Calufa se llama Marcos Ramírez , y data de 1952. La nueva cinta, que se filma actualmente en distintas locaciones del país, no es la segunda parte del libro ni su personaje central es habitante de El Llano de Alajuela.
En la película no habrá tíos Zacarías, ni gallos tan queridos como el famoso Pintao.
La cinta, en cambio, intenta esculpir a un chico de la época actual, que por alguna razón no encaja bien en la sociedad en la que vive.
Vive por el fútbol, es algo o muy peleonero y tiene un pasado oculto por descubrir.
“No es el mismo personaje que hizo famoso Calufa, pero sí tiene su personalidad. Es impulsivo y ya verán ustedes cómo se pelea con todo el mundo”, adelantó Sánchez.
Por si fuera poco es retraído, le gusta leer mucho y no es nada fan de las redes sociales. Su gran sello es ir siempre “contra corriente”.
Así es el Marcos Ramírez que llegará en noviembre a la pantalla grande, el mismo que La Nación se topó un día de febrero en una casa en las cercanías de Rohrmoser.
Allí, Sánchez y todo su equipo de producción filmaban una escena clave de la película. Marcos Ramírez –que en la cinta es encarnado por el actor no profesional Julián Guzmán– está en casa de su abuelo y tal parece que no está muy contento en ese lugar.
Acostado en la cama de su habitación, a Marcos se le ve escribiendo en un diario, pero lo que pone en sus páginas es un misterio que solo se develará en la cinta. Lo único verificable es que tiene los ojos llorosos y que toda la atención del equipo fílmico está sobre él.
“Normalmente, a la persona que le gusta leer mucho le gusta escribir. Él tiene una bitácora para hacerlo y en ella desahoga sus pensamientos más íntimos”, explica Sánchez, quien se pasea por todo el set relajado, bromeando, dando indicaciones y escuchando las sugerencias de sus dirigidos.
Todos están abocados en captar los mejores detalles de la mano de Marcos, del diario y de sus lágrimas, inmortalizados por una cámara Alexa SXT, las mismas que se usan actualmente en producciones de Hollywood.
El día de rodaje también se incluyó un momento romántico. Al celular de Marcos entra una videollamada y su semblante se llena de ilusión. Es su novia la que llama y le sonríe con dulzura; la modelo y presentadora María González es quien la interpreta.
De no acabar. Desde las 7 a. m. hasta las 6 p. m., el rodaje no saldrá del cuarto de Marcos. Es un trabajo arduo que se complica por el calor de un día de verano y las condiciones naturales de una locación cerrada.
No hay nada que hacer ni tiempo para quejarse. El grito de “acción y corte” se escuchará una y otra vez durante horas, todo para dejar perfectas unas tomas de 5 o 6 segundos cada una.
“Así es el cine. Yo hice televisión y esto no se compara. Cada detalle hay que cuidarlo de una forma que me ha sorprendido. Es una cosa de locos, pero yo quiero que esta película tenga estándares muy altos”, expresó el productor y periodista, quien desde sus inicios en televisión nunca ocultó sus deseos de hacer cine.
Sánchez lo tiene claro. Sus experiencias en Expediente CR-06 , Protocolo 84 o Desde adentro no le servirán de nada si pretende tocar puertas para proyectos más ambiciosos en la pantalla grande.
“Por eso, a nivel formal, esta cinta la estamos haciendo para que tenga un alto nivel. Además de que le guste al público tico e internacional, quiero tenerla en mi portafolio. Será mi carta de presentación para un proyecto que tengo en mente y que quiero desarrollar en Estados Unidos”, reveló Sánchez, quien estudió Producción Audiovisual con énfasis en Cine en la Universidad Complutense de Madrid.
Tensión. Sin salir de su cuarto y superada la escena del diario, de pronto Marcos aparece en la cama sucio y con la camisa ensangrentada.
No se sabe si le pegaron en una de sus riñas o si el encuentro con su abuelo estuvo algo violento. Sus primeros encuentros con él, tras la muerte de su madre, se filmaron aquel día.
En la película, el abuelo de Marcos es encarnado por actor natural Luis Enrique Blanco, quien trabajó con Sánchez en Protocolo 84.
“Solo voy a decir que el abuelo no se lleva bien con Marcos, pero, sin embargo, las cosas cambiarán paulatinamente”, adelantó Blanco.
En un cuarto secreto, que el abuelo oculta con celo, podría estar el motivo del acercamiento. Cuando Marcos lo descubra muchas cosas cambiarán.
“Marcos anda un poco perdido en la vida, pero él sabe y tiene claro lo que quiere. Con los valores que le inculcó su madre puede salir adelante y conseguir sus sueños”, explicó Julián Guzmán, mientras espera que acomoden las luces para filmar las últimas escenas del día.
Justo en los valores del personaje, en el fútbol y en el humor sano del filme, es que Ignacio Sánchez quiere centrarse para atraer a la familia y dejar un mensaje positivo.
Para el cineasta, el Marcos de su película es un “estereotipo positivo”.
“Los jóvenes de ahora están muy metidos en aplicaciones y redes sociales, pero el refugio de Marcos son los libros y la naturaleza. Como contraste la película muestra a un joven así en un mundo más ‘soda’ o ‘pipi’ donde todos se fijan en las apariencias y los likes ”, finalizó Sánchez.
Es la voz interna de Marcos la que guiará su camino, lo enfrentará al mundo y lo hará salir de un drama que solo conoceremos a partir de noviembre, cuando Buscando a Marcos Ramírez finalmente llegue a la pantalla grande.