Dolor y gloria es, sin duda, la película más íntima de Pedro Almodóvar en cuarenta años de carrera.
Aunque prometió que jamás publicaría su autobiografía, Almódovar ha admitido estar “emocionalmente desnudo” en este filme, en el que aborda de una forma sobria y casi púdica, el amor, el dolor y la reconciliación.
¿Quiere verla?, pues hágalo este viernes en el cine Magaly, en el marco del Festival de Cine Europeo 2019.
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A las 9 p.m., Dolor y Gloria mostrará a los ticos la vida de un melancólico cineasta –tal como él mismo– interpretado magistralmente por Antonio Banderas.
El cineasta de la película se llama Salvador Mallo y su ocaso como artista está llegando. Es en ese trance es cuando comienza a entender una cuestión crucial: la creación artística es difícil de separar de la propia vida y de las pasiones que le dan sentido y esperanza.
Por eso, “en la recuperación de su pasado, Salvador encuentra la necesidad urgente de volver a escribir”, detalla la sinopsis de la película.
Almodóvar, en una entrevista que brindó hace unos meses, detalló hasta qué punto la película es un paralelismo de su propia existencia.
“Necesitaba hacer una mirada muy introspectiva hacia mí mismo, incluso hacia la parte más oscura de mí mismo, y mezclarlo con los recuerdos más luminosos de mi infancia”, explicó a la televisión pública española.
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Un niño que se descubre homosexual en un medio rural y católico, dos hombres maduros que se besan tiernamente... Su mundo íntimo se encuentra condensado en el largometraje, que pasa por el escáner las emociones y los lamentos de una vida, pero sin los excesos de un melodrama.
“Yo soy dueño de mis historias e impongo mi universo con todo el orgullo y toda la prepotencia que eso otorga”, indicó Almodóvar al medio español eldiario.es.
“Y en mi universo hay dos señores mayores que se besan con pasión y, justo después, uno de ellos regresa a su vida con su mujer y sus hijos”, agregó.
Además de Banderas, Penélope Cruz aparece en la película. Es su musa de toda la vida y no podía dejarla por fuera esta vez.
En la cinta, Cruz encarna a una joven madre que se pliega ante los problemas de la vida, pero que encuentra alivio mientras hace los quehaceres de la casa.
Por su parte, Julieta Serrano, quien aparece en la primera cinta de Almodóvar, Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (1980), representa a la madre ya mayor.
Los boletos para Dolor y Gloria tienen un precio de ¢2.500. Se pueden adquirir en la boletería del cine o en el sitio web del Magaly.
La película volverá a proyectarse el sábado 7 de julio, a la 1 p. m., y el domingo 8, a las 6:30 p. m.