En abril del 2015, el productor audiovisual Marcelo Quesada tomó las riendas del Costa Rica Festival Internacional de Cine (CRFIC), antes llamado Paz con la Tierra. Bajo su mando, se celebraron dos exitosas ediciones del encuentro internacional. No obstante, este 2017, Quesada no será el director artístico del proyecto debido a "diferencias de visión" con el ente organizador, el Centro Costarricense de Producción Cinematográfica.
En las dos ediciones en que lideró el evento, Quesada y su equipo de trabajo dotaron de una identidad clara al certamen, que había cambiado de nombre y objetivos dos veces en cuatro años. Le pusieron Costa Rica Festival Internacional de Cine y luego le renovaron su imagen. Asimismo, se integró un equipo de programadores, se abrieron espacios de formación y se establecieron plataformas para proyectos cinematográficos en desarrollo.
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El CRFIC programó películas de gran peso internacional, lo cual les abrió las puertas a renombrados cineastas como la estadounidense Kelly Reichardt y el portugués Miguel Gomes. También estuvo presente el colombiano Ciro Guerra, quien logró una nominación al Óscar por su película El abrazo de la serpiente (2015), entre otros.
Durante el 2015 y 2016 se tendieron puentes con el cine centroamericano y se duplicaron los niveles de asistencia a las actividades durante los 10 días de agenda. Varias películas nominadas al Óscar estuvieron antes en el CRFIC; asimismo, este año, dos cortometrajes costarricenses estrenados en competencia en Costa Rica fueron seleccionados luego para el Festival de Cannes, el más importante del mundo fílmico.
Sin embargo, el ligamen de Quesada con el proyecto concluyó. Quesada no llegó a un acuerdo para continuar como líder del festival y en esta entrevista explica los motivos de su sorpresiva salida.
El Centro de Cine deberá contratar a un nuevo director artístico para el festival, que, los dos años anteriores, se realizó en diciembre.
Fernando Rodríguez, director de la institución, dijo a La Nación que ya trabajan con un nuevo director para reemplazar a Quesada y que firmaría contrato en las próximas dos semanas. El miércoles 16, el jerarca ampliará detalles en una entrevista que publicará este medio.
–Con tantos indicadores positivos, ¿por qué se termina la relación entre Marcelo Quesada y Costa Rica Festival Internacional de Cine?
–Mi contrato era anual y finalizó en abril del 2017. Cuando nos sentamos a negociar un nuevo contrato, ambas partes entendimos que había una diferencia muy grande de visión.
–¿A qué específicamente se refiere con "diferente visión"?
–Para mí era claro que en la nueva edición se debía fortalecer el trabajo que veníamos haciendo desde hace dos años y, finalmente, consolidarlo. Había resultados concretos, medibles con estudios formales, que indicaban que íbamos por buen camino.
"Tanto la afluencia de público, que aumentó considerablemente, y la percepción en general, reafirmaron eso. Quería superar la calidad del festival o, al menos, mantenerla; sin embargo, no encontré en la institución (Centro Costarricense de Producción Cinematográfica) la posibilidad de continuar con ese proyecto".
–¿Usted tomó la decisión final?
–Sí, fui yo.
–¿Podría ser específico en las diferencias que tuvo con el Centro de Cine?
–No considero prudente entrar en detalles. Esas fueron conversaciones que se dieron entre dos partes y no quisiera que quede ventilada solo una cara de la moneda. Simplemente recalco: yo no contaba con las posibilidades para hacer el trabajo como se había venido haciendo. Los ajustes afectaban el proyecto que se había planteado.
–¿Su salida tiene que ver con razones económicas?
–No necesariamente. No creo que esa haya sido una razón de peso.
–La decisión de no continuar como director artístico, ¿es definitiva?
–Esta decisión es final para esta edición del festival. No sé qué sucederá en el futuro, con los cambios de administración. Solo sé que para este año no hay posibilidades de continuar.
"Yo seguiré creyendo que el festival es una plataforma importante para el cine costarricense y centroamericano, y ya veremos qué sucede".
–Cuando usted comunicó su decisión de no renovar el contrato, ¿a qué reacción se enfrentó?
–Fue una salida bastante cordial; creo que todo se resolvió de una forma muy racional. Como dije antes, ambos entendimos que estábamos concibiendo el festival de forma distinta y lo mejor era encontrar a una persona que se alineara con las perspectivas de las institución.
–En esas circunstancias, ¿qué piensa de lo que será el nuevo festival y de su futuro?
–Para serte sincero desconozco la idea a futuro. Como dije antes, lo mejor es consultarle a la institución.
Yo tengo una percepción al respecto, pero creo que es justo que el nuevo festival se desarrolle, darle la oportunidad y después de ahí sacar conclusiones.
–Es indudable que el CRFIC es un proyecto que usted asumió con mucha pasión. Personalmente, ¿cómo se siente con esta decisión?
–El festival es un proyecto en el que creo plenamente. Es absolutamente necesario tener un festival de calidad para la salud del sector y para generar una mayor diversidad en una oferta país que es muy necesaria. En ese sentido, yo tengo otras aristas profesionales en las que puedo seguir fortaleciendo esas vertientes.
–¿Se refiere al trabajo al frente de la distribuidora de cine independiente Pacífica Grey?
–Así es. Seguiremos trabajando muy fuerte en ese proyecto.