Con solo 24 años, Tom Holland tiene un mundo a sus pies. Gracias a su rol como Spider-Man en el Universo Cinemático Marvel, el británico puede presumir de que sus películas han acumulado $6.283 millones en el mundo y su fama solo está destinada a crecer.
Ya prepara una nueva película sobre el superhéroe y tiene otras dos cintas comerciales de aventuras en camino: Chaos Walking, de Doug Liman, y ahora está en Barcelona –donde es constantemente asediado por sus fans– rodando la adaptación del videojuego Uncharted.
Sin embargo, el joven intérprete está demostrando intereses que van más allá del estatus de superestrella. En el último tiempo también se ha sumado a proyectos independientes, interesantes, desafiantes y que incluso tienen a más de un experto en Estados Unidos apostando a una posible presencia en la próxima carrera por el Óscar.
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Holland ha iniciado el camino a su consolidación como actor. La película que lo tiene en esas apuestas debutará en enero próximo en la plataforma de streaming Apple TV+. Las reglas para la próxima entrega del Óscar –modificadas por la pandemia– permiten que sean considerados filmes estrenados hasta el 28 de febrero. La nueva cinta se titula Cherry y la dirigen los hermanos Joe y Anthony Russo, los mismos autores de las últimas Avengers.
Cherry gira en torno a un joven médico del ejército estadounidense adicto a los opioides que intenta pagar su adicción robando bancos. Es la adaptación de una novela de Nico Walker que fue objeto de una mediática batalla entre cineastas: estuvo a punto de ser realizada por Sony bajo la dirección de James Franco.
Pero eso no es todo. Holland ya recibió críticas elogiosas con su actuación en El diablo a todas horas, drama dirigido por Antonio Campos, que debutó en setiembre en Netflix. Allí interpreta a un joven envuelto desde su infancia en un clima de violencia que lo lleva a tomar drásticas decisiones cuando su entorno comienza a verse afectado.