Austin Butler no para en Elvis (2022): canta, salta, llora, maneja desenfrenadamente, tiene recuerdos que parecen sueños febriles... Su interpretación, vital para que las tres horas del filme de Baz Luhrmann funcionen, es todo un tema de conversación para esta temporada cinéfila.
“Cuando vi su prueba de casting fue como si algo espiritual estuviese sucediendo, fue lo más inusual que me tocó experimentar como director”, reveló Baz Luhrmann al periódico argentino La Nación, sobre el primer momento en que vio a Austin Butler interpretando a Elvis Presley para su biopic, que ya está disponible en los cines costarricenses.
Estaba más que claro que el actor californiano, de 30 años, quería el papel, y que ese deseo no tenía que pasar inadvertido para el cineasta, quien no se cansa de remarcar la “ética laboral” de Butler, una que podemos rastrear a los inicios de su carrera.
A los 13 años, Butler conoció a un agente que le sugirió que tomara clases de actuación y, al ver lo mucho que lo disfrutaba, les propuso a sus padres estudiar desde su casa para poder tener mayor flexibilidad horaria para presentarse en las audiciones.
El apoyo familiar lo tuvo desde el comienzo y, en 2005, Butler ya era una de las estrellas juveniles de Nickelodeon gracias a su rol de Lionel Scranton en la serie Manual de Supervivencia Escolar de Ned, donde se hizo muy amigo de su colega Lindsey Shaw.
Lindsey le presentó a su manager, Pat Cutler, el hombre que lo ayudó a cimentar su estatus de figura popular en el mundo teen, pero con la preparación formal como bandera.
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Así, llegaron roles en Hannah Montana de Disney, iCarly y Zoey 101. En sus intervenciones, Butler absorbió todo lo que sus compañeros tenían para enseñarle y se lo llevó consigo al mundo del cine, donde desembarcó de manera prominente.
En 2011, el actor protagonizó junto a Ashley Tishdale el spin-off de High School Musical -Sharpay’s Fabulous Adventure-, y tan solo unos años después estaba trabajando bajo las órdenes de directores como Kevin Smith (Yoga Hosers), Jim Jamursch (The Dead Don’t Die) y nada menos que Quentin Tarantino en Había una vez... en Hollywood, en el papel de Tex Watson.
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Carrera en ascenso
Butler es inquieto por naturaleza y pudo demostrar su habilidad para el canto en sus colaboraciones con Disney y Nickelodeon, en la precuela de Sex and the City -The Carrie Diaries-, y también desafiarse a sí mismo en la escena teatral. El actor integró las obras Death of the Author en el Geffen Playhouse de Los Ángeles y en The Iceman Cometh, de Eugene O’Neill, en Broadway en el 2018, donde cumplió el sueño de trabajar junto a uno de sus ídolos: Denzel Washington.
La impresión que dejó Butler en Washington fue tan indeleble que, cuando supo que Luhrmann estaba buscando a su Elvis, lo contactó para que le prestara atención al joven. “Yo nunca había hablado con Denzel y un día me llama por teléfono con total seriedad. Entonces me menciona el compromiso con el que vio trabajar a Austin y eso se quedó conmigo”, apunta el director, quien luego recibió un video de Butler cantando Unchained Melody y sintió que debía sumarlo a la shortlist de candidatos a un rol muy codiciado.
“Su video era completamente diferente a todo lo que había visto”, remarca Luhrmann. “Era un joven jugando con el piano, pero que miraba hacia arriba con los ojos llenos de lágrimas, muy conmovido. Tardé un mes en darme cuenta de que su acento real no era sureño, y que era de California, por lo mucho que se había preparado. Además es una persona muy espiritual”. Este punto fue clave para la decisión que tomaron Luhrmann y equipo de darle el papel.
La elección no pudo ser mejor: hoy, en salas de cine, puede disfrutar de Butler encarnando al rey del rocanrol. Puede visitar esta cinta en su circuito de cines preferido.