Las amargas consecuencias de la impunidad y supuestos lunares de la historia patria reviven 66 años después en El codo del diablo , un documental que describe el asesinato de seis prisioneros políticos en Limón, a finales de 1948.
La pieza audiovisual, dirigida por Ernesto y Antonio Jara, es un documental en etapa de postproducción que busca retratar algunos de los aspectos menos conocidos de un momento clave en la historia del país: la revolución del 48 y los días que siguieron.
Desde los ojos de un niño y los familiares de las víctimas, el documental busca ampliar el conocimiento de la historia nacional, pues en la actualidad se vive en un “país que se ha imaginado libre de violencia política”, dice el argumento del proyecto.
Los prisioneros políticos ajusticiados, según Antonio Jara, pertenecían a bandos relacionados con el partido Vanguardia Popular o con el expresidente Rafael Ángel Calderón Guardia. La Junta Fundadora de la Segunda República gobernada en aquel entonces.
“Luego de la Guerra Civil, los procesos de ajuste no fueron tan sencillos, de hecho fueron complicados. Hubo intentos de golpe de Estado y contrarevoluciones. Fue una época convulsa”, recordó Ernesto Jara.
“Nuestra idea con el documental no es cambiar la visión que se tiene de la historia, sino ampliarla, buscar más polos”, aclaró Jara.
Según la producción del filme –en el que sobresale el cineasta guatemalteco Alejo Crisóstomo ( Padre , 2013)–, “esta parte de la historia se encuentra únicamente en la memoria de los familiares, quienes tuvieron que crecer marcados por el estigma y la pérdida irreparable de un ser querido”.
Precisamente, son los familiares de las víctimas quienes llevan el hilo conductor del documental, aunque la producción también se apoya con reconocidos historiadores, como Iván Molina, David Díaz y Mercedez Muñoz.
“Es importante cuestionar un poco la historia, que los ticos entiendan que la Costa Rica que hoy conocemos se construyó gracias al sacrificio de muchas personas y eso es algo que a veces no valoramos”, agregó Jara.
Locaciones. El codo del diablo se filmó en los sitios limonenses en donde sucedieron los hechos relatados, específicamente Siquirres, donde se encuentra un lugar llamado El codo del diablo.
Además, el documental se filmó en comunidades de Limón centro, Turrialba y San José.
Para este documental, los productores realizaron un exhaustivo trabajo de investigación, encontrando documentos judiciales, fotografías familiares, testimonios e, incluso, objetos clave.
La idea de los hermanos Jara, es que El codo del diablo se estrene en octubre de este año en la próxima edición del Festival de Cine Paz con la Tierra, San José 2014.