Dice el director Grímur Hákonarson que su última película, Carneros (Rams, 2015) es “muy islandesa” y así la sienten sus compatriotas. Tiene los ingredientes básicos: frío, ovejas, hombres endurecidos por el ambiente y un humor particular.
La distribuidora local Pacífica Grey estrena este jueves el filme ganador de la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes del 2015, una comedia dramática sobre dos hermanos, distanciados por 40 años y enfrentados por torpes diferencias, a quienes los reúne un peligro que amenaza a sus rebaños. Carneros estará en el Magaly y Novacinemas Escazú VIP.
“Es algo triste y divertida a la vez; me gusta hacer filmes de historias que tengan elementos cómicos y dramáticos”, dijo Hákonarson por Skype. Al haber pasado algunas temporadas en el campo, trabajando en la granja de su abuelo, el cineasta conocía de múltiples historias de tristes pleitos familiares en terrenos tan pequeños que la tragedia resultaba absurdamente graciosa.
“Creo que Carneros dice mucho sobre la mentalidad y el carácter de la gente en Islandia: aislados por mucho tiempo, con una conexión especial con las ovejas... Para muchos granjeros, es algo de nuestro espíritu nacional”, considera Hákonarson.
“Fue un gran desafío mostrar las emociones sin utilizar diálogos, mostrar el conflicto a través del silencio”, explica el realizador. Ambos hermanos son típicos hombres del norte islandés, aislados del mundo, celosos de sus pertenencias y acostumbrados a la escasez.
“Creo que las generaciones mayores de Islandia, y probablemente en todo el mundo, son ma´s reprimidas emocionalmente, no quieren hablar de sus emociones; sigue este cliché de que los hombres no lloran”, dice Hákonarson. Son los hombres tercos, callados, que pastorean a sus bestias en una región inhóspita y silente.
Pero, ¿aún existe esta forma de existencia en la isla del Atlántico Norte, con apenas 320.000 habitantes? “Aún se puede encontrar, pero está cambiando muy rápidamente. Ellos solo quieren vivir de las ovejas y nada más. Hoy, si quieres vivir así, debes tener 1.000 ovejas”, dice el director.
Hablando de ovejas, terror de los directores de cine, Hákonarson dice que no estuvo tan mal: “Tuvimos suerte. Encontramos ovejas muy calmadas y no temerosas de la gente, como suelen ser. Nos ayudaron los granjeros”.
A ese reto se sumó el de filmar en apartadas locaciones de la isla. “En cierto modo, simplemente estar allí fue un desafío”, confiesa Hákonarson.
“Teníamos que quedarnos allí por semanas, pero eso fue positivo, porque el crew del filme se acercó más entre sí. En el invierno, hay muchísima nieve, y puede ser difícil el acceso”. Entre tanta nieve, sin embargo, Carneros es pura calidez.
Pacífica Grey presenta: Carneros from Pacífica Grey on Vimeo.