La ciencia ficción ha dejado claro que no importa cuán lejos de la Tierra vaya alguien: sus problemas siempre lo perseguirán.
Aunque todos recordamos a Buzz Lightyear como un inocente juguete nacido de la franquicia de Toy Story, ahora aparece Lightyear, filme en el que el muñeco se convierte en un vaquero galáctico que sufrirá ese mismo peso de ser perseguido por los fantasmas de tierra firme.
Lightyear se presenta como la película que, años atrás, el joven Andy de Toy Story vio para enamorarse por siempre de Buzz. En esta nueva cinta, el drama surge por un accidente provocado por Buzz en un planeta desconocido.
Se trataba de una expedición en busca de un sitio habitable, pero por un error que Buzz comete todo sale mal. Pudo pedir la ayuda de un novato que estaba en su compañía, pero su ego le ganó y terminó tomando una decisión que le pasó factura a todos los tripulantes de la expedición, quienes se ven obligados a permanecer en este sitio contra todos los planes.
Los intentos por redimir su acto son el jugo de este largometraje, el cual desvela distintos temas como el compañerismo, la aceptación de los errores y la búsqueda de perdón consigo mismo. Sobre cómo se introdujeron estos temas en el filme, conversamos con el director Angus MacLane y la productora Galyn Susman, quienes ofrecieron una entrevista en exclusiva para Viva con miras al estreno de este jueves en salas mundiales.
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—¿Cuál fue su principal interés a la hora de planear esta película?
—MacLane: Si quieres presentar a Buzz, tienes el reto de ponerlo en una situación extrema, en este caso enfrentarlo con personajes sin experiencia, como lo son los novatos. Mi principal preocupación es que la película fuera asombrosa, que tuviera ese sentimiento. Hay muchas maneras de que no lo sea, pero me preocupé mucho para que los personajes estuvieran en problemas en todo momento y la audiencia se pusiera en los zapatos de Buzz y el resto de la tropa para compartir ese viaje.
Susman: El desafío es ese perfeccionismo que busca Buzz y que nos permite reflexionar sobre la confianza que existe en la generación venidera, que merece su espacio.
—Una de mis escenas favoritas de la película es la primera escena de acción con el robot amarillo. ¿Cómo fue dirigir un momento de acción cargado de comedia?
—MacLane: En toda escena de acción siempre quieres desarrollar algo y, en esta en particular, estaba el componente de que todos querían ayudar, pero no tenían cómo por la falta de desarrollo de habilidades. Tuvimos muy claro que el asunto iba sobre la comunicación entre los personajes, enfocarse en los diálogos y exponer cómo estaban intentando hacer lo mejor a su manera.
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—Hay muchos personajes especiales en el filme, pero uno sin dudas que se roba el show es Sox (un gato robótico). ¿Cuáles influencias tuvieron para crear a Sox?
—MacLane: Queríamos tener un personaje que fuera brújula para Buzz y necesitábamos que la animación fuera muy real y cómica para que se viera que era un robot, pero un robot con emociones humanas. Los personajes animatrónicos siempre suelen ser muy tontos, pero yo quería que Sox fuera más allá de un robot. Quedó verdaderamente divertido y nos permitió dar cabida a muchos chistes gracias a eso.
—De todos estos nuevos personajes que aparecen en la película, ¿cuál les resultó más fascinante?
—MacLane: Sin dudas Sox.
—Susman: Para mí es Darbey (una reclusa con libertad condicional que se suma a la tropa de novatos de Buzz). Me parece así porque cuántas veces tienes un personaje de una mujer mayor tan corajuda, misteriosa e inteligente, pero renegada. Para mí es sorprendente tener un personaje así.
—Como un ícono cultural, ¿cómo creen que el mundo percibe la figura de Buzz Lightyear?
—Susman: Es un personaje que siempre se mantiene fresco porque la búsqueda espacial siempre es un tema que entusiasma, sin importar la generación. La emoción que provocan los viajes espaciales está intrínseco en su personaje y eso gusta y permite reflexionar sobre muchas cosas.
—De todos los temas que toca la película, ¿cuál es su favorito?
—MacLane: Para mí es vivir en el momento. Es muy fácil caer en la trampa de solo pensar en el futuro, en lo que hay que hacer y olvidarte de que puedes estar viviendo algo especial. Hay que dejar atrás el pasado y planear, gozar. Para mí la película procura hacer eso.
—Susman: A mí me encanta que el filme persiga ese tema (el mencionado por MacLane), porque es algo que me resulta un problema que todos enfrentamos y es cercano para la audiencia. Es algo fascinante y necesario en estos tiempos tan complejos.
Puede disfrutar de Lightyear en su circuito de cines favorito a partir de este jueves 16 de junio.