Durante 70 años Ennio Morricone estuvo enamorado profundamente de la misma mujer. Ella, María Travia, era amiga de la hermana de Ennio y se conocieron en 1950, desde ahí, nunca más se separaron.
El gran compositor italiano de espectaculares bandas sonoras que hoy son íconos del cine, tenía una primerísima pasión por sobre la música: su esposa. Hoy, el día en que Ennio falleció a los 91 años debido a complicaciones por una caída que sufrió, no solo personalidades de las artes, el deporte y la política lo lloran, en su casa queda una familia dolida por el adiós de su esposo, padre y abuelo.
La historia de amor de Ennio y María parece sacada de una película de amor, de esas que tienen un comienzo trágico, pero que crecen en cariño durante el tiempo. Cuando se conocieron él acababa de graduarse como trompetista y ya componía canciones, ella era una jovencita sin preocupaciones.
¿Cómo la conquistó? En la cama de un hospital. Sí, lamentablemente (o para suerte de ambos) María sufrió un accidente de tránsito cuando conducía un automóvil y producto del suceso pasó postrada en una cama de hospital durante varias semanas... Ennio no se separó de ella ni un momento. Allí nació el amor.
“Así, día a día, gota a gota, hice que se enamorara de mí”, explicó el italiano en una entrevista con Corriere della Sera y que replicó Vanity Fair.
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En un principio y como se acostumbraba en la época, ella quería esperar, pero Ennio y el destino tenían otros planes. Se casaron en 1956 y pronto llegaron los hijos: Marco, Alessandra, Andrea y Giovanni, al tiempo la familia se hizo más grande con sus nietos Francesca, Valentina, Francesco y Luca.
Por siete décadas el autor italiano compartió su vida artística con la familiar, pero siempre afirmó que María era el gran pilar que mantenía el equilibrio. Más allá que una amante y dedicada esposa, María también se convirtió en cómplice de Ennio en el aspecto artístico, ella escribió algunas de las letras de las piezas que el maestro compuso.
Vanity Fair confirma que el nombre de Travia destaca en los créditos de obras de películas como La misión, Cinema Paradiso, o Érase una vez en el oeste. También fue la primera crítica de Ennio ya que antes de presentar las canciones a los directores de los filmes, ella era quien le decía cuáles llevar al plató.
Hasta el último de sus días, Ennio reconoció el trabajo y el apoyo de María. “Es un acto de justicia. Mientras yo estaba componiendo, ella se estaba sacrificando por la familia y nuestros hijos”, había dicho Morricone en su discurso cuando recibió el Óscar honorífico.
En el 2017 cuando la Academia lo premió por Los odiosos ocho, de nuevo la mencionó: “Se lo dedico a mi esposa, María, mi mentora”
Este lunes 6 de julio el nombre de María volvió a estar en un agradecimiento de Ennio, esta vez en el último que daría el compositor. Una carta de despedida firmada por él antes de fallecer la nombra: “A ella (María) renuevo el amor extraordinario que nos ha mantenido juntos y que lamento abandonar. Para ella es mi más doloroso adiós”, escribió.
Las más famosas
El aporte de Ennio Morricone a las artes es invaluable. Durante más de 70 años el artista dedicó su vida a la composición y llevó a la música para el cine a otro nivel.
En el día de su muerte varios medios de comunicación internacionales han realizado una selección de las mejores bandas sonoras del italiano, pese a que en una obra tan amplia y variada de más de 500 músicas es difícil elegir. Acá destacamos cinco de sus grandes trabajos:
El bueno, el malo y el feo (1966): ABC de España afirma que esta podría ser la banda sonora más conocida de Morricone para el género spaghetti western. El trabajo lo realizó con su inseparable amigo Sergio Leone (unión que resultaría en varios trabajos más).
Días de cielo (1979): La cadena RTVE explica que en esta producción la música huyó del dramatismo de la historia y que en cambio presentó temas melancólicos, serenos y apacibles que contrastaban con la dureza del argumento.
La misión (1986): La Vanguardia explica que la compleja obra de Morricone captó los matices de la historia gracias a delicadas piezas como El oboe de Gabriel.
Cinema Paradiso (1988): Rolling Stone describe como fantástico el trabajo de Ennio en esta producción. “La historia de Giuseppe Tornatore sobre un niño loco por el cine (Salvatore Cascio) y el proyeccionista de cine (Philippe Noiret) que lo toma bajo su ala presenta lo que puede ser el trabajo más descaradamente romántico de Morricone”.
Los odiosos ocho (2015): De nuevo Rolling Stone reconoce la gran obra del maestro en esta selección. “No solo le dio a la película de Tarantino una gran cantidad de seriedad y la conectó con un largo legado de westerns, sino que también le ganó al maestro un Oscar muy retrasado”, dice la revista especializada.
Música para fútbol, para Metallica y un desacuerdo con Tarantino
Argentina, en 1978, fue la sede del Mundial de Fútbol y ya para ese tiempo ya comenzaba la costumbre de que una canción acompañara a la afamada cita internacional del balompié.
En 1962, los chilenos de Los Ramblers habían compuesto El rock del Mundial para apoyar a su selección como la gran anfitriona del campeonato. Así, poco a poco, se fue llenando de música el fútbol y curiosamente fue Ennio Morricone el llamado a crear la música para la cita mundialista en Argentina.
Ennio aceptó y creó El Mundial, un tema instrumental que contaba solo con una frase al inicio que decía: “Argentina, aquí el Mundial”. De acuerdo con el diario El Clarín de Argentina, Morricone hubiera querido olvidar su participación en este apartado.
“Ennio Morricone nunca quiso volver la vista atrás acerca de un episodio que se dispersó en sus recuerdos: lo contrataron para componer la música del Mundial de Fútbol que se realizó en la Argentina, en 1978, en plena dictadura. Una música que resonó en aquella época en todos los canales y radios, y en todos los estadios, en medio de un invierno trágico. ¿Fue un exceso de ‘profesionalismo'?”, publicó el diario.
Por otro lado, como es bien sabido, el legado de Morricone va más allá del cine. El compositor ha sido influencia para otros artistas, especialmente los músicos. Uno de los ejemplos más conocidos es el de la banda estadounidense Metallica que desde hace varios años tomó la decisión de usar una obra de Morricone para abrir sus conciertos.
Durante casi 40 años los californianos calientan las emociones de su público (y las propias) con el tema Ecstasy of Gold (parte de la banda sonora de El bueno, el malo y el feo). Metallica le agradeció al maestro por su legado y aprovechó sus redes sociales para rendirle tributo en el día de su muerte.
Otra de las curiosidades de la carrera de Morricone no podía quedar por fuera ya que es bien conocida la mancuerna que forjó con el director Quentin Tarantino. “Es un cretino y sus películas son basura”, expresó Morricone en una ocasión.
Tarantino siempre se había mostrado como un fan del trabajo de Morricone, incluso utilizaba extractos de sus temas en algunas ocasiones hasta que logró convencerlo de trabajar con él en Los odiosos ocho. Sin embargo, Morricone, quien siempre destacó por ser un hombre serio y muy ordenado con su trabajo, afirmó que Tarantino era un total desorden y que era imposible trabajar con él.
Dichas afirmaciones las hizo en una entrevista para la versión alemana de la revista Playboy. “Tarantino me puede, es un caos absoluto. No piensa cuando habla, lo decide todo en el último momento, no tiene ningún concepto”, afirmó en la entrevista.
Luego, en el sitio oficial de Morricone, él publicó un comunicado de prensa negando dichas declaraciones. “Nunca he expresado declaraciones negativas sobre la Academia, Quentin o sus películas. Tarantino es muy valiente y tiene una personalidad enorme”, explicó.