El cierre de la gran noche del cine fue sorpresiva: los Óscar en las categorías de mejor actor y actriz de la gala se los llevaron, respectivamente, los consagrados Anthony Hopkins (The Father) y Frances McDormand (Nomadland). Si bien su escogencia parece lógica, lo cierto es que ninguno de ellos figuraba como claro favorito.
La intensa interpretación del experimentado británico en el filme que aborda el tema de la demencia senil le valió su segundo premio Óscar en esta categoría, ya que en 1991 recibió la estatuilla por su mítico papel del doctor Hannibal Lecter en El silencio de los inocentes.
Hopkins, de 83 años no asistió a la ceremonia de premiación, tampoco aceptó su premio por medio de alguna conexión virtual. El veterano artista se impuso este año a intérpretes mucho más jóvenes como Riz Ahmed (Sound of Metal), y Steven Yeun (Minari), así como al fallecido Chadwick Boseman (Ma Rainey’s Black Bottom), quien el público esperaba que se hiciese con el premio póstumo como reconocimiento a su trayectoria.
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En la categoría femenina no había una clara favorita, pues la competencia estaba muy reñida entre Viola Davis (Ma Rainey’s Black Bottom), Andra Day (The United States vs. Billie Holiday), y Carey Mulligan (Promising Young Woman), pero la ganadora al final fue Frances McDorman, por Nomadland. Su triunfo tampoco tomó por sorpresa a nadie.
Este Óscar se convierte en el tercer galardón de la Academia en la carrera de McDormand, quien antes ya había ganado como mejor actriz por Fargo (1996) y Three Billboards Outside Ebbing, Missouri (2017); además, esta noche del 25 de abril Nomadland ganó el premio a mejor película y McDormand fungió como coproductora de la misma.
McDormand empata así a Meryl Streep en cantidad de estatuillas personales. Los premios de Streep son por mejor actriz (Sophie’s Choice y The Iron Lady), así como uno por mejor actriz secundaria por Kramer vs. Kramer.
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