Sandra y Gerardo forman una pareja que tiene una vida casi ideal. Este matrimonio nunca ha tenido problemas económicos ni de salud y disfrutan sus días con sus hijos. Nada podría ser mejor.
Pero las cosas están a punto de cambiar. En el momento menos esperado la pequeña Vivian, de siete años, sufre un terrible accidente por el que acabará en el hospital, y que sacudirá las bases de esta familia y la fe que tenían.
Esta es la historia que cuenta el filme costarricense En un instante, del director nacional Gabbo Martínez, que se estrena este jueves 15 de abril en todos los cines de la Gran Área Metropolitana.
“Es un filme que nos pone a reflexionar de que no podemos dar nada por sentado, todo se nos puede ir en segundo y el mundo se nos puede venir abajo”, explica el realizador quien también estuvo a cargo del guion en compañía de Alberto Lara, productor ejecutivo.
“Es una historia que conocíamos desde hace tiempo, y cuando nos sentamos a formar nuestro próximo proyecto, comenzamos a notar que tenía muchos temas importantes como son los valores. Pero no desde una religiosidad, sino de lo que caracteriza al costarricense que somos muy creyentes y nos gusta compartir con la gente”, agregó Martínez.
De hecho, el filme se basa en una historia real, ocurrida en el año 2000, pero traída a la época actual. El guion se empezó a escribir en octubre del 2019. Luego se realizó un casting abierto en el que participaron unas 230 personas y se eligió a los 15 actores que forman el elenco.
La cinta esta protagonizada por Sabrina Alpízar, como Sandra, y Andrés Segura, como Gerardo, quienes dan vida a los padres. El periodista Jorge Vindas tienen un papel que es fundamental para la historia y que llenará de inspiración a los protagonistas.
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Filmar en pandemia
Justo cuando pensaban iniciar con el rodaje se vino la pandemia. Sin embargo, el director y su equipo no se dieron por vencidos y por el contrario trataron de darle vuelta a todas las circunstancias adversas.
“Empezamos a grabar en agosto, en media pandemia, con un equipo de 30 personas que nunca se redujo y siempre cumplió con todos los requerimientos del Ministerio de Salud”, destacó el director. La cinta fue rodada en locaciones en San José, Alajuela y Heredia.
Aunque tuvieron que reducir las jornadas de filmación, esto les dio más tiempo para ensayar y asegurarse de cuidar cada detalle. “Tuvimos que adaptarnos, no era tanto lo complicado como el miedo que nos daba, en especial por los actores que tenían que quitarse la mascarilla. Fue una experiencia distinta. Al final, la grabación terminó sin que se diera un solo caso positivo de covid-19 dentro del equipo”, agregó Martínez.
Debido al tema de la película, muchas de las escenas tienen lugar en un hospital. Dicha circunstancia los obligó a cambiar de locación debido a que ya no podían utilizar el centro médico donde tenían pensado grabar originalmente.
Sin embargo, todas las piezas se fueron acomodando a su favor y la Universidad Hispanoamericana les cedió sus instalaciones para que filmarán en su simulador de hospital.
“No voy a ocultar que, en algún momento, pensamos en parar el proyecto porque sentíamos que ya no podíamos avanzar más. Pero nos reunimos con todo el equipo y nos apoyaron; con el paso del tiempo las cosas fueron mejorando e ingresaron más patrocinadores. Así que seguimos porque teníamos que cumplir con quienes habían confiado en nosotros”, relató Martínez.
Inspiración necesaria
“Poder contar esta historia, en una época en la que todos necesitamos un poco de esperanza y sentir que podemos ver un poco de luz al final del túnel, me hace sentir muy orgulloso”, afirma el director sobre su segundo proyecto fílmico. En el 2018 había presentando Como un ángel.
En ese sentido, Martínez espera contar con el apoyo del público, que vayan a ver la película al cine y que la recomienden, en especial durante el primer fin de semana para que logre permanecer en cartelera.
También, el cineasta y el equipo de producción ya están en negociaciones para llevar la película al resto de Centroamérica y han conversado con representantes de países como México, Argentina y Suiza, que han mostrado interés en el proyecto.
Tras su estreno en la GAM, Martínez confía en poder llevar En un instante a los cines del resto del país, con la meta de que todos pueden inspirarse con este relato y su mensaje positivo.