Infierno verde es un drama, pero de 'terror'.
Así lo asegura la cineasta nacional Laura Astorga, quien después de debutar con Princesas Rojas (2014) en la pantalla grande, prepara un largometraje basado en hechos reales y de temática ambientalista.
"Digo que es de terror por el abordaje que tiene. Hay un poder, muy potente, que incide sobre todo lo que sucede en la trama", declaró la realizadora, que un documento oficial del proyecto termina calificando la cinta como un eco-thriller.
Infierno verde, cinta que aún se encuentra en etapa de escritura e investigación, cuenta la historia de Raquel, Jaime y Óscar, tres ambientalistas que son hallados calcinados tras un trágico incendio. Se supone que el siniestro fue accidental, pero según la trama existiría algo más.
La película hace conexión con el caso real de los activistas Jaime Bustamante y de los esposos Óscar Fallas y María del Mar Cordero, que en 1994 murieron quemados entre la estructura de una casa en Goicoechea.
La sinopsis oficial detalla que "en la prensa se hace público que estos ambientalistas expulsaron a una transnacional de explotación maderera de las selvas de Costa Rica; pero también es obvio que el estado quiere ocultarlo".
"Tras las sospechas Fernando, padre de Raquel, abandona su carrera política e inicia una peligrosa investigación que lo lleva a desarticular la red de corrupción que probablemente él mismo ha ayudado a edificar", agrega el argumento.
Fernando se horrorizará al descubrir que, la muerte de su hija y demás colegas, no fue un hecho fortuito.
En esa línea, la cineasta nacional vuelve a poner su corazón en desarrollar una película de gran relevancia e impacto social.
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Ubicándonos en el tiempo, Inferno verde es una película cuya acción central se desarrolla en la zona sur de Costa Rica. En ese lugar, hace más de 25 años, tuvo acción la polémica compañía Stone Forestal, finalmente expulsada por la presión ambientalista y un fallo de la Corte Internacional de la Haya.
Escudriñando en la historia oficial, Astorga, que en Princesas rojas tejió episodios de su niñez con la trama revolucionaria de su primer filme, vuelve a hacer lo mismo con esta nueva y reveladora película. En otras palabras las aventuras políticas de sus padres y el impacto que tuvieron sobre ella vuelven hacer un germen de su creación fílmica.
"Fue en diciembre de 1994. Yo vivía aún en la casa de mi padre que era un centro constante de agitaciones políticas. Nada estaba muy claro, pero muchos amigos de mi papá habían muerto en un incendio. Primero parecía que eran 10, porque fue en una fiesta", recordó Astorga.
"Finalmente sólo aparecieron tres cuerpos de lo que la prensa narró como 'sandías ideológicas', que eran personas que pertenecían a los nacientes movimientos ecologistas (verdes), pero que rápidamente se les podía identificar como comunistas (rojos) por sus intenciones de justicia social", agregó Astorga.
Esas 'sandías', según dejaría entrever la trama de la película, habrían sido las víctimas de una lucha letal.
Tras el incendio "el miedo fue expansivo y logró acallar a todo el movimiento ambientalista. El silencio continúa hasta el presente, y sólo ha sido roto por algún acto legal o simbólico de los dolientes inmediatos. Desde entonces pasaron casi 25 años", señaló la cineasta.
Fuerte crítica.
Con su venidera película, Astorga lanzaría una fuerte crítica a la imagen ecologista de Costa Rica y su accionar en la implementación de políticas de Estado.
"Nos jactamos de ser el país latinoamericano con menos huella de carbono, con más cantidad de parques nacionales, con mayor conciencia ecológica, con menor daño ambiental. Pero sin los mártires ecologistas no habría el imaginario verde del que hoy nos nutrimos", expresó la cineasta.
"La historia de los héroes ambientales y de Fernando es una excusa para sincronizarnos con los ciclos de la tierra. Fue necesaria la muerte de Raquel para que Fernando entendiera que la rebeldía de su hija no era sin causa", agregó.
La cineasta, además, expone que en este tipo de casos un siniestro patrón suele repetirse.
"Ellos arriesgan su seguridad y sus vidas al frenar mega-proyectos en la región, los matan y se dan escuetas investigaciones que concluyen en la impunidad de los culpables. Los contratos de explotación continúan y el estado se desentiende de todo; lo que se traduce en una corrupción con profundo alcance y poder", detalló.
En desarrollo.
Infierno verde es una película que aún no tiene una fecha de estreno definida. Astorga, por ahora, se centra en la delicada investigación de la película, que por lo fuerte de la temática hiere algunas sensibilidades.
"En este momento experimento algunas dificultades, ya que la investigación es muy dolorosa para todo el mundo", dijo Astorga, quien ha visitado varias veces el Golfo Dulce, en la zona Sur, en busca de datos clave para la trama.
"La película no tiene fecha de estreno porque dependerá de los obstáculos que tenga que afrontar en un país que no hace cine, y que no tiene fondos sólidos para cine", finalizó.
A esta altura Astorga tiene varias versiones del guion, pero continúa escribiendo.
Además del Golfo Dulce, la película tendría como locaciones la Asamblea Legislativa, el Club Unión, el Teatro Nacional, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Morgue.