El dolor, la crisis y el espíritu de sobrevivencia del pueblo haitiano, quedaron plasmados en
Cámara en mano, Yasín recorrió la zona de la tragedia, recogiendo las vivencias más desgarradoras de la población local, pero también testimonios y eventos de esperanza. Todo se filmó a finales de febrero y principios de marzo. “El documental muestra toda la tragedia que allí se vivió y se sigue viviendo, pero también muestra cómo los haitianos luchan por levantarse de una tragedia que se vivía antes del terremoto, ya que es el país más pobre de Latinoamérica”, explicó la cineasta.
El documental, que fue grabado con una cámara de alta definición y tiene una duración de 50 minutos, se realizó en los campamentos donde viven miles y miles de damnificados.
“Una de las cosas que más me impresionó del trabajo, fue que cada vez que abordaba a un haitiano y le pedía que me contara su vida cotidiana, comenzaban a cantar; entonces, al final, resultó siendo un documental musical.
“Fue muy impresionante. Haití es un pueblo muy talentoso e histriónico y, por eso, el documental revela cómo las personas enfrentan el dolor a través de la música”, dijo la cineasta.
Rituales en honor a las mujeres muertas, durante el trágico terremoto, o el desgarrador poema de una hija a una madre, se suman a las imágenes y vivencias que la costarricense pudo capturar con su prodigioso lente.
Según Yasín, el filme
“Haití sigue sufriendo y la ayuda internacional no está llegando a quien debe llegarle. Por eso, yo quiero colaborar de esa forma y volver a Haití para presentar el filme”, explicó Yasín.
Lo planes de la cineasta son presentar
Posteriormente, el filme se exhibiría internacionalmente, en festivales, y luego volvería a Haití para presentarlo antes sus protagonistas.
De esta forma, en los campamentos de damnificados, cientos de niños, jóvenes y adultos haitianos acudieron para ver una serie de filmes, los cuales se proyectaban al aire libre y gratuitamente.
Este mismo proyecto, que pertenece a cineasta la costarricense y la actriz y promotora Emanuelle Hascoet, se inauguró en la comunidad puntarenense de Cabuya y luego se trasladó a San Carlos de Nicaragua. En ambas localidades se presentó la cinta
“Fue a la orilla del río San Juan, que la comunidad pudo ver la cinta. Anunciamos la función con megáfono y lo bonito es que muchos de los que fueron habían actuado en la cinta”, finalizó Yasín.