Ser padre no es nada fácil y menos en medio de una crisis climática, que derrite un frágil y helado hogar. Esto lo sabe Mumble, el pinguino danzarín, quien en
La secuela de
En los fríos pasajes de la Antártida, y como si se repitiera la historia, el hijo de Mumble tiene un problema serio con el baile. Burlado por sus similares y con serios traumas de adaptación, Erik se aleja de los pinguinos Emperador.
El pequeño Erik es “coreografóbico”, según los productores de la película animada.
En su huida, el pequeño pinguino se encontrará con el poderoso Sven, un extraño pinguino que también puede volar.
“Mumble no va a poder competir con este carismático nuevo modelo a seguir”, dice la sinopsis del filme.
“Uno de los temas en la película es la relación entre padre e hijo. Mumble, como todos los padres, lucha intentando ofrecer amor y apoyo incondicional, pero también debería tomar distancia y dejar que su hijo encuentre su identidad por sí mismo”, explico el productor Doug Mitchell, en las notas de producción del filme.
Las cosas entre padre e hijo empeorarán cuando “fuerzas poderosas” destruyen su hábitat. Hay deshielo, hay calor; cuando el blanco horizonte se tiñe con manchas verdes, el peligro se torna inminente y es signo de que algo pasa.
El cambio climático y sus nefastas consecuencias amenazan la vida de los pinguinos Emperador. Solo unidos, los animales que llenan de ritmo a la Antártida podrán sobrevivir ante la destrucción del glaciar.
Los crustáceos Will y Bill (Krills) y los elefantes marinos, se unirán al esfuerzo desesperado de Mumble, en una película que busca levantar la conciencia humana: el cambio climático mata.
“
“Queríamos volver a familiarizar a la audiencia con los personajes que ya conocen y aman desde la primera película, pero necesitábamos llevar a ambos a un lugar diferente. También teníamos que superarnos en la música y el baile”, agregó.
Por esa razón, en la película volveremos a ver al sabroso de Ramón probando suerte en el amor, esta vez con una provocadora chica llamada Carmen. También reaparecerá el gurú de Amoroso, mucho más alocado que nunca y vistiendo un llamativo suéter multicolor.
Aunque la apuesta parece segura, el arranque de
A nivel mundial
Según los críticos, la parte musical y animada de la película es lo único en que parece salvarse la película; aunado al explícito mensaje ecológico de la producción.
De hecho, la bandera ecológica de la película sobresale en un guion que quiso ser tan grande como su antecesor, pero que, según el criterio de los expertos, se quedó corto en su innegable esfuerzo.
“Aunque mantiene los elegantes diseños musicales y el espléndido trabajo visual que hizo tan peculiar a su predecesora, esta parlanchina secuela pierde el rumbo con un montón de sosos personajes secundarios”, dice Justin Chang, de la revista
Más duro en su apreciación fue Kenneth Turan, de
“Es difícil resistirse a unos pinguinos bailarines, pero viendo