Desde hace décadas, cada vez que llega Semana Santa, algún canal de televisión vuelve a emitir Jesús de Nazaret, la cinta que dirigió Franco Zeffirelli en 1977 y que se convirtió en todo un clásico.
En aquella producción, Robert Powell se puso en la piel de quien fue, para el cristianismo, la encarnación del hijo de Dios; pero pocos saben que el actor británico casi pierde la vida en una de las escenas más icónicas y que también, para poder quedarse con el papel, se vio obligado a casarse.
Jesús de Nazaret retrata la vida de Jesús, desde su nacimiento, su pasión y su muerte hasta su resurrección. La película tuvo en su momento el beneplácito del Vaticano, concretamente del papa Pablo VI, y luego de su estreno se alzó con un premio Emmy.
Su gran mérito; sin embargo, ha sido que, para siempre, el rostro de Powell fuera asociado al del mesías. Algunos van más allá y aseguran que, debido a la película, se comenzó a pensar en Jesús como un hombre de tez blanca, cabello largo, ojos claros y barba. Póster, tarjetas y cuadros llevan la imagen icónica del actor caracterizado.
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“Una vez estaba en Venezuela grabando una serie italiana. Y era Semana Santa, y resulta que cuando entramos a una iglesia que había por allí se me acerca un señor y me dice sonriendo: ‘Es curioso, entré en esta iglesia porque la imagen que tenemos detrás del altar y veneramos es precisamente usted’”, recordó Powell en una entrevista.
Powell no fue la primera, ni la segunda opción de Zeffirelli. La idea del actor no era ponerse en la piel de Jesús, sino de uno de sus discípulos: nada menos que Judas. De hecho, audicionó ante el realizador para conseguir aquel papel, por recomendación de la esposa de uno de los productores.
En aquel entonces, el director venía de adaptar con mucho éxito del clásico de William Shakespeare Romeo y Julieta, y para este nuevo proyecto quería como protagonista a un actor de la talla de Al Pacino, Dustin Hoffman o Robert De Niro, pero los productores consideraron que ninguno de ellos tenía el aspecto necesario. Y fue así que el británico se quedó con el papel, gracias a sus “potentes ojos”.
Imagen icónica
Con respecto a cómo se construyó esa imagen que se convirtió en icónica, indicó: “Al principio de la grabación estaba evitando a Jesús. Zeffirelli y yo pensamos originalmente que nos gustaría combinar al Cristo divino con el humano y podríamos mostrar un rostro más cercano de Jesús”, explicó.
“Pero al poco tiempo de iniciada la grabación nos dimos cuenta de que eso era imposible. Creo que esa película tuvo un impacto tan profundo en la cultura debido a que supimos alcanzar a todas las audiencias y a que no fuimos tan específicos en nuestra aproximación a Jesús”, agregó el actor.
Sus ojos azules, expresivos y cristalinos fueron, quizá, el elemento más impactante, pero, según explicó el actor, eso tiene una explicación detrás. “Mis ojos no son azules, son verdes. Pero durante la grabación se usó un truco: ponían un reflector frente de mí que, al dar en mis ojos, hacía que se vieran azules”, reveló el actor británico hace un tiempo.
Pero ese no fue el único truco que Zeffirelli decidió utilizar para que la mirada de Powell se viera más cristalina: le prohibió parpadear durante la mayoría de las escenas. Solo le permitió hacerlo cuando la trama se centraba en la Pasión.
Ya superados los temas estéticos, otro inconveniente puso en duda su participación en el proyecto: en ese momento, Powell convivía con Barbara Lord, una mujer con la que no había contraído matrimonio, un hecho difícil de digerir para las altas esferas del catolicismo.
El periodista Quentin Falk reveló que cuando la prensa dio a conocer que el actor había sido elegido, aparecieron titulares en la prensa sensacionalista del Reino Unido del estilo: ‘Jesús vive en pecado con su novia’. ¿Cómo se solucionó? El actor se vio obligado a casarse con Lord, con quien tuvo a sus dos hijos, Kate y Barney.
Por su poder dramático y por su profundo significado, una de las escenas más recordadas de la película es la de la crucifixión de Jesús. Lo que no todo el mundo sabe es que durante la recreación de aquel momento histórico, Powell casi pierde la vida.
La cruz, de más de cuatro metros de altura, era sostenida por una cuerda que terminó cortándose, una situación que puso en riesgo la vida del actor. Afortunadamente, uno de los camarógrafos reaccionó a tiempo y pudo atajarla antes de que caiga sobre él.