Haciendo un balance general, ¿en qué mejoró esta edición de Shnit con respecto a la del 2011?
Pues llegó una mayor cantidad de gente, aunque no preciso el número exacto. Además, el Cine Magaly, a diferencia de la Sala Garbo, aportó una serie de facilidades que la gente valoró mucho. Subimos de nivel y vamos por más.
¿Qué tal la calidad de las proyecciones?
Muy buenas, eso es lo que la gente más destaca. Además, técnicamente se vieron de una manera impecable, algo que pocas veces sucede en festivales locales.
“Cada función estuvo muy equilibrada, conformada por una mezcla de drama, comedia y animados que el público disfrutó mucho”.
¿Qué hace falta para que el festival Shnit se consolide aquí?
Nos hace falta llegar a más gente, que el tico crea más en el cortometraje, que entienda el valor que tiene. Los cortometrajes de este festival hablan por sí solos y son una ventana cultural grandiosa.
¿Qué planea hacer la organización para mejorar el Shnit 2013?
Queremos continuar en el Magaly y mejorar la convocatoria de Made in Costa Rica y la muestra Chifrijo. Este año, Chifrijo no se realizó por falta de cortos, puesto que la convocatoria la hicimos apenas un mes antes.
“Además, queremos ver si los cortos los podemos exhibir en varias sedes y no solo en una”.
¿Tuvo ganancias el festival?
Sí, sí hubo ganancias económicas, pero sobre todo ganamos en la promoción del audiovisual, que es lo que más nos interesa.
¿En qué se invertirá el dinero?
No es una actividad de lucro; todo lo obtenido se destinará a mejorar la edición del 2013.