Digamos que ir al cine para ver la película en acción real de La Sirenita no sería una enorme sorpresa si tomamos en cuenta que la historia es la misma, las canciones son las mismas y la compañía es la misma... Entonces, ¿qué podría ser diferente?
La realidad es que aunque la trama es la misma, hay un océano por descubrir en la nueva película de Disney. Desde este 25 de mayo, se encuentra disponible en las principales salas de cine del país una de las grandes apuestas de la compañía para este 2023.
Como ya es conocida, La Sirenita cuenta la historia de Ariel, una de las princesas icónicas de Disney, que está basada en el cuento de 1837 del autor danés Hans Christian Andersen y en la cinta animada homónima de 1989.
La curiosa sirena es diferente a sus hermanas: ella anhela experimentar la vida en tierra firme y, por ello, suele visitar la superficie contra los deseos de su padre, quien ni se imagina que su hija menor lo desobedece.
Ariel conoce al príncipe Eric y sus deseos por deshacerse de su larga cola son casi desesperados. Cuando finalmente encuentra una pequeña oportunidad, la princesa del mar comienza un inesperado viaje de autodescubrimiento que no solo incluye a su amado, sino a una bruja marina y un mundo increíble en tierra.
Hasta aquí la trama es la misma para quienes en alguna ocasión disfrutaron de la versión animada de la historia; no obstante, el cineasta Rob Marshall se propuso contar esta historia tan popular, pero con el objetivo de sorprender a los fanáticos de las películas de princesas de Disney. ¿Qué podía hacer?
La respuesta podría reducirse a personajes que le dieran frescura a la pantalla, escenarios espectaculares e imágenes llenas de color y vida, que en conjunto logran construir la historia de cuento de hadas. Quizá por eso tardaron cuatro años en poder terminarla.
No obstante, ese es solo un supuesto, pues Marshall asegura que, en realidad, buscaron impregnar el sentimiento de los personajes del cuento de Andersen a esta película, con el fin de que fuera una producción que se sintiera diferente desde el minuto uno.
“Lo primero que John De Luca (guionista) y yo hicimos cuando comenzamos este viaje fue volver al cuento de Hans Christian Andersen para entender de dónde vino todo. Inmediatamente fuimos conscientes de cómo esta era una historia muy contemporánea para la década de 1830 sobre una joven que se siente desplazada y quiere emprender un viaje de autodescubrimiento a otro mundo”, explicó Marshall durante la conferencia de prensa de la película.
Y añadió: “Así que encontrar algo de él nos da más profundidad y emoción que se puede impregnar en una pieza de acción real. Por ejemplo, la idea de que Ariel es una sirena y no tiene lágrimas, hace que ella sienta más y sufra más, y eso nos permitía que la narración de la historia fuera más emocional”.
Para ello ocupaban una protagonista no solo que transmita esas emociones, sino que tuviera la voz de una princesa y la actriz Halle Bailey lo cautivó desde el principio.
Ella junto a Melissa McCarthy (como Úrsula), Javier Bardem (como el Rey Tritón) y Jonah Hauer-King (como el apuesto príncipe Eric) eran el complemento perfecto para las intenciones del cineasta, quien además sumó a su elenco a Daveed Diggs, como Sebastián; a Jacob Tremblay, como Flounder y a Awkwafina, como Scuttle.
Un princesa real
Interpretar a Ariel no fue nada sencillo para Halle Bailey, pues tuvo que enfrentar a múltiples críticas de quienes, hasta la fecha, no la aceptan como la nueva Sirenita.
Lo que muchos no saben es que la actriz, que nació el 27 de marzo del 2000 en Estados Unidos, cumplió un sueño no solo al interpretar a una de las princesas más queridas de Disney, sino a una de sus favoritas.
“Fue una experiencia increíble poder ser una princesa de Disney, al igual que Jonah como príncipe. Hemos estado muy emocionados de emprender este viaje juntos”, confesó Halle en entrevista con La Nación.
Y enfatizó: “Yo he amado a Ariel con todo mi corazón desde que era una niña, así que poder recrearla a mi manera ha sido un momento muy especial para mí”.
Eso sí, la joven actriz reconoció que nunca imaginó que llegaría el día en el que daría vida a una princesa de Disney en la gran pantalla y sería la voz de la nueva versión de Parte de él, una de las más famosas canciones de la película junto a Bajo el mar y Bésala.
“Realmente nunca imaginé que esto sucedería. Creo que tanto Jonah como yo estamos en un sueño, en el que nos preguntamos ¿esto realmente está sucediendo? ¿qué está pasando? Así que creo que mi yo niña está gritando”, afirmó entre risas, mientras Jonah aseguraba que él nunca se vio como un príncipe.
Lo cierto es que ahora ambos tomarán las salas de cine por poco más de dos horas para revivir un clásico de Disney, muy renovado, bajo el mar.