“La Sociedad de la Nieve”, dirigida por Juan Antonio Bayona, se destacó como la gran triunfadora en los Premios Goya del cine español este sábado al recibir doce galardones, incluyendo el de mejor película y director. Ahora, aspira a llevarse dos estatuillas en los Óscar.
La película, estrenada en cines en diciembre y en Netflix en enero, relata las vicisitudes que enfrentaron los jóvenes de un equipo aficionado de rugby uruguayo cuando el avión en el que viajaban hacia Chile se estrelló en la cordillera de los Andes.
Basada en el libro homónimo del uruguayo Pablo Vierci, quien recopiló testimonios de las personas que sobrevivieron más de 70 días a más de 3.000 metros de altura, la cinta cuenta con un reparto de actores uruguayos y argentinos.
“Recuerdo que en 2021, en diciembre, me planté ahí a 4.500 metros de altura, frente a la tumba de los fallecidos, allá arriba en la montaña, y les pedí permiso para contar esta historia”, narró emocionado Bayona.
“Les dije que lo iba a hacer lo mejor que supiera. Espero haber estado a la altura”, sentenció el director barcelonés de 48 años, que obtuvo su cuarto Goya como mejor director y, por primera vez, el de mejor película.

La película que competía en número de candidaturas con La Sociedad de la Nieve, 20.000 especies de abejas, dirigida por la debutante Estíbaliz Urresola, con quince, obtuvo los galardones a mejor guión, dirección novel y actriz de reparto.
La hispano-argentina Malenia Alterio ganó el premio Goya a la mejor actriz protagonista por su papel en Que nadie duerma, mientras que el de mejor actor fue para el español David Verdaguer, por su papel en Saben aquell.
Alterio, de 50 años, interpreta a una mujer que pierde su empleo como programadora informática y da un giro a su vida comenzando a trabajar como taxista.
Por su parte, Verdaguer llegaba como uno de los grandes favoritos de la noche por su precisa recreación del genial humorista catalán Eugenio, y obtuvo su segundo Goya tras el conseguido como mejor actor de reparto por Verano 1993.
Sigourney Weaver, emocionada
El documental La Memoria Infinita, de la directora chilena Maite Alberdi, fue elegido mejor película iberoamericana. Cuenta la historia de amor de la actriz y exministra de Cultura Paulina Urrutia y del periodista Augusto Góngora, que, tras 25 años juntos, deben enfrentar la enfermedad de Alzheimer que él padece.
La francesa Anatomía de una caída obtuvo el premio a la mejor película europea. Uno de los momentos destacados de la gala fue la entrega del Goya honorífico internacional a la actriz estadounidense Sigourney Weaver por parte de J.A. Bayona, quien la dirigió en Un monstruo viene a verme.
“Me lo he pasado muy bien, he conocido a algunos monstruos, he interpretado a algunos monstruos. Para mí siempre se trata de la historia, de buscar siempre las mejores historias en todos los géneros”, dijo Weaver, de 74 años, sobre su carrera, visiblemente emocionada en algunos momentos.
Tanto La Sociedad de la Nieve como la película ganadora del premio a la mejor cinta animada, Robot Dreams, aspiran a estatuillas en los Óscar, que se entregarán el 11 de marzo.
El director Pedro Almodóvar, la actriz Penélope Cruz, o los actores Gael García Bernal y José Sacristán, fueron algunos de los encargados de entregar los premios.

Momento ‘Me Too’
Era la primera vez en la historia de los Goya, que nacieron en 1987, que había más mujeres nominadas que hombres, en una proporción de 60 a 40. Esta edición tuvo como protagonista indeseado los abusos sexuales en el cine, tras las denuncias recientes de varias mujeres contra dos directores españoles, Carlos Vermut y Armando Ravelo.
Hay que “condenar todos los abusos y la violencia sexual”, y eso pasa “por revisar de manera profunda las estructuras que lo permiten”, declaró en la apertura de la gala la presentadora, Ana Belén. “Aquí en el cine, también se acabó”, añadió la cantante y actriz.
Antes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, expresó en la alfombra roja que es necesario “acabar con esta violencia estructural que nos abochorna, nos avergüenza a todos, y en particular a los hombres”.
Las últimas denuncias han provocado un momento de catarsis que fue comparado con el “Me Too” (“Yo también”), el movimiento surgido en Estados Unidos en 2017 para protestar contra las agresiones sexuales, a raíz de las denuncias contra el productor Harvey Weinstein, que acabaron llevándolo a la cárcel por violación.
El cine español había resultado más o menos indemne a las denuncias de tinte sexual que, sin embargo, estallaron en el mundo del fútbol, con el caso del beso en la boca, público e indeseado, que el presidente de la federación, Luis Rubiales, le plantó a la futbolista Jenni Hermoso, o la presunta violación por la que el jugador brasileño Dani Alves ha sido juzgado esta semana.