Hasta el 2018, el nombre de Manolo Caro era reconocido, principalmente, en México, su país natal, en donde es considerado por el público y la crítica especializada como uno de los mejores directores de cine, teatro y televisión.
A sus 34 años, este hombre, que nació en Guadalajara, sigue sin creer el éxito obtenido el año pasado, al conquistar con gran suceso estas tres plataformas, gracias al estreno de la obra Straight, en el mes de mayo; la serie La casa de las flores, en agosto, y cerró con broche de oro con la premier del filme Perfectos desconocidos.
Fiel a su filosofía de mantener los pies en la tierra, Caro insiste en que el 2018 fue un año de muchísimo trabajo, que le permitió consolidar su versatilidad como director en distintas plataformas, planteándole así un enorme reto para este 2019: superar con creces las expectativas que se han generado en torno a su trabajo. Sin embargo, está consciente de que para lograrlo deberá mantenerse apegado a su estilo, ese que siempre lo impulsa a reinventarse.
Con motivo del estreno en Costa Rica de la película Perfectos desconocidos, distribuida por Cinépolis y que está en cartelera en los principales cines del país, y en la que nuevamente hace dupla con la actriz Cecilia Suárez, el cineasta conversó con Viva sobre esta producción, en la que logró imprimirle su estilo sobre los cuestionamientos humanos, además de que habló sobre lo que puede esperar el público de la segunda y tercera temporada de La casa de las flores.
La cinta, que es un remake del filme italiano Perfetti Sconosciuti, cuenta la historia de una pareja que invita a cenar a su casa a un grupo de amigos, por lo que su intención es disfrutar de una divertida noche para olvidarse de los problemas. Conforme los invitados van llegando, se irán descubriendo los conflictos entre ellos y los secretos que guardan unos con otros, va generando una profunda tensión.
- Hace unos meses dijo que le encantaría dirigir la versión latina de Perfectos desconocidos. ¿Cómo se concretó la posibilidad de dirigir el filme?
- (Ríe) Realmente fue maravilloso, porque resultó ser una invitación. Yo soy un fanático de la versión italiana, que es la original, así que yo creo que tanto los productores como los de Cinépolis sabían lo muchísimo que me gustaba este proyecto. Mi gusto es porque lo siento realmente cercano a lo que soy yo y a la forma narrativa que yo tengo para contar historias. Llegó la invitación y sabía que no podía desaprovecharla, porque era un sueño que tenía y no podía dejarlo ir.
-¿Cómo definiría esa narrativa personal de Manolo Caro?
-Yo creo que mi narrativa tiene que ver con las relaciones humanas, la doble moral y la libertad, en especial con darle visibilidad a temas que son considerados como tabú, entre ellos la sexualidad y la fidelidad. Me gusta mucho hablar de la lealtad como motor de los seres humanos para enfrentarse al día a día. Perfectos desconocidos encajaba muy bien en ese espectro.
- En un momento dijo que le hubiese encantado que el guion original de la película se le hubiese ocurrido a usted. ¿Qué parte suya tendría la historia de ser así?
-(Ríe) La verdad es que, ahora que me lo preguntas, no lo había pensado hasta este momento. Yo creo que, a lo mejor, si me hubiese planteado alguna inquietud o duda, la hubiese externado en mi versión. Yo creo que esta es una historia tan redonda, que no da cabida a algo más, porque lo importante era sacar adelante este proyecto.
-Este filme es un remake, pero la crítica ha resaltado la particularidad de que, al ser una historia conocida, sigue generando sorpresas y risas en el público. ¿Cómo lograr que esto fuera así?
-Tienes razón (ríe). Creo que la clave fue lograr identificarnos como latinos, de las relaciones entre nosotros. Esto hace que se vuelva más hilarante, más transgresora, pero creo que eso es lo que hace que nos divirtamos en la historia.
- Dirigió esta película, luego de los exitosos estrenos de la obra de teatro Straight y de la serie La casa de las flores. ¿Existió una mayor presión para producir este filme?
-No te lo puedo negar, porque realmente sí existió una mayor presión. Yo siempre he visto esto como un regalo y como la posibilidad de disfrutarlo con las personas que quiero, por lo que haber terminado el año haciendo esta película lo vi más como una recompensa de un año de trabajo muy duro.
-Precisamente, en esta oportunidad vuelve a hacer dupla con Cecilia Suárez, que es considerada una de sus musas en sus proyectos.
-Cecilia es una persona muy importante en mi vida, porque de manera personal es una amiga entrañable, con la que he recorrido muchos de mis años y siempre ha estado allí para apoyarme. De forma profesional, el entendimiento es absoluto, y como ella misma lo dice, con solo mirarnos nos reímos, nos cuestionamos y nos gusta explorar temas desconocidos. Creo que al público le gusta mucho vernos colaborar juntos.
-Para usted, este 2019 será para estar de lleno en la creación de la segunda y tercera temporada de La casa de las flores. ¿Qué nos puede contar al respecto?
-Pues como bien lo dices, estoy metido de cabeza en esto, así que esta entrevista es el único espacio que tendré para pensar en otra cosa (ríe). Desde que me desperté y hasta que anochezca estaré enfocado en la serie y así lo que resta de este primer semestre del año.
-Después de una primera temporada tan exitosa. ¿Se da una mayor libertad en cuanto al proceso creativo?
-Sí, la verdad es que sí. En realidad, creo que siempre es así. Creo que este es un momento de mucha soledad, pero también es la oportunidad en la que puedo disfrutar y cuestionarme hacia dónde quiero llevar mi carrera, todo por medio del proceso de escritura.
-¿Qué puede esperar el público para esta segunda y tercera temporada de La casa de las flores?
-Te puedo decir que estoy vuelto loco con los guiones de la segunda temporada, porque termina acercándose a lo que siempre soñé. Está más divertida, más hilarante, musical y más crítica. Yo creo que el público tendrá mucha diversión.