Una película de terror que sorprende, positivamente, es la producción australiana Háblame. No es un nuevo clásico, pero sin duda es un acierto, lo cual es bastante raro hoy en día.
Existe una proliferación en una avalancha de títulos de terror, que en su gran mayoría son sub-productos de explotación: secuelas, refritos, copias e imitaciones, que usualmente, reciclan lo que ya fue reciclado.
Objeto siniestro
Para decir la verdad, Háblame tampoco es una perla de originalidad. Ofrece una variación de una situación recurrente en el terror juvenil: la idea de un grupo de amigos que se reúnen para una fiesta y juegan con fuego, luego hacen algún ritual, juegan con una tabla de ouíja y emprenden una sesión de espiritismo o leen algún encantamiento.
De una u otra forma, estos jóvenes buscan el peligro al meterse con lo sobrenatural. Abren algún portal al más allá, o desatan una fuerza oscura.
El punto de partida de Háblame es un objeto siniestro, que llega a las manos de unos colegiales, como una mano que parece fragmento de una estatua. Si alguien aprieta esa mano y pronuncia la palabra Háblame, le aparece un fantasma. Y si luego dice “Te invito a entrar”, el fantasma en cuestión posee al sujeto.
Entretenimiento pavoroso
Obviamente, esto es algo que nadie en su sano juicio, quisiera intentar. Los personajes que toman decisiones tontas también son un cliché, como un elemento recurrente del terror cinematográfico.
La película plantea que los chicos son unos superficiales, que disfrutan de la experiencia y la repiten una y otra vez; hasta que finalmente infringen una “regla”. Ahí es donde comienzan los problemas: las posesiones, las matanzas y los chorros de sangre.
La cinta funciona muy bien, como un entretenimiento pavoroso. Aunque su originalidad es relativa, se nota que los autores intentan darle un tratamiento realista al asunto y quieren evitar que la truculencia se convierta en una payasada. La verdad es que logran varios momentos inquietantes y pegan unos cuantos sustos “bien pegados”.
No se puede esperar mucho más, pero entre un escalofrío y otro, surgen también consideraciones sensatas sobre temas como la elaboración del luto, el proceso de crecimiento y la responsabilidad individual.
Cierre coherente
Lo que sí es interesante notar, es que Háblame es una ópera prima. Es el primer largometraje de dos gemelos australianos, que se hicieron famosos como youtubers: los hermanos Danny y Michael Philippou.
Manteniendo el pulso de la narración y utilizando artimañas de comprobada eficacia, estos jóvenes directores recurren incluso al efectismo, pero sin caer en exageraciones baratas.
Los Philippou no están inventando nada nuevo, mas cumplen a cabalidad con su objetivo de entretener asustando. El cierre deja abierta la posibilidad de una continuación, lo cual parece ser un requisito inevitable hoy en día.
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Sin embargo, se trata de un cierre muy redondo que también es coherente con la premisa general. Así, la función termina, con una sensación de algo bien concebido y bien ejecutado.
Háblame
Dirección: Danny y Michael Philippou.
Reparto: Ari McCarthy, Hamish Phillips, Kit Erhart-Bruce, Sarah Brokensha.
Género: Terror.
Duración: 95 minutos.
Origen: Australia 2023.
Calificación: 7.