El icónico ratón Mickey Mouse de Disney, finalmente ingresará al dominio público el próximo lunes 1.° de enero de 2024, con la expiración de los derechos de autor de Steamboat Willie, la animación en blanco y negro que lo introdujo al mundo en 1928.
Este hito legal, según la legislación estadounidense de 95 años, no solo abre las puertas a posibles readaptaciones de Steamboat Willie y Plane Crazy sino que también desencadena debates legales potenciales con los estudios Disney.
La fecha del 1.° de enero es significativa en diversos sectores, desde la industria cinematográfica hasta los círculos de propiedad intelectual, así como para los ejecutivos de Disney, quienes en el pasado abogaron por cambios en la ley para extender los derechos de autor.
Jennifer Jenkins, directora del Centro Duke para el Estudio del Dominio Público, describió este momento como “profundamente simbólico y muy esperado”.
A partir de ahora, cualquiera puede copiar, compartir, reutilizar y adaptar las mencionadas animaciones y las primeras versiones de Mickey y Minnie. Sin embargo, se aclara que las versiones posteriores, como las de Fantasía de 1940, no entran en el dominio público y están protegidas por los derechos de autor de Disney.
Este cambio legal se inspira en reutilizaciones imaginativas de otros personajes cuyos derechos de autor recientemente expiraron, como Sherlock Holmes y Winnie-the-Pooh.
El caso de Winnie-the-Pooh y los derechos de autor
Winnie-the-Pooh, el otro ícono de Disney, junto con sus amigos, entró en el dominio público el pasado 1.° de enero de 2022, cumpliendo los 95 años desde su presentación en el libro homónimo de Alan Alexander Milne en 1926, adquirido por Disney en 1961.
Desde entonces Pooh está a disposición del público para cualquier otro fin como sucedió con la adaptación de cine de terror del personaje Winnie-the-Pooh con la película Blood and Honey, escrita por el inglés Rhys Frake-Waterfield y que se estrenó en 2022 en más de 1.500 cines estadounidenses.
¿Qué implica que estos personajes estén en dominio público?
Durante los últimos 95 años, los personajes originales quedan liberados de la exclusividad de Disney, permitiendo que sean versionados en nuevas historias y adaptaciones sin la necesidad de autorización.
Sin embargo, Disney mantiene el control de la representación visual de estos personajes, como el reconocible Winnie-the-Pooh con su corta camiseta roja y abultada barriga. Además, las películas animadas producidas por la compañía conservan sus derechos de autor, brindando a Disney ciertas salvaguardias en medio de esta nueva era en el mundo de la propiedad intelectual.
Disney y sus batallas legales
En respuesta a la inminente entrada de Mickey Mouse en el dominio público, Disney declaró a AFP que continuará protegiendo sus derechos sobre las versiones más modernas de Mickey Mouse y otras obras que siguen sujetas a derechos de autor.
A pesar de la liberación de Steamboat Willie y otras animaciones de 1928, la imagen clásica de Mickey Mouse, reconocida por las generaciones actuales, permanecerá bajo la sombra de los derechos de autor. Justin Hughes, profesor de la Facultad de Derecho de Loyola, destacó que el Mickey más familiar para los espectadores contemporáneos seguirá estando protegido, y anticipa posibles escaramuzas legales mientras Disney educa al público sobre este punto.
El experto advierte que los creadores que se aventuren a utilizar elementos más recientes del personaje, como sus pantalones cortos rojos o guantes blancos, podrían enfrentar advertencias legales. Aunque los derechos de autor hayan expirado, la marca comercial de Mickey Mouse sigue intacta.
¿Qué son los derechos de autor?
Los derechos de autor, que impiden la copia no autorizada de obras creativas, como personajes, caducan después de un tiempo determinado. Por otro lado, las marcas registradas protegen la fuente de una obra, evitando la fabricación de productos que puedan confundir a los consumidores al hacerles creer que provienen del autor original.
Disney, consciente de esta distinción, planea salvaguardarse “contra la confusión de los consumidores causada por usos no autorizados de Mickey y otros personajes icónicos”. La compañía incorporó la secuencia de Steamboat Willie al comienzo de cada película de los Walt Disney Animation Studios como una marca registrada, una táctica que, según Hughes, demuestra la astucia legal de la compañía.
Sin embargo, la optimista Jennifer Jenkins, directora del Centro Duke para el Estudio del Dominio Público, señala que la Corte Suprema dejó claro que no se pueden utilizar derechos de marca registrada para eludir la expiración de los derechos de autor.
A pesar de las posiciones divergentes, ambas partes coinciden en que la ley será puesta a prueba en los tribunales, y Hughes aconseja precaución y asesoramiento legal a cualquiera que busque aprovechar la entrada de Mickey Mouse al dominio público.