Leonardo desea volar, y su discípulo Francesco decide acompañarlo en el intento. De esta ambiciosa aventura trata Leonardo y la máquina voladora , obra teatral que se reestrenó ayer en el Teatro Eugene O´Neill, en barrio Dent.
El montaje, obra del dramaturgo mexicano Humberto Robles, trata de mostrar “el lado humano de uno de los hombres más talentosos de la humanidad: el inventor y pintor italiano Leonardo da Vinci”, detalla un comunicado de prensa.
“La historia va más allá, revela a Leonardo como el genio que fue: el arquitecto, el diseñador, el ingeniero. La máquina voladora es ese sueño de Leonardo, en el que se imaginaba a un hombre volando como un ave”, dijo Rodrigo Durán, encargado de artes escénicas del Teatro Eugene O’Neill.
La obra es interpretada por los experimentados actores Rodrigo Durán Bunster (Leonardo) y Fabián Sales (Francesco).
En escenografía, La Carne Teatro utiliza elementos de época, tales como baúles de madera, un escritorio antiguo, vestuario y bocetos de papel similares a los que se utilizaban Da Vinci.
“La iluminación es austera, crea un clima acogedor. El montaje utiliza música del renacimiento”, agregó Durán.
La obra teatral está dirigida para un público familiar, sin embargo los organizadores recomiendan que la vean chicos de primaria en adelante.
“De menos edad creo que se perderían, porque el lenguaje de los diálogos es un poquito poético”, explicó el encargado.
La obra se presenta en el marco de la exposición Da Vinci: El Genio , que se exhibirá a partir del 8 de julio en el Centro Cultural Costarricense Norteamericano.
Leonardo y la máquina de volar se presentará durante seis fechas. Hoy, sábado, la obra se verá a las 8 p. m. y el domingo a las 4 p. m.
Las entradas para ver la obra cuestan ¢4.000 para público general, y ¢3.000 para estudiantes y personas adultas mayores.
Leonardo y la máquina de volar es una producción del grupo costarricense La Carne Teatro, y se presenta como un esfuerzo conjunto entre el Centro Cultural Costarricense Norteamericano y la empresa Grande Centroamérica.