El debate era inminente. ¿Este sería otro año en que los Óscar dejarían por fuera a las mujeres para la categoría de mejor dirección?
Así fue y se veía venir, en especial porque los títulos con mayor ruido mediático no contemplaban ninguna directora. La única que parecía poder hacerse con un espacio era Greta Gerwig, quien esta temporada presentó Mujercitas con muy buena recepción de la crítica. En el 2017, la cineasta estadounidense sí había conseguido la nominación con Lady Bird, pero perdió la estatuilla frente a Guillermo del Toro.
Ese año, Gerwig logró entrar en la selección. Para los certámenes previos hubo una oleada para su promoción, pues en los Globos de Oro no fue contemplada. Incluso Natalie Portman, quien presentó dicha categoría en los Globos de Oro, lo hizo notar y antes de nombrar a los nominados dijo: “a continuación todos los hombres candidatos por mejor dirección”.
Este año, Gerwig no topó con la misma suerte y quedó fuera de una lista del Óscar que finalmente contempló a Todd Phillips, Martin Scorsese, Quentin Tarantino, Sam Mendes y Bong Joon Ho.
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Además de la estadounidense, otro nombre que estuvo en el radar fue el de Lulu Wang. La directora china-estadounidense fue aclamada por su película The Farewell, cuya protagonista Awkwafina fue ganadora del Globo de Oro por mejor actriz dramática.
Marielle Heller, por Un buen día en el vecindario, fue otra mujer que pudo estar dentro de la sección y que estuvo en los ojos de la Academia, pues Tom Hanks fue nominado a mejor actor de reparto por su participación en esa cinta.
Variedad
La británica Joanna Hogg fue otra directora que estuvo gravitando en esta temporada entre los votantes de la Academia, aunque con mucho menos eco que Wang. Hogg, quien realizó su debut directorial en el 2007 con Unrelated, presentó el año pasado el largometraje The Souvenir, una versión semificcionada de las experiencias colegiales de la autora.
Incluso la prestigiosa revista Sight & Sound nombró The Souvenir como el mejor filme del 2019.
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Justa también hubiese sido la inclusión de Céline Sciamma en la categoría, pero desde lejos se veía imposible. La francesa estrenó el año pasado Retrato de una mujer en llamas, una película ambientada en el siglo XVIII y que presenta un romance clandestino entre una aristócrata y su pintora.
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Olivia Wilde también fue aplaudida por Booksmart, cinta que no llegó a los cines de Costa Rica. La actriz irlandesa-estadounidense debutó como directora con un coming of age destacado.
No se puede dejar de ver tampoco a la francesa Mati Diop que tejió el fantástico relato Atlantique, reciente incorporación de Netflix y que presenta una historia de amor prohibida.