
Es cierto que Patty Jenkins no empuña la espada ni el escudo, que no pelea contra los grandes villanos y que no salvará al mundo de una implacable amenaza.
Empero, ella fue la única cineasta, en casi una década, capaz de devolverle a DC Comics el brillo que Marvel había venido acaparando en la pantalla grande.
Jenkins no solo es la primera directora femenina de una película de superhéroes de gran presupuesto, sino también la mujer que ha logrado el estreno con mejor taquilla en la historia de Hollywood, con $223 millones a nivel mundial.
De hecho, es apenas la segunda mujer en asumir un presupuesto de más de $100 millones en la industria fílmica.
Conocida hasta entonces tan solo por su debut en la dirección de Monster (2003) –la cinta que le valió a Charlize Theron un Óscar como mejor actriz protagónica–, Jenkins tomó como propio el desafío de sumergirse a sí misma en un mundo hasta entonces gobernado por hombres.
“La gente realmente creía que solo los hombres amaban las películas de acción y que solo los varones irían a ver una película de superhéroes. Las únicas cintas que intentaron insertar superheroínas no funcionaron”, dijo la cineasta a The Guardian. Se refería, por ejemplo, a Anne Hathaway como Gatúbela o a Jennifer Garner como Elektra.
Hija de un capitán de la Fuerza Aérea y de una científica ambiental guiada por los preceptos del feminismo de la segunda ola, Jenkins se enamoró a sus siete años del personaje de la Mujer Maravilla en la serie televisiva original. Era la década de los 70 y la actriz Lynda Carter presentaba las primeras chispas del empoderamiento femenino.
Ahora, a sus 45 años, la cineasta no oculta su asombro por haberse convertido en una de las pocas directoras exitosas y por ser considerada una pionera. “La razón por la que esto sucedió es que, al igual que Diana (Prince), nunca se me ocurrió que no pudiera suceder, por la manera en que fui criada”, dijo Jenkins a The Washington Post.
Prolongada pausa. Tras la aclamación recibida por Monster, Jenkins se ganó la atención del medio como una de las grandes promesas.
Entonces, ¿por qué hasta ahora regresó su nombre a la cartelera?
Según ella misma explicó a The New York Times , luego de su debut del 2003, comenzó a trabajar en la biografía del general de la Fuerza Aérea Chuck Yeager, la primera persona en superar la velocidad del sonido a bordo de una aeronave. Sin embargo, el proyecto nunca se pudo concretar, pues hubo problemas con los derechos de la historia.

Luego, Jenkins quedó embarazada y se vio obligada a suspender I am Superman , un drama situado en prisión. Cuando quiso regresar al oficio, encontró que ya a nadie le interesaban sus propuestas fílmicas si no eran del género indie .
Entonces, Jenkins se trasladó a la pantalla chica y logró una nominación al Emmy por el piloto de The Killing (2011).
En octubre de ese mismo año, por fin logró un contrato para volver al cine como directora de Thor: Un mundo oscuro , que se estrenaría en el 2013. No obstante, abandonó el proyecto dos meses después, pues tenía perspectivas distintas a las del estudio.
“Mi idea era hacer algo del tipo Romeo y Julieta , que Jane estuviese en la Tierra y Thor tuviese prohibida la entrada al planeta, así que rompe las normas para ir con ella. Quería una guerra entre dioses y terrestres, pero creo que no podría haber hecho esa película. Estoy contenta de rechazarla, porque si no puedo contar la historia que yo quiero no soy la persona indicada para el filme”, explicó recientemente, durante la promoción de Mujer Maravilla .
Aunque ella no fue la primera opción para dirigir Mujer Maravilla , DC Films y Warner Bros. sí tenían claro que quería una mujer al mando. La oportunidad para Jenkins llegó tras la renuncia de Michelle MacLaren, alegando “diferencias creativas”.
Empero, el reto le generó enormes presiones, no solo por su reputación y la prosecución de su carrera tras 14 años de ausencia en el cine, sino por todas sus colegas directoras.
“Si la película es exitosa financieramente, tendrá un gran impacto. Hollywood se maneja por dineros, pero les cuesta creer, incluso a pesar del triunfo de Los juegos del hambre (otra cinta de ciencia ficción con una heroica protagonista) y pese al éxito de muchas películas enfocadas a un público femenino”, dijo la cineasta a BuzzFeed .
Sin embargo, Jenkins no podría hablar sobre Mujer Maravilla en términos de una película sobre mujeres o para mujeres.
Consultada por The New York Times sobre si llevar por primera vez a la princesa amazona a la pantalla grande requería de una directora mujer, Jenkins negó que existiera ese requisito y más bien subrayó la necesidad de que, quien estuviera en el banquillo de la dirección, supiera imprimir vulnerabilidad al personaje.

“No creo que ninguna película requiera a un tipo específico de persona. Yo no estaba dirigiendo a una mujer, estaba dirigiendo a una heroína”, afirmó.
¿Discriminación? Aunque Jenkins dijo a The New York Times que el sexismo en Hollywood “podría haber jugado una parte” en el hecho de no haber podido volver a la gran pantalla tras Monster , también achaca la culpa a que nadie encontraba interesantes sus guiones.
Jenkins es parte del reducido grupo de cineastas mujeres que intentan cerrar brechas en Hollywood.
Un caso similar es el de su colega, la ganadora de un Óscar Brenda Chapman, quien en el 2012 se convirtió en la primera mujer en dirigir una película de Pixar (eso sí, junto a Mark Andrews): Valiente .
“Espero con ansias el día en que todo lo que importe sea mi capacidad creativa, pero hasta que no exista un porcentaje más igualitario de mujeres frente y detrás de cámaras, tendré que afrontar el ser una mujer en esta industria”, señaló a The Washington Post .
Para Martha Lauzen, directora ejecutiva del Centro para Estudios de la Mujer en la Televisión y el Cine de la Universidad de San Diego, el que Jenkins haya dirigido un filme de gran presupuesto con una protagonista femenina ya es digno de celebración.
Sin embargo, la experta duda de que este hito marque una tendencia en años venideros.
“Esto me recuerda la situación en torno a Kathryn Bigelow cuando ganó el Óscar por The Hurt Locker (2008)”, comentó al periódico de The Washington Post . “En ese entonces, muchos de los observadores de la industria y periodistas hablaban del ‘efecto Bigelow’ y de que una victoria tan bien merecida podría conducir a un incremento en el número de directoras trabajando en películas de alto perfil”, agregó.
“Por supuesto, sabemos que este efecto aún no se ha materializado”, aseveró Lauzen.
Un estudio publicado en el 2014 por la organización American Civil Liberties Union (ACLU) demostró que las mujeres representaron tan solo el 7% de los cineastas que trabajaron en los 250 largometrajes más taquilleros del ese año. En 1998, por ejemplo, ese porcentaje estaba dos puntos por arriba.
Además de tener menos trabajo, obtener reconocimiento en la industria ha sido más difícil para las directoras que para sus colegas hombres. De hecho, Bigelow es, hasta hoy, la única mujer que ha ganado un Óscar a mejor dirección.
En mayo, en medio del Festival de Cine de Tribeca, la cantante y cineasta Barbra Streissand achacó al sexismo en Hollywood la culpa de haber sido excluida como merecedora de los Óscar a mejor dirección por Yentl (1983) y El príncipe de las mareas (1991).
“Había muchas personas que no querían ver a una mujer como directora”, comentó. “Tampoco sé cuántas mujeres querían ver a una mujer como directora”.
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Aunque las cintas de superhéroes nunca aspiran a los más importantes galardones de los Óscar, ¿será el éxito de Patty Jenkins una agente de cambio para lograr una mayor inclusión de mujeres en Hollywood? Eso está por verse.