Paul Rudd es un tipo que cae bien. Con solo verlo dan ganas de saludarlo, no porque sea famoso, sino porque irradia buena vibra. Podrá ser una de las estrellas más reconocibles de Hollywood pero ante todo parece un ser humano normal, casi promedio. Y ahí radica su encanto.
Desde hace casi una década el actor estadounidense es parte fundamental del Universo Cinematográfico Marvel (MCU, por sus siglas en inglés), donde interpreta a Scott Lang, mejor conocido como Ant-Man. Rudd, quien hasta ese punto se había labrado una carrera sólida en comedia, supo llenar el traje de superhéroe y ya ha tomado parte en cinco filmes de Marvel, siempre agregando elementos de humor y la perspectiva de la “gente de a pie” en medio de las épicas batallas de los Avengers por salvar al universo.
Scott empezó su andar cinematográfico como un ladrón de poca monta y un papá de gran corazón en Ant-Man (2015). Su historia inicialmente fue la de un bandido con capacidad de encogerse al tamaño de una hormiga. Una historia sencilla, sin mucha fanfarria. Luego, con el paso de los años, Lang creció (literalmente) dentro de la narrativa de Marvel e incluso aportó la clave para poder vencer a Thanos al final de la Saga del Infinito. Nada mal para un tipo normal.
Después de que Iron-Man, Thor, Spider-Man y el Capitán América completaran sus trilogías cinematográficas de Marvel, ahora le toca el turno a Scott Lang con Ant-Man and the Wasp: Quantumania, tercer filme dedicado al Hombre Hormiga y segundo en el que comparte el título con su pareja, la Avispa, Hope van Dyne (Evangeline Lilly). El filme, que debuta en los cines costarricenses el jueves 16 de febrero, es el primero de la Fase 5 del MCU y en el que se introduce formalmente a Kang (Jonathan Majors), el gran villano que los Avengers enfrentarán a lo largo de series y películas hasta, por lo menos, el 2025.
Se trata de la película 31 en la narrativa de Marvel y trae de vuelta no solo a Scott y Hope, sino también a Michelle Pfeiffer como Janet van Dyne y Michael Douglas como su esposo, Hank Pym. Además, Kathryn Newton hace su debut como Cassie Lang, la hija de Scott y quien sigue los pasos (pequeños y grandes) de su padre, aún cuando él lo que quisiera es darle una vida lo más normal posible.
Casi toda la historia de Quantumania toma lugar en el Quantum Realm, un disparatado universo paralelo en el que no aplican las leyes de la física y el tiempo que conocemos y que había sido apenas abordado en los dos filmes previos de Ant-Man. Es un plano subatómico donde Janet estuvo atrapada por 30 años, lo que pone ahora a la veterana Pfeiffer casi que en el mismo plano de protagonismo que Rudd.
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Sobre todos estos aspectos y más derivados de la más reciente cinta del cineasta Peyton Reed (quien se encargó además de los dos filmes previos), Paul Rudd conversó virtualmente con periodistas de medios latinoamericanos, incluida La Nación. El actor se mostró más que entusiasmado por el largometraje, algo en lo que la crítica no coincide, pues muchos expertos han calificado a Quantumania en términos poco felices”.
Hace 10 años, cuando recibió la propuesta para ser Ant-Man, ¿fue un sí de inmediato o tuvo que pensarlo?
Cuando me ofrecieron este personaje, hace 9 años, no tuve que pensarlo mucho para decir que sí, especialmente cuando me dijeron que el héroe se llamaba Ant-Man y que su superpoder era encogerse al tamaño de una hormiga. Ese sería el héroe que posiblemente sí podría hacer, porque tenía un elemento de humor, era lo opuesto a Thor, no era alguien que veías y creías que era un superhéroe. Y me emocionó que es un género que la gente no me asociaba necesariamente; sabía que cuando me anunciaran mucha gente se extrañaría, no tenía sentido. Sabía que esa sería la respuesta.
Scott en esta nueva película recibe el reconocimiento que Paul Rudd experimenta desde hace una década: ver niños con disfraces de Ant-Man, que lo saluden en la calle. ¿Se siente bien que finalmente el tipo pequeño reciba un poco de admiración?
Una de las cosas buenas para Scott Lang en esta película es que ha vivido muchas situaciones en los últimos años pero él se identifica más como un padre que como un superhéroe y trata de balancear esas dos facetas. Es agradable para Scott ahora ser reconocido por sus logros pero más que eso, no tener que lidiar más con tipos malos ni crisis existenciales y solo pasar tiempo con su hija, dar una pequeña vuelta de la victoria y relajarse. Es un buen lugar para empezar esta historia aunque claro, esa paz dura como 10 minutos.
La película incluye elementos de muchos géneros cinematográficos: fantasía, comedia, acción, de familia, de adolescencia. ¿Con cuál se identifica más?
Hay elementos de muchos géneros, y al mismo tiempo, el tejido que la conecta es que es una película de familia; la relación entre padres e hijos. Me identifico con interpretar a una persona normal que trata de ser un papá porque eso es lo que soy en la vida real, es el aspecto que más me atrae. Eso es lo divertido de hacer a este personaje, lo que lo diferencia de los otros Avengers y me emocionó explorar ese aspecto de Scott Lang en esta película que incorpora otros aspectos en cuanto a la escala, el look, personajes y abrirse a una historia muy grande en comparación a las otras dos.
Quantumania introduce a Kang formalmente y da inicio a la Fase 5 del MCU. ¿Cómo se siente ser el primer Avenger en enfrentar al nuevo gran villano de Marvel?
Se siente bien, es cool que sea Ant-Man el que presente este personaje al resto del MCU. Hay una satisfacción, es un honor echar a andar la Fase 5. Escuché a Peyton Reed decir que las cintas previas eran como limpiar la paleta después de las películas de Avengers, pues salíamos después o en medio de las grandes historias de Avengers. Él no quería eso para esta nueva película, sino que fuera una historia grande dentro del MCU.
De nuevo vuelve a compartir reparto con leyendas como Michelle Pfeiffer y Michael Douglas...
Honestamente es mi parte favorita, porque realmente son leyendas. Es emocionante trabajar con gente de ese estatus y talento. Siento que somos amigos ahora pero al inicio toma un tiempo que se te quiten los nervios pues estás actuando frente a gente que admiraste toda tu vida. Me siento confiado frente a ellos, puedo actuar como soy, es divertido, pero siempre me sorprenden: estoy en una escena con Michael y hace algo que me recuerda una película suya que vi cuando era joven, como Wall Street o un Día de furia. Y lo mismo pasa con Michelle.
En las películas anteriores, Scott participa en peleas como un gigante o un micro Avenger pero en este nuevo filme hay escenas de combate mano a mano con Kang. ¿Cómo se preparó para enfrentarse a golpes con alguien del tamaño de Jonathan Majors?
Te concentras en tu coreografía de pelea porque no quieres ser golpeado de verdad. Fue muy emocionante hacer esas escenas, y en particular, esa en la que luchamos a golpes, porque no es algo que se viera en las películas anteriores de Ant-Man: una pelea que dure, que sea brutal; se sintió diferente. Además, él se estaba preparando para rodar Creed III, así que estaba en modo de combate mental y físico. Fue intenso.
Se dice que Jonathan Majors cambió completamente la dinámica de rodaje, pues siempre estuvo muy metido en su personaje.
Fue interesante, pues es un actor de método. Cuando estamos haciendo una tercera película ya conoces al elenco, al equipo, y el modo del set es determinado por el director. Payton es muy relajado, se ríe, es fácil estar con él, así que siempre sentí que los sets de Ant-Man eran muy fáciles de llevar.
“En los días en que filmamos Jonathan, él en realidad personifica a Kang, así que cuando llega al set lo notas: siempre traía música, no iba a conversar o bromear con nosotros, creaba una atmósfera diferente. Y me gustó porque algo de eso se iba a traducir a la escenas, el ritmo iba a ser diferente. Eso que sentimos en el set se reflejó en la pantalla. He trabajado con muchos actores que usan distintas aproximaciones y me gustó trabajar con alguien que realmente hace un esfuerzo por representar su personaje, que es un conquistador, un gran villano. Eso hacía que todas las escenas se sintieran distintas”.
Buena parte de la película se desarrolla en el Quantum Realm, algo que no había sido muy explorado antes en el MCU. ¿Qué posibilidades les dio eso?
Toda la película se ve rara, pues es en un mundo que nadie tiene idea de cómo se ve. Eso nos permitió tomar muchas libertades y a los artistas visuales crear universos y poblarlos con criaturas, alienígenas y todo tipo de cosas, ojalá para transportar a la audiencia a algo que no ha visto. Es muy interesante rodar una película así, pues algunas veces estábamos solos frente a una pantalla azul y otras en el Volume (un muro de pantallas led), que proyecta simulaciones de lo que vemos en la película. Era muy raro ver a nuestro alrededor gusanos espaciales.
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La película incluye una escena particularmente llamativa, en la que Scott tiene que escalar una montaña de duplicados de él mismo. ¿Cómo la hicieron?
Si bien hay efectos especiales en esa escena, mucho de lo que parece real en realidad lo es y fue lo más dificil de rodar en toda la película. De hecho hicimos esa secuencia después de completar el resto de la película, pues fue técnicamente muy intrincada y retadora. Necesitamos varias semanas de solo yo haciendo muchas distintas versiones de mí mismo, además de tratar de crear esta cosa en la que estoy escalando y sosteniéndome de otras versiones de mí. Es algo que no puedes hacer mágicamente en una computadora. Tuvimos que construir para esa montaña humana una estructura de acero, yo tuve que escalarla, había dobles que usaban trajes azules que eran los que me agarraban, empujaban. Fue algo que consumió mucho tiempo y sabía que se vería alucinante.
El MCU ha cambiado mucho desde Endgame, con la introducción de nuevos y jóvenes héroes. De aquellos que debutaron en la Fase 4, ¿con cuáles eventualmente le gustaría cruzar caminos en futuros proyectos de Marvel?
No sé nada sobre cruzar caminos y ni de futuros proyectos del MCU, pero sí sé que como un simple observador y con estos nuevos personajes, estoy emocionado por ver sus películas, ver esta nueva generación de héroes y las aventuras que tendrán. Sí, y solo sí, mi hija Cassey (Kathryn Newton) es incluida en alguno de esos proyectos, personalmente soy un papá orgulloso y tengo que apoyar a mi hija en esto.
En esta historia se explora a mayor profundidad la relación de Scott con Cassey...
Son un padre y una hija que realmente se aman mucho, esa ha sido la esencia de estas películas. Scott está tratando de compensar el tiempo perdido (estuvo atrapado cinco años en el Quantum Realm).
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“Ser padre es duro. Yo tengo mis propios hijos y los amo tanto, quiero protegerlos, pasar tiempo con ellos pero tienen sus propias vidas, sus amigos, están creciendo y cuando veo fotos de cuando tenían cinco años me conmueve. Es cierto, dicen que cada fase de los hijos es la mejor fase y hay mucha verdad en eso. Pero Scott quiere pasar tiempo con Casey, ser un papá protector, que tenga una vida normal, que sea feliz, que esté segura, y ella es una mujer joven que está descubriendo lo que quiere ser, tiene sus metas, sueños, un sentido muy real sobre lo que está bien y mal en el mundo y quiere hacerlo un mejor lugar. Entonces, a veces, lo que Scott quiere que sea su relación con Cassey entra en conflicto con lo que ella quiere, y ahí es donde empezamos. Creo que es algo con lo que los padres e hijos se pueden relacionar y ojalá la gente lo entienda y responda a eso”.
Esta película está relacionada con los viajes en el tiempo. Si pudieras volver a un punto de tu pasado, ¿cuál sería?
Amo la nostalgia y recordar momentos importantes de mi vida, de los cuales tengo muchos. No sé si hay un punto o momento que escogería pero en el sentido general diría que cualquier momento en el que compartí con mi papá, quien tristemente ya no está con nosotros. Tuve una relación muy cercana con él y creo que como cualquier persona que perdió a alguien que ama sería genial poder verlo de nuevo.